Detienen a un hombre en el Capitolio que quería matar a varios altos cargos de Trump

Donald Trump sabe lo que es estar en el punto de mira desde que el pasado verano sufrió un atentado -una bala le alcanzó la oreja derecha- durante un mitin en Pensilvania y se salvó de otro intento de asesinato en un campo de golf en Florida. Ahora, sus altos cargos se encuentran también en la diana. Un hombre fue detenido el pasado lunes a las puertas del Capitolio, en Washington, que iba armado con un cuchillo y dos cócteles molotov con la intención de acabar con la vida de varios fieles al magnate. Los secretarios del Tesoro, Scott Bessent, y de Defensa, Pete Hegseth, y el presidente de la Cámara de Representantes, el también republicano Mike Johnson, estaban en su lista de objetivos.

No llegó a pasar nada porque el sospechoso, identificado como Ryan English, renunció a dar rienda suelta a su instinto asesino. Se acercó a unos agentes que realizaban tareas de vigilancia en el Capitolio -sede del poder legislativo en EE.UU.- y se entregó a ellos. En un primer momento admitió que quería «matar a Bessent» y no fue hasta los interrogatorios cuando reconoció que quería hacer lo mismo con Johnson y Hegseth, a quien calificó de «nazi». «Es terrible, pero no puedo no hacer nada mientras los nazis matan a mis hermanas», escribió en una nota que llevaba encima. .

English había viajado un día antes desde Massachusetts a Washington para cometer los asesinatos. Su idea era prender fuego a varias botellas de vodka -ya las había comprado- y lanzárselas al secretario de Estado, ratificado en su cargo precisamente el lunes, para después apuñalarlo en caso de lograr acercarse lo suficiente a él. El sospechoso estaba dispuesto incluso a asesinar «al menos» a tres policías del Capitolio para llegar hasta su objetivo a sabiendas de que por el camino podía caer abatido por las fuerzas de seguridad.

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