Trump planea usar la base de Guantánamo para encerrar a 30.000 migrantes

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Foto de archivo de la prisión de Guantánamo.
Foto de archivo de la prisión de Guantánamo. SHANE T.MCCOY / ZUMA PRESS | Europa Press

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tilda de «acto de brutalidad» el anuncio de Washington

31 ene 2025 . Actualizado a las 08:57 h.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió ayer a los secretarios de Defensa y Seguridad Nacional que tomen «todas las medidas necesarias» para utilizar la base militar de Guantánamo como espacio para encerrar a migrantes irregulares mientras se organizan sus vuelos de repatriación. «Este memorando se emite con el fin de detener la invasión fronteriza, desmantelar los cárteles criminales y restaurar la soberanía nacional», agregó.

El magnate aseguró en una declaración ante la prensa que Guantánamo tiene «30.000» camas para los «peores criminales extranjeros ilegales que amenazan al pueblo estadounidense». «Esto duplicará nuestra capacidad inmediatamente», señaló, agregando que esto acerca a Estados Unidos a «erradicar el flagelo de la delincuencia migratoria de una vez por todas».

«Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan porque no queremos que regresen. Los enviaremos a Guantánamo», sentenció, añadiendo que en Venezuela «la delincuencia ha bajado un 77 %» porque han enviado a «sus narcotraficantes» a Estados Unidos. Trump realizó estas declaraciones poco antes de firmar una legislación aprobada la pasada semana por el Congreso estadounidense, la llamada ley Laken Riley, que permite detener a inmigrantes por delitos como robos o hurtos.

Desprecio a la humanidad

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tildó poco antes de «acto de brutalidad» el anuncio de Washington de encerrar a «miles de migrantes que expulsa forzosamente» del país en Guantánamo, «territorio de Cuba ilegalmente ocupado» que está cerca de «conocidas cárceles de tortura y detención ilegal». De igual forma, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, aseguró en redes que la medida es una muestra del «desprecio hacia la condición humana y el derecho internacional» de Washington. Una declaración de la Cancillería difundido horas más tarde advertía además de que el «empleo irresponsable» de la base para este propósito «generaría un escenario de riesgo e inseguridad» y «amenazaría la paz».