Los socialistas marcan distancias con los insumisos al rechazar censurar a Bayrou
INTERNACIONAL

El primer ministro francés recurre al artículo 49.3 de la Constitución para sacar adelante los presupuestos
04 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El primer ministro francés, François Bayrou, echó mano ayer del artículo 49.3 de la Constitución para aprobar la ley de los presupuestos generales del Estado.
Los diputados debían examinar el texto del compromiso que alcanzó el pasado viernes una comisión mixta paritaria de 14 diputados y senadores, pero como todos los integrantes de la comisión pertenecientes a la oposición votaron en contra, la ley tenía todas las posibilidades de ser rechazada, por lo que a Bayrou no le quedó otra opción que adoptar la ley directamente, sin pasar por la Asamblea, pero asumiendo la responsabilidad del gobierno; es decir, la posibilidad de enfrentarse a una moción de censura. Unas horas más tarde también recurrió al mismo procedimiento para aprobar la ley de financiación de la Seguridad Social.
Inmediatamente, La Francia Insumisa (LFI), anunció que presentaba dos mociones de censura contra el Gobierno. Pero los socialistas decidieron una vez más tomar un camino distinto de sus aliados del Nuevo Frente Popular (NFP) y no siguieron su ejemplo. La dirección del partido decidió por 59 votos contra cuatro que no votarán una moción de censura.
Aunque algunos socialistas hubieran preferido dejar caer el gobierno y no marcar distancias con el resto de aliados del NFP (insumisos, ecologistas y comunistas), la mayoría de la ejecutiva quiere centrar sus posturas y considera que «empresas, municipios y asociaciones» necesitan un presupuesto. «No es un buen presupuesto, pero Francia necesita un presupuesto», justificó el diputado socialista Arthur Delaporte. Además, durante las negociaciones de la comisión mixta paritaria habían obtenido una serie de compromisos por parte del ejecutivo.
Las críticas de los insumisos no se hicieron esperar. Su líder, Jean-Luc Mélenchon, comentó que esta decisión del Partido Socialista «consuma su apoyo al gobierno de Bayrou». Ya el pasado 16 de enero, los socialistas se diferenciaron del resto del NFP al no votar la censura del gobierno que había presentado LFI tras la declaración de política general del nuevo primer ministro. Mélenchon acusó a los socialistas de «fracturar» la coalición de izquierdas y «no respetar ningún compromiso».
A lo largo de estas últimas tres semanas, las tensiones y presiones en el seno de la izquierda se han ido multiplicando. El coordinador de LFI Manuel Bompard ha llegado a amenazar con que «en caso de nuevas elecciones legislativas, los diputados que no hayan votado la moción de censura no podrán representar al Nuevo Frente Popular», y todo socialista que ignore sus amenazas tendrá enfrente un candidato de LFI en las próximas elecciones.
Estas maniobras no implican que todos los socialistas hayan decidido apoyar de forma incondicional al gobierno de François Bayrou, y éste tenga asegurada su supervivencia. Por un lado, aunque la dirección haya decidido no votar la moción de censura, puede ocurrir como en la del pasado 16 de enero, que 8 diputados socialistas rompieron la disciplina del partido y votaron a favor. Si este miércoles los lepenistas y aliados votaran la moción de censura de LFI, bastaría con que una quincena de socialistas se les unieran para que el gobierno cayera.
El Partido Socialista va a presentar una moción de censura la semana que viene en nombre de «los valores de la República», para sancionar a Bayrou por sus comentarios sobre el «sentimiento de sumersión migratoria» que asola al país. Aunque saben que no tiene ninguna posibilidad de éxito sin los votos de la Agrupación Nacional que están de acuerdo con Bayrou en este punto.
Ahora falta saber qué hará la Agrupación Nacional. El partido de Marine Le Pen ha dicho que esperará hasta el miércoles para tomar una decisión.