Bolsonaro, acusado formalmente de tramar un golpe de Estado

Héctor Estepa
Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El expresidente Brasileño Jair Bolsonaro.
El expresidente Brasileño Jair Bolsonaro. UESLEI MARCELINO | REUTERS

El juicio comenzará pronto para que no influya en los comicios

20 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las apariciones públicas de Jair Bolsonaro en los días posteriores a su derrota electoral de octubre del 2022 fueron contadas. Miles de los seguidores más acérrimos del entonces presidente protestaban frente a los cuarteles, en varias ciudades, pidiendo una intervención militar contra la victoria en las urnas de Lula Da Silva, mientras el expresidente guardaba un silencio incómodo. La Fiscalía brasileña tiene claro qué estaba haciendo el líder ultraderechista esos días, mientras estaba encerrado en su despacho: este martes le acusó formalmente de haber liderado el planeamiento de un golpe de Estado para anular las elecciones y permanecer en el poder.

Ese plan habría incluso contemplado el asesinato, vía envenenamiento, del progresista Lula y a través de armas bélicas al juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, centroderechista y fervorosamente denostado por los seguidores de Bolsonaro por sus actuaciones contra él.

Según la denuncia, formulada por el Fiscal General Paulo Gonet, el ex mandatario tuvo pleno conocimiento de esos planes. El teniente coronel Mauro Cid, ex edecán de Bolsonaro, cuya delación fue premiada a cambio de una reducción de condena y que ofrece el principal testimonio sobre el que se sostiene la denuncia, asegura que el ex presidente pidió que un grupo monitorease los movimientos del juez y que esa operación llegó a realizarse.

Una «fantasía incoherente»

Bolsonaro y otras 33 personas, entre ellas su ex ministro de Defensa, Walter Braga Netto, están acusados de pertenecer a una organización criminal armada para generar un golpe de Estado, de tentativa de abolición del Estado de Derecho, daños calificados por violencia y deterioro de bienes catalogados.

Querían, según la Fiscalía, generar un «ambiente de conmoción social» para lograr atraer a los comandantes del Ejército de dar un Golpe militar. Esa agitación no acabó produciéndose, ya que las protestas fueron seguidas solo por los más acérrimos bolsonaristas y la práctica totalidad de la población brasileña se mantuvo al margen.

Tampoco los militares lo secundaron. El ex comandante del Ejército Freire Gomes declaró que tanto él como el ex comandante de la Fuerza Aérea, Baptista Junior, se negaron rotundamente a llevar a cabo un plan que sí habría sido aprobado por el ex comandante de la Marina, Almir Garnier. Bolsonaro, que lo niega todo y ha calificado la denuncia como «inepta», «incoherente» y «fantasiosa», podría ir a juicio pronto. El STF, que tiene que decidir si inicia diligencias, filtró ayer a la cadena Globo que podría acelerar el proceso para que no interfiera con las elecciones presidenciales del 2026, para las que el líder ultraderechista ya está inhabilitado.

Al frente del proceso estará De Moraes. El polémico juez ha sido noticia porque Trump Media, una empresa del presidente estadounidense, le demandó por supuestamente censurar voces de la derecha en Brasil.