Zelenski acepta llegar a un pacto con EE.UU. en inversiones y seguridad en un gesto de distensión
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INTERNACIONAL

Bruselas y los líderes europeos multiplicaron los apoyos al presidente ucraniano, tras los ataques de Trump, y lo definen como un líder elegido democrático al contrario que Putin
21 feb 2025 . Actualizado a las 10:09 h.Volodímir Zelenski se reunió este jueves con el enviado de Donald Trump, tan solo un día después de que el presidente estadounidense asumiera el argumentario ruso que justificó la invasión de Ucrania. El encuentro tenía como objetivo discutir vías para poner fin a la guerra que salvaguarden los intereses de Kiev y, de paso, desactivar las tensiones entre los dos países después de que Trump calificara a Zelenski de «dictador» y el líder ucraniano lo acusara de hacerse eco de la propaganda rusa.
La cancelación de la rueda de prensa conjunta tras la reunión, a petición de la parte estadounidense, hizo temer que la tensión diplomática se elevará un grado más. Así, en un primer momento, solo trascendió el apretón de manos protocolario entre Zelenski y Kellogg. Sin embargo, en un gesto de distensión, horas después, Zelenski calificó de «productivo» el encuentro y transmitió a su interlocutor su disposición a firmar con EE.UU. un acuerdo sobre inversiones que incluya también garantías de seguridad para su país. «Hemos propuesto la forma más rápida y constructiva de lograr resultados», escribió en las redes sociales.
Nada más pisar suelo ucraniano, Kellogg dijo que su misión sería «sentarse y escuchar» las preocupaciones de Kiev y que comprendía la necesidad de darle garantías de seguridad en cualquier acuerdo posbélico.
Antes del mensaje de Zelenski, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, en una entrevista en la cadena Fox, había advertido a Kiev que tenía que «rebajar el tono» y firmar la propuesta de ceder el 50 % de sus recursos naturales a Washington. Como explicó el miércoles el propio Zelenski, rechazó cerrar ese trato porque no incluía garantías de que Estados Unidos continuará apoyando la seguridad de su país.
Antes de la reunión en Kiev, Trump no se había movido de su posición. En declaraciones en el Air Force One, reiteró la acusación contra Zelenski de ser un dictador por no haber celebrado elecciones (algo que la ley marcial impide convocar) y afirmó que los rusos «tienen las cartas a su favor, porque han conquistado mucho territorio». También expresó su frustración por la negativa de Zelenski a firmar el pacto para explotar las tierras raras y le advirtió que, si se niega, las consecuencias «no lo harán muy feliz». Y añadió que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, había sido «tratado con bastante rudeza» durante su visita a Kiev. Bessent abrió este jueves la puerta a poner sobre la mesa de negociaciones el alivio de las sanciones a Rusia.
En su discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el principal foro ultraconservador, el vicepresidente J.D. Vance se dedicó a destacar la capacidad negociadora de Trump y que, en su opinión, «estamos al borde de la paz en Europa por primera vez en tres años».
Mientras la guerra continúa, Rusia volvió a atacar una infraestructura energética en la región de Odesa, bajo el argumento que las instalaciones abastecían a Ejército ucraniano.
Apoyo del Viejo Continente
Al otro lado del Atlántico, se multiplicaron los apoyos a Zelenski tras el ataque lanzado contra él por Trump. La Comisión Europea reivindicó que es un «líder elegido democráticamente», al contrario que el presidente ruso, Vladimir Putin. «Zelenski fue elegido democráticamente en unas elecciones justas, libres y democráticas. Ucrania es una democracia, mientras que la Rusia de Putin no lo es», aseguró el portavoz comunitario, Stefan de Keersmaecker. Ese mismo mensaje salió de la mayoría de los líderes de los Veintisiete y del primer ministro británico, Keir Starmer, que incluso telefoneó al líder ucraniano.
La nota discordante la puso una vez más la Hungría de Viktor Orbán. Su ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjártó, amenazó con bloquear el lunes la nueva tanda de sanciones de la UE contra Rusia, porque hay que dar tiempo a las negociaciones de paz. Otras veces ha lanzado la misma amenaza, pero al final no ha hecho efectivo su veto.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, instó a la UE a «despertar» y «actuar» para dejar atrás la «inercia geopolítica y económica» tras los ataques de Trump a Zelenski y a los europeos. Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, apuntó al ingreso de Ucrania en la Unión Europea y un ejército fuerte con el apoyo de los aliados europeos y trasatlánticos como requisitos para poder alcanzar una paz negociada.