Israel crea una agencia para gestionar la deportación de los gazatíes cuando la ofensiva suma ya 50.000 muertos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Dos mujeres se resguardan durante un ataque aéreo israelí en la ciudad de Gaza.
Dos mujeres se resguardan durante un ataque aéreo israelí en la ciudad de Gaza. Stringer | REUTERS

El nuevo organismo estará dirigido por el ministro de Defensa, que se encargará de «preparar y facilitar el tránsito seguro y controlado de los residentes de Gaza para su salida voluntaria a tercero países»

23 mar 2025 . Actualizado a las 19:48 h.

Un año y cinco meses de su inicio, la cifra de muertos en la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza supera ya los 50.000 tras los últimos bombardeos. En concreto los fallecidos ascienden a 50.021 personas y los heridos a 113.274, según el Ministerio de Sanidad gazatí.

Pes al último número de víctima, los  líderes políticos y militares de Israel planean intensificar la guerra contra Hamás con una nueva campaña terrestre que podría incluir una ocupación militar durante meses o años, según The Washington Post.

Un mujer llora a un familiar fallecido en el hospital Nasser, en Jan Yunis.
Un mujer llora a un familiar fallecido en el hospital Nasser, en Jan Yunis. Hatem Khaled | REUTERS

Israel rompió el alto el fuego el pasado martes y desde entonces los ataques se han cobrado la vida de al menos 673 personas, la mayoría civiles, y han provocado al menos 125.000 desplazados. Los bombardeos y la ofensiva terrestre se concentraron este domingo sobre todo en el área de Jan Yunis y Rafah, matando a 39 personas.

Abatido un líder de Hamás

Hamás confirmó la muerte de Salah al Bardaweel, miembro del buró político del grupo islamista, junto a su mujer, en un ataque a la zona humanitaria de Mawasi. Se trata de una área de la costa donde malviven miles de desplazados abarrotados y en tiendas de campaña sin agua y sin luz.

La desnutrición se extiende por el enclave palestino en Gaza, cuando el bloqueo total israelí a los suministros entra en su cuarta semana y el corte del suministro eléctrico se mantiene desde hace catorce días. Seis de las 23 panaderías operadas por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU están cerradas debido a la falta de gas para cocinar, mientras que Unrwa, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, tenía harina para solo seis días. Los precios de la limitada cantidad de alimentos que aún se encuentran disponibles se han disparado y ahora son inasequibles para casi todos. Un kilo de patatas cuestan cinco euros, cinco veces más que hace un mes, mientras que las bombonas de gas para cocinar se venden a 55 euros, cuatro veces más cuatro veces más que antes del fin de la frágil tregua, según recoge el diario The Guardian

«Salida voluntaria»

En medio de la devastación, el Gabinete de Seguridad israelí aprobó de madrugada la creación de una agencia para gestionar la «salida voluntaria» de la población palestina de la Franja a terceros países. La nueva agencia coordinará las acciones de otros organismos oficiales, como las Fuerzas Armadas, el Shin Bet (servicios secretos para el interior) o la Policía, aunque estará bajo la autoridad del ministro de Defensa, Israel Katz. 

Podrá además comunicarse con organizaciones internacionales para «preparar y facilitar la salida segura y supervisada de la población de Gaza que desee marcharse voluntariamente a terceros países», según la propuesta del propio Katz aprobada por el Gobierno y recogida por el diario Yedioth Aharonoth. Así, deberá garantizar la salida segura a través de rutas y se encargará de instalar controles para la población que abandone a pie el enclave a través de los pasos fronterizos. Después coordinará la infraestructura y los desplazamientos terrestres, marítimos y aéreos hasta los países de destino.

«Estamos trabajando por todos los medios para poner en marcha la idea del presidente estadounidense [Donald Trump] y permitir que cualquier residente de Gaza que así lo desee pueda marcharse voluntariamente a un tercer país», ha explicado Katz.

Según estudios israelíes sobre la población gazatí, aproximadamente la mitad de los más de dos millones de habitantes de la Franja de Gaza quieren marcharse. Además, un 90 por ciento de la población con estudios universitarios estaría dispuesta a emigrar si se les da la oportunidad.

La semana pasada el propio Katz dirigió un mensaje a la población de Gaza en el que aseguraba que «la evacuación de la población comenzará pronto» y les invitada a «echar a Hamás».

En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina ha manifestado su «extrema preocupación» por la «creación de una administración militar» para el desplazamiento de la población gazatí bajo el pretexto de la «reubicación voluntaria».

Trump ha planteado que más de 1,5 millones de palestinos sean trasladados a Egipto y Jordania y ha dicho incluso que Washington podría hacerse con el control del enclave, algo rechazado frontalmente por la Autoridad Palestina, Hamás y los países de la región, que han alertado de que esto podría suponer una limpieza étnica.

El Gabinete también aprobó la legalización de trece nuevos asentamientos en Cisjordania, que serán reconocidos a partir de ahora como municipios dentro de la administración israelí.

El Gobierno de Netanyahu aprueba una moción de censura contra la fiscala general 

El Gobierno israelí aprobó ese domingo de forma unánime una moción de censura contra la fiscala general del Estado, Gali Baharav-Miara, en medio de protestas contra la deriva autoritaria que está adoptando Benjamin Netanyahu con el respaldo de sus socios de ultraderecha. La moción es un primer paso simbólico para la destitución de la fiscala. Una decisión que está en manos de un comité especial, que no cuenta actualmente con el cuórum necesario para hacerlo, por lo que se espera que miembros de la coalición de Netanyahu sean nombrados en él.

En una carta enviada a los medios, Baharav-Miara acusa al Gobierno israelí de «actuar al margen de la ley y de intentar silenciar el sistema de asesoría legal».