El Gobierno luso da 20 días a las autoridades de comunicaciones y transporte para investigar el apagón

INTERNACIONAL

La ministra de Transición Ecológica española, Sara Aagesen, se reúne este viernes con su homólogo portugués por videoconferencia
02 may 2025 . Actualizado a las 11:25 h.Ante la imposibilidad de dar explicaciones, el Gobierno portugués quiere dejar claro que ni el apagón fue culpa suya ni pudo haber gestionado la crisis de otra manera, y multiplica sus peticiones de auditoría a cualquier autoridad competente. Tras solicitar a Bruselas que investigue a los países afectados, este jueves el Ministerio de Infraestructura y Vivienda dio 20 días a los reguladores de los transportes aéreos, terrestres y de telecomunicaciones para detallar las causas e impactos del corte de energía. En todo el país se vio afectado un 30 % de los vuelos y las telecomunicaciones volvieron a quedar en evidencia con la caída del Sistema Integrado de Redes de Emergencia y Seguridad de Portugal, una herramienta estratégica.
Esclarecer la situación requerirá comunicación fluida con España, y este viernes se celebrará la primera reunión entre ambos Gobiernos, según confirma el Ministerio de Medioambiente y Energía luso. La ministra Maria da Graça Carvalho se reunirá por videoconferencia con su homóloga española, Sara Aagesen. Posiblemente, uno de los temas más calientes sea la decisión portuguesa de paralizar, «por precaución», el intercambio comercial de electricidad hasta la semana que viene.
¿Qué ocurrió del lado portugués? «Más que señalar a España, las auditorías solicitadas por el Gobierno portugués parecen ser un mensaje interno», comenta a La Voz el periodista especializado en energía Miguel Prado. En el momento del apagón, Portugal importaba desde España un 30 % de su consumo eléctrico, lo que dejó directamente sin energía al 93 % de los usuarios lusos. Al contrario que Francia, que se desconectó de la red española para no «contagiarse», Portugal no tenía esa posibilidad, ya que carece de conexión a otros países que le puedan dar apoyo. «Ante una situación de variación de tensión de tal magnitud, el sistema eléctrico portugués no tiene capacidad para desconectarse sin incurrir en un apagón también aquí», dice Prado.
Surge también otra duda: si el volumen de importación supone una exposición innecesaria a la red española. «Aunque está por encima de la media, es un volumen habitual, que responde a una lógica económicamente racional. En ese momento, en España había una abundancia de renovables, más baratas para Portugal que su propia energía. Es el Mercado Ibérico de Electricidad, que lleva funcionando bien y dándonos ventajas desde el 2007», comenta Prado, destacando que la situación del lunes es «absolutamente excepcional», y que «hay muchas más ventajas que riesgos en tener un único mercado eléctrico». Cuanto más grande es el mercado, más fácil será compensar el consumo y producción de energía, que es el principio en que se sustenta el sistema.
Por último, ha sorprendido la rápida reacción de Portugal, que, a diferencia de España, no contaba con el apoyo de otros sistemas vecinos para reactivarse. «Hubo una respuesta rápida y competente, a pesar de algunas dificultades para reiniciar el sistema con las dos centrales de black star» (dispositivo que permite un reinicio desde cero). «Fue algo sin precedentes y es difícil exigir una respuesta diferente porque no tenemos comparación. El gran desafío fueron las redes de telecomunicación», concluye Prado.