Rusia se resiste a una tregua en Ucrania y solo pacta un canje de prisioneros
INTERNACIONAL

El primer contacto directo en tres años de guerra se cierra con vagos avances, como el compromiso de estudiar un futuro alto el fuego
17 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Después de tres años de silencio, rusos y ucranianos hablaron cara a cara durante una hora y cuarenta minutos y retomaron un proceso de paz que acerca la posibilidad de una tregua Ucrania. La cita de Estambul fue un primer paso que sirvió para que ambas partes acordaran un intercambio de dos mil prisioneros «en los próximos días» y se comprometieran a presentar sus respectivas visiones de «un futuro alto el fuego». El lado ruso recogió también la petición de Ucrania de organizar una cumbre entre Volodímir Zelenski y Vladimir Putin.
Retomar el proceso de paz, roto en esta misma ciudad en marzo del 2022, no fue sencillo. La cumbre de Estambul estuvo marcada por las ausencias de Putin, Zelenski y Donald Trump, empezó con muy bajas expectativas y acabó al menos con la puerta abierta para seguir por la vía diplomática. Vladimir Medinski, cabeza de la delegación rusa, declaró a los medios que Moscú está «dispuesto a continuar el contacto» y que salen de Estambul con un «principio de acuerdo para intercambiar planes sobre un alto el fuego».
No hubo saludo inicial entre las delegaciones. Rusos y ucranianos, cuyo grupo lideró el ministro de Defensa, Rustem Umérov, estaban juntos en la misma sala de reuniones del palacio Dolmabahçe, pero parecía que estuvieran sentados en orillas diferentes del Bósforo. El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, fue el mediador de un encuentro gélido, como lo son todos los encuentros de este tipo. Fidan declaró que la reunión marcó «un día importante para la paz mundial» y adelantó que «ambas partes han llegado a un acuerdo para seguir con las negociaciones». Turquía vuelve a resurgir como gran mediador del conflicto, como ya lo fue, con éxito, para lograr el acuerdo para la exportación de cereales entre estos dos mismos enemigos.
Diferentes velocidades
Ucrania tiene prisa por lograr una desescalada, Rusia no. A lo largo de la jornada se sucedieron las filtraciones a los medios de fuentes diplomáticas del país invadido lamentando las «exigencias poco realistas» del enemigo. Entre las peticiones rusas figuraría la exigencia de que el Ejército de Kiev se retire de las cuatro provincias anexionadas de forma unilateral por Moscú. Putin se anotó una pequeña victoria ya que el proceso arrancó mientras las armas siguen hablando en Ucrania y su Ejército logra avances diarios en el campo de batalla, lentos, pero constantes.
Zelenski siguió las conversaciones desde Tirana, donde participó en la cumbre europea, y escribió en su cuenta de Telegram que «Ucrania está dispuesta a dar los pasos más rápidos posibles para lograr una paz verdadera, y es importante que el mundo mantenga una postura firme». El líder ucraniano pidió a sus aliados más presión sobre Moscú para obligarle a aceptar el cese de las hostilidades lo antes posible. El problema es que Moscú quiere marcar los tiempos. The Economist, citando fuentes presentes en la reunión, aseguró que en un momento del encuentro el jefe de la delegación rusa dijo que «no queremos la guerra, pero estamos dispuestos a luchar durante un año, dos, tres, lo que sea necesario. Luchamos contra Suecia durante 21 años. ¿Hasta cuándo están dispuestos ustedes a luchar?»
En la jornada previa al reinicio del proceso de paz, Trump dejó claro que las cosas no avanzarían de verdad hasta que mantenga un cara a cara con Putin. Esta es una mala noticia para los ucranianos ya que, después de tres años de una guerra muy dura, ven cómo su futuro no está en sus manos, está en las manos de Trump. Hasta que se produzca ese encuentro, la vía diplomática puede servir para asentar las bases de un acuerdo que seguro será doloroso para Ucrania porque supondrá la pérdida de territorio a manos del vecino. Lo que persigue Zelenski es la garantía de que Rusia no les volverá a atacar y eso solo depende de Putin.