Starmer lanza un plan de defensa que prepara al Reino Unido para la guerra
INTERNACIONAL

El primer ministro británico inyecta millones en sus Fuerzas Armadas para afrontar potenciales agresiones de países como Rusia
03 jun 2025 . Actualizado a las 08:55 h.Un país «seguro, fuerte, blindado y listo para la batalla». Así es el Reino Unido que Keir Starmer quiere para afrontar potenciales agresiones de países como Rusia. Y para lograrlo, el primer ministro británico ha decidido inyectar esteroides en forma de millonarias inversiones a sus Fuerzas Armadas, para dotarlas de nuevo y sofisticado armamento, como doce submarinos nucleares de última generación.
«Rusia ya amenaza nuestros cielos y nuestras aguas, y nos amenaza con ciberataques, así que estamos lidiando con una amenaza real», declaró el premier laborista durante un discurso ofrecido en Glasgow, en el que presentó la llamada Revisión Estratégica de Defensa.
«Estamos avanzando hacia la preparación para la guerra de nuestras Fuerzas Armadas», dijo. «Cuando nos vemos amenazados por Estados con ejércitos militares avanzados, la manera más eficaz de disuadirlos es estar preparados y, francamente, demostrarles que estamos listos para lograr la paz mediante la fuerza», agregó.
Más de todo
Los nuevos submarinos que reemplazarán a los actuales de la clase Astute, que portan los misiles nucleares Trident, estarán listos para la próxima década y tendrán un coste de 15.000 millones de libras (17.700 millones de euros). Pero los nuevos planes también incluyen la construcción de seis factorías de munición por 6.000 millones de libras (7.103 millones de euros), incorporar hasta 7.000 armas de largo alcance y más drones. Y, por último, el premier anunció la meta de aumentar el tamaño del ejército hasta 76.000 soldados. Actualmente, tiene menos de 70.000 uniformados.
El ministro de Defensa, John Healey, aseguró que las nuevas inversiones harán a las Fuerzas Armadas británicas «diez veces más letales», porque combinarán «tecnología como los drones y la inteligencia artificial con tanques pesados y artillería». Sin embargo, desde la oposición conservadora calificaron los anuncios como una «lista de buenos deseos» y pusieron en duda su materialización, debido a la negativa de Starmer de comprometerse a elevar el gasto en defensa al 3 % del producto interior bruto (PIB) para mediados de la próxima década.