El Gobierno británico restablece las ayudas para la mayoría de los pensionistas de menos ingresos

j. f. alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El primer ministro británico, Keir Starmer
El primer ministro británico, Keir Starmer TOLGA AKMEN | EFE

La rectificación de Starmer abre las puertas a un aumento de los impuestos en el otoño, según los economistas

10 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hemos escuchado las preocupaciones de los ciudadanos». Con estas palabras la ministra británica de Economía, Rachel Reeves, desenterró las ayudas para que los jubilados de menos recursos puedan pagar sus facturas de luz y calefacción este invierno. Y aunque ella fue quien sepultó estas ayudas, una impopular medida que, según los expertos, fue la responsable del batacazo que el Gobierno de Keir Starmer sufrió en las elecciones municipales parciales de mayo, Reeves rechazó disculparse.

«Suprimir el Winter fuel payment [Pagos para el combustible en el invierno, el nombre oficial del subsidio] fue una decisión difícil, pero acertada, debido a la herencia que recibimos del Gobierno anterior», defendió la responsable de las finanzas públicas, quien agregó: «Gracias a las medidas que hemos implementado y a que hemos recuperado la estabilidad económica ahora podemos traer de vuelta estas ayudas».

Sin embargo, no todos los pensionistas que antes recibían el subsidio lo recuperarán. El Ministerio de Economía ha establecido que solo aquellos que devenguen hasta 35.000 libras anuales (41.537 euros) podrán recibir las 300 libras (356 euros) para ayudarlos a pagar la calefacción. Se estima que unos 9 millones de jubilados cumplen el nuevo requisito, lo cual supone alrededor de las tres quintas parte del total de cerca de 12 millones que hay en el país, según las últimas cifras oficiales.

La oposición aprovechó la rectificación del Gobierno para atacarlo. Los conservadores calificaron de «humillante» el bandazo, mientras que los liberales demócratas y los populistas del Partido de la Reforma se atribuyeron el crédito por el giro de 180 grados.

El Gobierno laborista admitió que su decisión costará a las arcas públicas 1.250 millones de libras (1.483 millones de euros). Sin embargo, las autoridades indicaron que gracias a los cambios la factura será 450 millones (534 millones) menor que el modelo anterior.

No obstante, desde el Instituto de Estudios Fiscales advirtieron que la corrección aboca al país a dos escenarios: «Un aumento de impuestos o a nuevos recortes en el gasto en servicios públicos u otras ayudas», escribió el director del organismo, Paul Johnson.