El respaldo de la Casa Blanca a la ofensiva israelí abre grietas en el movimiento trumpista

INTERNACIONAL

El discurso antibélico de Trump, a prueba ante las exigencias del movimiento MAGA de no arrastrar a EE.UU. a otra guerra
15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump se presentó como el pacificador que pondrá fin a los conflictos de Gaza y Ucrania, aunque hasta ahora sus esfuerzos de lograr la paz han fracasado. «No voy a empezar una guerra, voy a detener las guerras», prometió. Su promesa antibélica está ahora a prueba por su apoyo al ataque de Israel contra Irán y abre grietas entre trumpistas intervencionistas y aislacionistas.
Mientras los halcones republicanos aplauden la ofensiva bélica contra el régimen de los ayatolás, parte de la base del movimiento Make America First Again (conocido por las siglas MAGA) reniegan de ella ante el temor de que pueda arrastrar a Estados Unidos a un conflicto extranjero.
Las promesas electorales de Trump chocan con su anuncio de que estaba informado previamente de los planes de Netanyahu, y no parece que haya intentado disuadirlo. A la vez, instaba a las autoridades persas a continuar las negociaciones a cambio de garantizarles de que frenaría a Israel y garantizaría la paz. Palabras que ahora se descubren como una cortina de humo para pillar desprevenidos a los iraníes.
Los activistas del movimiento MAGA se oponen al ruido de sables. No quieren ver de nuevo a soldados estadounidenses en un enredo bélico como el de Afganistán o Irak, y advierten contra las muestras de apoyo a Israel.
Entre los que se opone está Steve Bannon, el principal estratega de Trump en su primer mandato, quien considera que los intereses estadounidenses e israelíes no son necesariamente idénticos, según recoge Financial Times. «Ellos [los israelíes] priorizan a Israel; nosotros siempre debemos priorizar a EE.UU.», sentencií antes de añadir: «Y en Jerusalén deberían reflexionar sobre el mensaje de Cristo: a hierro matan, a hierro mueren».
Tucker Carlson, el expresentador de Fox y altavoz de los ultraconservadores, defiende que implicarse en la guerra «representaría una profunda traición» para los trumpistas. Incluso el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, habitualmente un halcón en política exterior, se apresuró a distanciarse de los ataques «unilaterales» de Israel.
«Las elecciones de medio mandato no están lejos y la mayoría en el Congreso ya es muy ajustada», advertía el activista youtubero Jack Posobiec.
El movimiento cristiano evangélico, que contribuyó a las dos victorias electorales de Trump, defiende en cambio a Israel, al igual que muchos congresistas trumpistas intervencionistas. «Israel tiene derecho a defenderse», declaró el congresista Andy Harris.
El anuncio de la ofensiva israelíes fue aplaudida en cambio por Mark Levin, un analista político conservador. «Los iraníes están a punto de recibir una paliza», dijo. Ante la reacción de los trumpistas, escribió en la red X: «Estoy harto de los aislacionistas que hablan de la vieja y fallida política exterior del pasado e insisten en que han descubierto el secreto, una nueva vía de avance: el aislacionismo. No hay nada nuevo ni bueno en el aislacionismo, que, en una palabra, es apaciguamiento. Es viejo y promueve guerras, como la Segunda Guerra Mundial».