Dos supervivientes en accidentes de avión y un mismo asiento, el 11A: «Es de estas cosas que dan escalofríos»
INTERNACIONAL

La estrella del pop tailandés James Ruangsak recordó su accidentado vuelo en diciembre de 1998 al conocer el lugar donde iba el único superviviente del siniestro de Air India: «Se sentó en el mismo asiento que yo»
17 jun 2025 . Actualizado a las 08:16 h.Dos fatales accidentes de avión con 27 años de diferencia con algo en común. Sendos supervivientes ocupaban exactamente el mismo asiento: el 11A. Uno sucedió en Tailandia en 1998; el otro en la India hace nada, en este mismo 2025. Y los dos protagonistas de esta coincidencia milagrosa consiguieron salir vivos por su propio pie de una grave catástrofe aérea.
El primero sucedió el 11 de diciembre de 1998. El Airbus A310-300 que operaba el vuelo 261 de Thai Airways, de Bangkok a Surat Thani, estaba ya en el aeropuerto de destino. El mal tiempo y la escasa visibilidad hicieron complicada la labor del piloto, que intentó aproximarse sin éxito en dos ocasiones. En la tercera, el avión se estancó en el aire y la nariz de la aeronave se inclinó bruscamente hacia arriba. Se cree que la desorientación fue lo que causó que se estrellase contra una área pantanosa. Murieron 101 personas y 45 sufrieron heridas. El actor y cantante tailandés James Ruangsak fue uno de los afortunados. El asiento 11A le salvó la vida.
El 12 de junio de este 2025, era el Boeing 787-8 que operaba el vuelo 171 de Air India en la ruta entre la ciudad india de Ahmedabad y Londres se estrelló ya durante el despegue. Impactó contra un colegio de medicina que había cerca del perímetro del aeropuerto. Llevaba a bordo 230 pasajeros y 12 tripulantes. Solo sobrevivió una persona: Vishwash Kumar Ramesh. Estaba también sentado en ese milagroso 11A.
«Se sentó en el mismo asiento que yo», escribió el actor y cantante tailandés en una publicación en su cuenta oficial de Facebook. Se le heló la sangre al ver esa coincidencia. «Es de estas cosas que dan escalofríos», escribió en otro post. De repente, los recuerdos de lo que había vivido hace 27 años regresaban a su cabeza de golpe. «Todavía recuerdo los sonidos, los olores; incluso el sabor del agua en el pantano en el que nos estrellamos», contó la estrella del pop al Daily Mail.
Para él, fue volver a la vida de nuevo. Pasó por el hospital y el cariño de la gente fue abrumador. Se queda con eso. Pero no significa que no hubiera secuelas ante tal experiencia cercana a la muerte, y después de estar rodeado de cadáveres y personas agonizantes. «Tuve dificultades para volar durante al menos los 10 años siguientes del impacto; me costaba respirar, incluso cuando las condiciones de vuelo eran completamente tranquilas», rememoró. Por supuesto, todo se agravaba cuando el cielo estaba en peores condiciones. «Si veía nubes negras o tormentas, me sentía horriblemente mal, como si estuviera en el infierno».
Durante años, su supervivencia fue casi monotema. Pero se marcó el objetivo de dejar de hablar de ello. Solo le traía malos recuerdos y peores sentimientos; no solo por él, sino también por las familias que habían perdido a los suyos. ¿Por qué él y no los demás? «Me enseñó una lección: que la incertidumbre es la única certeza que hay en la vida». El accidente le había hecho ser consciente de la aleatoriedad y la fragilidad de la propia vida.
La experiencia de Vishwash Kumar Ramesh en el vuelo de Air India tampoco será fácil de olvidar. Fue el único superviviente, capaz de salir del avión a escasos segundos de que se produjese una explosión en el interior de la aeronave. Según contó a los periodistas que se acercaron al hospital, no tuvo que abrir la puerta de emergencia, sino que ya estaba rota cuando fue capaz de tomar consciencia de la situación. «La puerta estaba rota, mi asiento estaba roto, y simplemente intenté salir», explicó, «había fuego alrededor, y tan pronto salí, escuché una explosión». Logró abandonar la aeronave a pie y dio con una ambulancia que se había acercado hasta el lugar. Estaba salvado.
El asiento 11A: ¿garantía de supervivencia?
Los expertos aseguran que esto no es más que una mera coincidencia. No hay ninguna garantía de que el asiento 11A, o ningún otro, tenga más índice de supervivencia que otros.
En este avión en concreto, y en muchos otros, el 11A coincide con una de las salidas de emergencia, lo que hace que, en caso de accidente, los situados en él tengan mayores probabilidades de poder abandonar inmediatamente la aeronave en caso de sobrevivir al choque. Pero en el propio avión de Air India hay el caso que demuestra que no es infalible. Los situados en el extremo contrario de la misma fila no podrían haber salido, ya que la puerta de emergencia del otro lateral estaba atrancada por el muro del edificio.
A veces, incluso puede darse el caso contrario, que sea el peor sitio posible. Como recuerda la agencia Reuters, hace solo un año, nada más despegar el vuelo 1282 de Alaska Airlines, una de las puertas de emergencia salió disparada hacia fuera, provocando una rápida descompresión de la aeronave que obligó a un aterrizaje de emergencia. Por suerte, nadie estaba sentado en el asiento contiguo, lo que podría haber sido fatal, ya que algunos pasajeros cercanos sufrieron heridas leves. Un adolescente perdió la camisa por la descompresión, pero consiguió salvarse gracias a su madre, que lo sujetó.
El asiento 11A, de hecho, es tristemente célebre por ser uno de los sitios más odiados de algunos aviones, como muchos de los operados por Ryanair —en otros de la aerolínea es el 12A—. Ese sitio coincide con los lugares por donde pasan los conductos de ventilación, lo que hace que en esos lugares no haya sitio para ventanas del mismo tamaño que el resto del avión, sino unos pequeños ventanucos que han dado lugar a muchas críticas por parte de usuarios que habían reservado asiento con ventanilla.