El debate entre los iraníes con el ruido de  las bombas de fondo: «No estoy ni con Jamenéi ni con Israel, estoy con Irán»

Jaime León TEHERÁN / EFE

INTERNACIONAL

Dos iraníes, uno con una camiseta con un lema estadounidense, observan Teherán tras el bombardeo a la televisión estatal.
Dos iraníes, uno con una camiseta con un lema estadounidense, observan Teherán tras el bombardeo a la televisión estatal. Majid Asgaripour | REUTERS

Algunos opinan que, si los ataques israelíes sirven para derrocar al régimen islámico, están a favor

17 jun 2025 . Actualizado a las 17:35 h.

Cuando aún humeaba el edificio de la radiotelevisión pública iraní (IRIB) en el centro de Teherán tras ser atacado por Israel, varios vecinos lo observaban y discutían sobre si estaban a favor de los ataques israelíes, de la República Islámica o de Irán a secas. «Yo no estoy ni con Jamenéi (el líder supremo) ni con Israel, estoy con Irán», afirma Maryan, una joven de 23 años, estudiante de Comercio en la capital, acompañada de su padre y de su aterrado perro, a pocos metros de la radiotelevisión pública bombardeada.

Los dos habían subido la calle Khorsand, situada en el distrito 3 de Teherán que el Ejército israelí había avisado horas antes que iba a atacar, cargando al terrier, que acabó en el suelo por el sonido de la explosión. «Whisky, no brandi ni coñac, se llama Whisky», afirmó el padre, Alí, refiriéndose al perro.

Maryan explicó que está a favor de Irán y de los iraníes, pero no de la República Islámica liderada por Jameneí, y rechaza la ofensiva militar que Israel lanzó el viernes y que se ha cobrado ya 224 vidas. «Estoy asustada y no quiero una dictadura pero tampoco una guerra», aseguró.

Una vecina, profesora de instituto de 43 años, estaba totalmente en desacuerdo con la universitaria: «Si estos ataques sirven para derrocar a la República Islámica estoy a favor», sostuvo Parvin. «Esa no es mi televisión, es la de ellos», dijo en referencia a las autoridades islámicas y al bombardeado edificio de IRIB. Al lado, una familia observaba el edificio en llamas y humeante, preparados para salir del barrio a otra zona en coche.

«Claro que estamos asustados», afirmó el padre de la familia, acompañado por su mujer, hija y una abuela.

Un barrio muy residencial

Poco después del ataque aparecieron en la calle efectivos de seguridad vestidos de civil en motos pidiendo los móviles a los que grababan para borrar las imágenes del golpeado edificio de la televisión.

Antes del ataque cientos de vecinos, cargados, se echaron a la calle para irse a otro lugar después del aviso del Ejército israelí de que iba a «atacar la infraestructura militar del régimen iraní» en el distrito 3. En la zona se encuentra el popular parque Mellat, habitualmente abarrotado de familias con niños, además de numerosas oficinas, cafés y restaurantes.

Uno de los vecinos que salía de la zona con sus padres por miedo a los ataques dijo a Efe que creía que quieren atacar la televisión estatal. Efectivamente poco después un proyectil alcanzó el edificio de IRIB, momento que quedó capturado en directo mientras una presentadora hablaba y la retransmisión se iba a negro. La radiotelevisión pública anunció, poco después del ataque, que se retomaría la retransmisión y la presentadora, Sahar Emami, volvió al estudio. 

Desde la madrugada del jueves, Israel está llevando a cabo una campaña masiva de bombardeos contra diferentes puntos de Irán, que ya han causado 224 muertos y más de un millar de heridos, según las autoridades iraníes.

Las fuerzas israelíes han atacado infraestructuras militares, nucleares, civiles y energéticas, pero también barrios residenciales en la capital, que no vivía una situación similar desde la guerra con Irak en los años 80.

Las autoridades iraníes han comenzado a hablar de este conflicto como «guerra impuesta», término usado para la guerra con Irak, quizás en un intento de unir a la población.