
Varios drones israelíes abrieron fuego y mataron a al menos 50 gazatíes junto a un centro de ayuda
18 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Lejos del foco mediático —cada vez más centrado en Irán e Israel—, la Franja de Gaza todavía tiembla bajo las bombas de Tel Aviv. Un goteo constante que no amaina y que sigue apuntando directamente a las colas del hambre. Más de 50 palestinos perdieron este martes la vida y 200 resultaron heridos junto a un centro de distribución de ayuda humanitaria en la ciudad sureña de Jan Yunis. Era temprano. Estaban esperando para recibir harina.
«Primero, los drones israelíes dispararon contra la gente y, minutos más tarde, un grupo de tanques lanzó varios obuses», aseveró la Defensa Civil de la Franja. Un poco más al sur de Jan Yunis, en Rafah, otros 23 gazatíes habían fallecido un día antes en circunstancias similares.
Todavía faltan detalles por conocer de los nuevos ataques, pero muchos medios señalan que las tropas israelíes continúan empleando repetidamente la fuerza letal contra multitudes hambrientas y desesperadas junto a puntos de distribución de ayuda. Si los gazatíes quieren comida, deben asumir el riesgo de ser baleados. «El peligro es demasiado alto para que yo vaya a estos centros —declaraba Awni Abu Hassira, de 38 años, a The New York Times—. No quiero enfrentarme a la muerte de esta manera».
Israel, rescatador y verdugo
Los centros a los que Awni se refería comenzaron a operar hace unas semanas bajo un nuevo sistema respaldado por Israel y gestionado por una empresa estadounidense, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF). Un sistema que reemplaza al anterior —supervisado por la ONU— y que tiene como objetivo proporcionar alimentos a la población civil «sin que caigan en manos de Hamás».
Sin embargo, las Naciones Unidas y otros grupos internacionales han condenado la nueva iniciativa, en parte porque los civiles deben pasar junto a soldados israelíes para llegar a estos puntos, lo que los expone a un mayor peligro. También han señalado que la cantidad de ayuda que llega es insuficiente.
«Una concentración fue identificada junto a un camión de distribución de ayuda que se quedó atascado en Jan Yunis, cerca de las fuerzas que operan en la zona», declaró el Ejército israelí sobre el incidente de este martes. «Las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] lamentan cualquier daño a individuos no involucrados».
Un vídeo de la escena grabado por un fotógrafo local muestra a al menos veinte cuerpos tendidos en un terreno oscuro manchado de sangre. Dos de ellos están destrozados y otros dos tienen heridas abiertas en la cabeza. En otras imágenes se ve gente gritando y vociferando mientras la multitud corre por la zona. Según Thanos Gargavanis, oficial de emergencias de la OMS, es «el resultado de otra iniciativa de distribución de alimentos al margen de la ONU».