El plan para reformar las ayudas a la discapacidad le cuesta a Starmer una baja en el Gobierno
INTERNACIONAL

Downing Street ha restado importancia a la renuncia de la responsable de mantener la disciplina entre los diputados laboristas
03 jul 2025 . Actualizado a las 21:20 h.«No hay peor ciego que aquel que no quiere ver». En el 10 de Downing Street parece que nadie ha escuchado este refrán. Así, pese a las evidentes señales de que la polémica reforma del Estado del bienestar que impulsa el primer ministro, Keir Starmer, va a costarle una rebelión entre los diputados laboristas, en el Gobierno británico vienen negando esta posibilidad.
«No creo que vaya a haber una rebelión», aseguró la ministra de Cultura, Lisa Nandy, al ser consultada sobre la renuncia de Vicky Foxcroft, responsable de mantener la disciplina en las filas del grupo parlamentario laborista, quien en la víspera dimitió en protesta por los planes de recortar las ayudas a las personas con discapacidad e incapacitadas para trabajar.
«Sería un error decir que, cuando se presentan grandes reformas, no hay preocupaciones ni voces disidentes, claro que las hay, pero creo que hemos escuchado sus preocupaciones y presentado un paquete de medidas adecuado», agregó Nandy para justificar su tesis de que no se producirá una revuelta en las filas oficialistas el próximo mes, cuando está previsto que la Cámara de los Comunes vote el plan gubernamental.
Unos 170 diputados laboristas, de los 403 que hay, han expresado sus reservas o abierta oposición a la propuesta del Gobierno para endurecer las condiciones para que discapacitados o incapacitados para trabajar puedan acceder a ayudas. Downing Street defiende el ajuste, con el cual se espera ahorrar unos 4.800 millones de libras (5.600 millones de euros) indicando que es necesario para garantizar la supervivencia del Estado del bienestar.