Trump golpea el plan nuclear iraní con bombas de 13.000 kilos y abre la puerta a un cambio de régimen
INTERNACIONAL
El presidente estadounidense completa un ataque contra tres instalaciones nucleares. Netanyahu le felicita y dice que «La paz se logra con la fuerza»
23 jun 2025 . Actualizado a las 13:56 h.La ventana de dos semanas que el presidente Donald Trump se había dado el pasado el jueves para decidir un posible ataque contra Irán fue mucho más corta. La noche del sábado, Trump ordenó el bombardeo de tres instalaciones nucleares iraníes, entre ellas, la de Fordow, situada dentro de una montaña. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, compareció triunfal ante la prensa para anunciar el éxito de un ataque que «devastó el programa nuclear iraní». Por su parte, el régimen persa prometió una dura respuesta, pero, de momento, tan solo lanzó una nueva ola de misiles contra Israel por décimo día consecutivo, si bien no causó víctimas mortales.
El presidente Trump fue el encargado de informar a la ciudadanía del ataque contra Irán, pero no fue hasta este domingo por la mañana que varios altos cargos del Pentágono detallaron las características del bombardeo e hicieron un primer balance de los daños provocados. En concreto, unas 125 aeronaves participaron en la operación, entre ellas, siete B-52 que fueron los encargados de lanzar 14 bombas anti-búnker. Además, otros 60 misiles impactaron en territorio iraní, algunos lanzados desde buques de guerra desplegados en el Golfo Pérsico.
Según Donald Trump, los grandes bombarderos emprendieron el regreso a territorio estadounidense. El presidente americano ha abierto la puerta a propiciar un cambio de régimen en Irán, con su estilo habitual: «No es políticamente correcto utilizar la expresión 'cambio de régimen', pero si el régimen iraní actual no es capaz de "hacer Irán grande otra vez", ¿por qué no debería de haber un cambio de régimen?», escribió en su red social.
Los blancos del ataque fueron tres instalaciones nucleares: las de Fordow, Natanz e Isfahán, estas dos últimas ya bombardeadas más de una vez por Israel en los últimos diez días. En una rueda de prensa, el Jefe del Estado Mayor, Dan Caine, aseguró que las tres plantas sufrieron un «severo daño y destrucción», si bien reconoció que harán falta días o semanas para poder hacer una evaluación precisa. En su mensaje del sábado, Trump utilizó el adjetivo «arrasadas» para referirse a las centrales, en línea con el tono grandilocuente que suele gastar para definir sus logros.
De momento, Irán no ha ofrecido su propia evaluación concreta de los daños provocados por la operación estadounidense, pero el portavoz de su Organización para la Energía Atómica, Behrouz Kamalvandi, puso en duda su efectividad a largo plazo, ya que el conocimiento nuclear adquirido estos años «no se puede destruir». «Hemos sufrido daños, pero no es la primera vez que la industria sufre daños», aseveró.
La primera reacción iraní llegó a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, que se ha convertido en una especie de portavoz del régimen, ya que el Guía Supremo, Ali Jamenei, se halla escondido en paradero como medida de protección. Araghachi calificó el ataque de «indignante» y aseguró que «tendrá consecuencias duraderas». «Irán se reserva todas las opciones posibles para su legítima defensa», añadió el canciller. Por su parte, el presidente del país, Masud Pezeskhian, acusó a Washington de ser «el principal instigador» de los bombardeos iraelíes desde el principio.
Además de las decenas de bombas, Washington quiso enviar también un mensaje conciliador a Teherán para contener su ira. «EE.UU. no está en guerra con Irán, sino contra su capacidad nuclear», declaró el vicepresidente Vance, mientras Trump expresó su deseo de «hacer la paz» con Teherán. Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio hizo una llamada a China para que convenza a Irán de que no cierre el estrecho de Ormuz, ya que eso tendría consecuencias muy negativas para sus empresas. Además, Rubio instó a la república islámica a sentarse a negociar un nuevo acuerdo nuclear. Lo que suceda a continuación dependerá de lo que Irán decida hacer. Si eligen la vía diplomática, estamos listos», destacó en CBS News.
La operación estadounidense provocó una cascada de reacciones en la escena internacional. Mientras que sus tradicionales adversarios como China o Rusia expresaron su «dura condena» a la acción, la responsable de Exteriores de la UE, Kaja Kallas, hizo una llamada al retorno a la mesa de negociaciones. El Consejo de Seguridad programó una reunión de urgencia para abordar el conflicto, la tercera desde el inicio de las hostilidades.
Mientras tanto, el intercambio diario de proyectiles entre Israel e Irán vivió el domingo un nuevo capítulo. Los ataques israelíes se saldaron con la muerte de tres oficiales de los Guardia Revolucionaria, lo que eleva el balance de víctimas mortales en el país a más de 430.
Congresistas republicanos critican la decisión del presidente de bombardear
La decisión de la Casa Blanca de ejecutar un bombardeo a tres centrales nucleares iraníes provocó ayer discrepancias en el seno del Partido Republicano, aunque pocas fueron las voces que lo hicieron público. En este grupo está el congresista por Kentucky Thomas Massie, que asegura que solo el Congreso —donde los republicanos cuenta con una ligera mayoría— tiene «la autoridad exclusiva para autorizar la guerra» y que la medida del Gobierno no era constitucional. En una publicación en redes sociales, interpela a su compañero de partido, el presidente del Congreso, Mike Johnson, para que esta Cámara lleve a pleno una resolución para votar a favor o en contra de este ataque a Irán. El artículo uno de la sección ocho de la Constitución de Estados Unidos establece que el Congreso es el único con el poder para declararle la guerra a otro país. Trump le reprochó a Massie sus críticas, al asegurar que el congresista «es una fuerza negativa que casi siempre vota ‘no’».
Desde que Donald Trump dejó abierta la puerta a entrar en el conflicto entre Israel e Irán, los republicanos se han mostrado divididos sobre si Estados Unidos debía intervenir y arriesgar verse arrastrado a otro conflicto en Oriente Medio, algo que no hace tanto el presidente descartaba. Si bien Massie se mostraba contrario al bombardeo, el senador republicano por el estado de Texas, John Cornyn, aseguró que el ataque había sido «la decisión correcta». También Nikki Halley, que compitió con Trump en las primarias del partido por la nominación republicana, felicitó al hoy presidente: «Bien hecho».
La UE, alarmada
Occidente reaccionó ayer con alarma al ataque estadounidense a las instalaciones nucleares de Irán. La intervención de EE.UU. en la guerra entre Israel e Irán llega, además, a pocos días de que los jefes de Gobierno de la OTAN se reúnan en la cumbre de La Haya, el 24 y 25 de junio. La cita ha quedado eclipsada por estos acontecimientos, que previsiblemente estarán en la mesa de debate de los líderes de los 32 países miembros.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se mostró preocupada por el ataque de Estados Unidos a Irán y aseguró que el Ejecutivo comunitario celebrará una reunión centrada en la seguridad sobre la escalada del conflicto en Oriente Próximo el miércoles. Por otro lado, Rusia, China y Pakistán emitieron una resolución para un «alto el fuego incondicional» en la zona. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, sin embargo, guardó silencio sobre el bombardeo estadounidense, en línea con la prudencia que caracteriza a esta organización militar.
La OTAN es una alianza de carácter defensivo y disuasorio; y su implicación en las guerras en las que ha intervenido Estados Unidos ha variado a lo largo de la historia, dependiendo de la naturaleza del conflicto. Y, sobre todo, de si se ha invocado el artículo 5 de su Tratado, que establece que un ataque contra un estado miembro supone una agresión contra toda la Alianza Atlántica.
La OTAN no participó de ninguna forma en la Guerra de Corea (1950-1953), ni en la Guerra de Vietnam (1955-1975). Algunos países apoyaron de forma limitada a Washington en la Guerra del Golfo (1990-1991) y en Irak (2003).