Starmer da un espaldarazo a su ministra de Economía después de que llorara en el Parlamento
INTERNACIONAL

El premier asegura que Reeves está «haciendo un excelente trabajo» y seguirá en su cargo por «mucho tiempo»
03 jul 2025 . Actualizado a las 21:28 h.Keir Starmer celebra hoy el primer aniversario de la victoria electoral que lo llevó al 10 de Downing Street. Sin embargo, en lugar de preparar algún festejo, el primer ministro ha pasado las últimas horas lidiando con varias crisis. Así, cuando aún no ha terminado de superar las secuelas del tortuoso proceso para reformar las ayudas a la discapacidad, que estuvo cerca de desembocar en una rebelión en el Partido Laborista, el mandatario ha tenido que salir a disipar las dudas sobre la continuidad de su ministra de Economía, Rachel Reeves.
«Ha hecho un excelente trabajo y hemos generado una inversión extranjera en este país en cifras récord. Ella y yo trabajamos juntos, pensamos juntos. En el pasado ha habido ejemplos (no daré detalles) de ministros de Economía y primeros ministros que no estaban en sintonía. Nosotros sí lo estamos», aseguró a la BBC.
Las palabras de Starmer buscaban salirle al paso al extraño incidente registrado el miércoles durante la sesión de control al Gobierno en el Parlamento. Ese día, mientras el gobernante respondía a las críticas de la líder de la oposición conservadora, Kemy Badenoch, a la reforma de las ayudas a la discapacidad, su ministra de Economía comenzó a llorar.
«Luce miserable», dijo la jefe de los tories, quien le preguntó a Starmer si la responsable de las finanzas públicas seguiría en el cargo hasta el final de la legislatura. El gobernante no respondió, mientras las lágrimas seguían brotando de los ojos de Reeves. Casi de inmediato se desató una ola de especulaciones sobre la sintonía de Starmer y su ministra, que Downing Street intentó atajar, mientras el costo de la deuda británica subió y la cotización de la libra registró una leve caída.
«La gente vio que estaba disgustada, pero eso fue ayer [miércoles]. Hoy es un nuevo día y estoy haciendo mi trabajo», dijo este jueves Reeves, quien indicó que la causa de su llanto fue «una cuestión personal» de la que rechazó dar detalles.
La ministra hizo estas declaraciones tras participar junto al premier y el ministro de Salud, Wes Streeting, en un acto donde se presentó el plan para transformar la sanidad pública. La asistencia de Reeves no estaba prevista para este evento y, durante el acto tanto Starmer como Streeting la abrazaron y le dedicaron cumplidos.
En la prensa se podían encontrar especulaciones para todos los gustos sobre el origen del malestar de la ministra. Una tesis apuntaba a un supuesto encontronazo con el presidente de la Cámara, Lindsay Hoyle. Otra versión sostenía que la causa estaba en los cambios que el Gobierno tuvo que hacer a la reforma para conseguir el respaldo de los diputados laboristas rebeldes. ¿La razón? Las concesiones en la práctica no ofrecerán ningún ahorro a las arcas públicas y Reeves deberá buscar vías para cuadrar las cuentas.