El éxodo forzado de inmigrantes afganos desde Irán desata una crisis humanitaria

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

INTERNACIONAL

Refugiados afganos en la frontera con Irán.
Refugiados afganos en la frontera con Irán. STRINGER | EFE

La política de expulsiones del país se intensificó después de la guerra con Israel

09 jul 2025 . Actualizado a las 19:17 h.

Bajo el sol implacable de Afganistán, las familias llegaban exhaustas y hambrientas. Expulsados de Irán en la descrita como una de las deportaciones más masivas de la historia reciente, más de 600.000 inmigrantes afganos se vieron forzados a volver a su país, sin dinero y sin certezas. El jefe de la delegación de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) en Afganistán, Sami Fakhouri, describió en Ginebra cómo fue testigo de que «los buses no paraban de llegar, uno tras otro, repletos de gente» a una frontera con «más de 40 grados» de temperatura en una crisis con hasta 50.000 personas cruzando el borde iraní en un solo día.

Cruzar la frontera significa regresar después de años trabajando en un país del que no se llevan nada. Palizas durante las detenciones, caseros iraníes que no devolvieron las fianzas de los alquileres, mujeres dando a luz sin asistencia médica y niñas de más de doce años —la edad límite para que las mujeres puedan estudiar en Afganistán— que no volverán a la escuela.

Nafisa, de 70 años, recuerda la redada policial que obligó a su familia a irse de Irán. «No entiendo por qué nos hicieron esto. Nos golpearon, y la policía iraní se llevó nuestro dinero», relató a Efe.

Mohammad Asghar, de 60 años, describe la situación en el paso fronterizo como «una catástrofe humanitaria», mientras las organizaciones advertían que sus recursos estaban completamente desbordados. Nahid Noori, activista por los derechos civiles, responsabilizó a ambos gobiernos. «Esta crueldad de Irán y las políticas egoístas del régimen talibán han borrado toda humanidad», sentenció.

Una purga de espías

Más de 4 millones de los 6 millones de inmigrantes afganos que residen en Irán corren el riesgo de ser deportados a su país, muchos de ellos acusados de «colaboración con el régimen sionista», en un intento de justificar la intensificación de las detenciones y las expulsiones en la caza de colaboradores israelíes que Teherán endureció tras la guerra con el Estado hebreo.

Por su parte, las autoridades afganas admitieron no disponer de los medios necesarios para hacer frente a la emergencia, agravada por la falta de apoyo internacional y por el colapso de la economía desde la llegada al poder de los talibanes.