Trump huye del escándalo Epstein con una compleja visita a Escocia

i. u. / m. p. MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Policías vigilan el entorno del campo de golf de Trump en Turnberry
Policías vigilan el entorno del campo de golf de Trump en Turnberry Phil Noble | REUTERS

El mandatario tiene previsto reunirse el lunes con el primer ministro británico

26 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque no tiene eventos públicos previstos, la visita de este fin de semana del presidente estadounidense, Donald Trump, a Escocia está acaparando toda la atención mediática y de los líderes europeos. El inquilino de la Casa Blanca, que aterrizó este viernes en el país en el que nació su madre, ha anunciado que tiene previsto celebrar un encuentro bilateral con el primer ministro británico, Keir Starmer, y también con el líder escocés, John Swinney. Sin embargo, el viaje del mandatario será esencialmente de ocio. No en vano, el republicano se dedicará en buena medida a disfrutar de su gran pasión: jugar al golf.

Pese al carácter mayoritariamente privado de la visita de Trump a Escocia, su estancia de estos días se plantea como un gran reto para las autoridades del país y del Reino Unido, las cuales han desplegado un dispositivo de seguridad histórico para evitar que se produzcan incidentes. Sobre todo teniendo en cuenta las protestas convocadas en su contra y el avispero que rodea estos días al magnate por sus supuestos vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein, cuya lista de clientes ahora se niega a destapar pese a haberlo prometido en su campaña electoral.

Este caso, que está afectando no solo al presidente, sino también a su fiscala general y al propio Departamento de Justicia, comienza a poner en riesgo todo lo conseguido por Trump desde el inicio de su mandato en enero. Un sector importante de los republicanos, y sobre todo del movimiento Make America Great Again (MAGA), le exige transparencia en torno a los famosos papeles de Epstein, cuyo contenido permanece en un limbo secreto absoluto.

La división es tan profunda que el líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, tomó el miércoles la inesperada decisión de cerrar el hemiciclo por vacaciones hasta septiembre para que este jueves no pudiera votarse la solicitud de publicar todos los documentos sobre el pederasta y sus relaciones con las altas esferas, entre ellas con el propio Trump.

Distancia de por medio

A miles de kilómetros ya, el mandatario espera ahora reunirse el lunes con Starmer en su campo de golf en Turnberry, en la costa oeste de Escocia, así como con Swinney, quien apoyó públicamente a la candidata demócrata Kamala Harris en las elecciones presidenciales estadounidense del 2024. «Tenemos muchas cosas en Escocia. Tengo mucho cariño; mi madre nació en Escocia y él es un buen hombre. El líder escocés es un buen hombre, así que espero conocerlo», dijo el republicano antes de viajar.

El presidente estadounidense planea también dirigirse a su extensa propiedad de golf a 320 kilómetros de distancia, cerca de Aberdeen, en el este. Asimismo, inaugurará un segundo campo de golf de 18 hoyos en la propiedad de Aberdeen que lleva el nombre de su madre, Mary Anne MacLeod, quien nació y creció en Escocia antes de emigrar a Estados Unidos para trabajar como empleada doméstica. Allí conoció a Fred Trump y el rumbo de su vida cambió.

El pequeño pueblo de Turnberry se llena de cámaras y policías

 

s. blaya

El pequeño pueblo escocés de Turnberry amaneció ayer en calma, pero rodeado de cámaras, agentes y vallas de seguridad, a la espera de la inminente llegada del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Pese a la expectación mediática y el despliegue policial, la vida cotidiana transcurrió con normalidad en esta localidad costera del sur de Escocia, dominada por el lujoso complejo de golf que Trump compró en el 2014.

Desde el jueves, los accesos al complejo de Trump están bloqueados por una verja metálica. Agentes de paisano y patrullas vigilaban ayer la zona, mientras drones de prensa y cámaras con teleobjetivo intentaban localizar algún punto desde donde grabar la llegada.

La policía escocesa instaló controles de tráfico en las carreteras secundarias y no permitía el paso en los límites del complejo. Dentro del perímetro, todo parecía detenido.

Los vecinos vivieron los preparativos con normalidad. En la única cafetería cercana, Balkenna Tea Room, la dependienta Sandie Cook dijo que su trayecto al trabajo había sido más lento por los desvíos, pero que no había visto ningún alboroto. «Solo prensa. Algunos clientes no sabían lo que estaba pasando y tuvimos que decírselo», explicó. «Hay quienes no están contentos y quienes sí. Es una mezcla de opiniones», agregó.

Frente a la calma de Turnberry, este sábado se prevén manifestaciones en Edimburgo y Aberdeen, donde la Coalición para Detener a Trump ha convocado actos de protesta. Aunque el presidente suele reivindicar su ascendencia, su relación con Escocia ha sido tensa desde que inició sus inversiones inmobiliarias en el 2006, por el impacto ambiental de sus proyectos.