EE.UU. ve una «hazaña» el reparto de ayuda en Gaza pese a las matanzas
INTERNACIONAL

Hamás y Yihad Islámica difunden vídeos de rehenes afectados por el hambre
02 ago 2025 . Actualizado a las 13:31 h.La crisis humanitaria en Gaza no tiene visos de prosperar. La visita a la Franja de David Witkoff, el enviado de EE.UU. para Oriente Medio, y de Mike Huckabee, el embajador norteamericano en Israel, concluye sin un informe relevante sobre la gestión de alimentos y medicamentos que realiza el país hebreo en el enclave palestino y con una gran contradicción. La Casa Blanca se jacta de un reparto «increíble» mientras el presidente Donald Trump se compromete a enviar más ayuda por la emergencia humanitaria. Todo ello mientras, durante la visita, se notificaron otras 21 víctimas que esperaban en dichos centros de distribución.
Ni el propio Witkoff ni Israel comunicaron resultado alguno de la visita del abogado inmobiliario a los centros. Este, no obstante, indicó a través de redes sociales que el objeto del documento que elabore pretende «ayudar al presidente Trump a comprender la situación humanitaria a fin de elaborar un plan para entregar alimentos y ayuda médica a la población». Un plan que ya existía y funcionaba bajo el paraguas de la UNRWA, acusada de complicidades terroristas con Hamás tanto por Washington como Tel Aviv, y que ahora depende de la estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza, utilizada como trampa mortal para los palestinos. Ayer murieron otras 21 personas en esos puntos a manos del Ejército israelí.
Por su parte, Trump comunicó al digital Axios que «queremos que la gente esté alimentada. Queremos que la gente de Gaza sobreviva. Es algo que debería haber ocurrido hace mucho tiempo». Al tiempo, también garantizó que «Netanyahu es una persona competente [para gestionar la ayuda]. Queremos asegurarnos de que la gente recibe comida. Con suerte, los israelíes podrán aportar esto».
Pero la realidad sobre el terreno es otra. La ONU denunció que el propio primer ministro israelí, con su gestión, ha convertido los centros de reparto de ayuda humanitaria en una trampa mortal para los palestinos. Ya van 1.373 muertos mientras esperaban recibir alimentos, «la mayoría a manos del Ejército israelí», subrayó. La oenegé Human Rights Watch alegó por su parte en un comunicado que «las fuerzas israelíes apoyadas por Estados Unidos y los contratistas privados han puesto en marcha un sistema de distribución de ayuda militarizado y defectuoso que ha convertido las distribuciones de ayuda en baños de sangre habituales». El embajador Huckabee simplemente se limitó a recoger que el reparto de un millón de comidas diarias para una población del doble de personas es «una hazaña increíble».
Más presiones
Hamás, por su parte, alegó que la visita de la delegación es un ejercicio de «propaganda» para «contener la creciente indignación por la colaboración entre Estados Unidos e Israel para matar de hambre a nuestro pueblo en la Franja» e invitó a retomar las negociaciones de paz. Tanto este grupo como Yihad Islámica difundieron también vídeos de rehenes para mostrar que el hambre también les está afectando en su cautiverio.
El caos de Gaza tuvo respuesta de varios países europeos. El primer ministro esloveno, Robert Golob, anunció que su país prohibirá la importación, exportación y tránsito de armas a Israel. «Se trata de la negación total del acceso humanitario y la prevención deliberada de las condiciones básicas para la supervivencia. En estas circunstancias, todo Estado responsable debe actuar, aun cuando eso signifique adelantarse a los demás», declaró.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, en su visita a Cisjordania remarcó que «La Autoridad Nacional Palestina es la única representante reconocida de los intereses de los palestinos» y que «debe volver a Gaza». Pero además, remarcó que debe de haber un proceso de «legitimación democrática» para los palestinos.