Rusia responde a la Casa Blanca con el despliegue de nuevos misiles tácticos de medio y largo alcance
INTERNACIONAL

Moscú pone fin oficialmente a la moratoria autoimpuesta en el 2019 sobre el histórico Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio
06 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Rusia acusó a los países occidentales, y en particular a la OTAN, de aumentar su presencia militar con misiles en regiones cercanas al país. No era una acusación nueva, ni infundada, teniendo en cuenta los despliegues estratégicos de Estados Unidos. Sin embargo, en esta ocasión, las consecuencias podrían suponer un nuevo capítulo en la tensión creciente entre Moscú y Occidente y, en otros escenarios, un rearme a gran escala.
Rusia puso fin oficialmente a la moratoria autoimpuesta en el 2019 sobre el histórico Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), firmado en 1987 entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El acuerdo, suscrito por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov al final de la Guerra Fría, ponía en jaque el uso de misiles balísticos y de crucero, tanto nucleares como convencionales, con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.
El Kremlin anunció la ruptura del acuerdo este martes a través de su portavoz, Dimitri Peskov, quien confirmó que Moscú ya no se consideraba vinculada a ninguna limitación en materia de misiles de corto y medio alcance.
«Rusia ya no tiene restricciones al respecto, ya no se considera limitada. Por lo tanto, tiene derecho a tomar las medidas apropiadas si es necesario», aseguró Peskov. Aunque no hizo declaraciones sobre un despliegue inmediato de este tipo de armamento, advirtió que el tema «es sensible» y que está ligado directamente a cuestiones de defensa nacional.
El regreso de los euromisiles
El tratado INF eliminó una categoría entera de misiles, conocidos como «euromisiles», que fueron retirados progresivamente de Europa tras la firma del acuerdo. El pacto había comenzado a resquebrajarse en el 2018, cuando Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, acusó a Rusia de violar sus términos al desarrollar el misil 9M729, que, según Washington, superaba el límite permitido. Moscú lo negó, asegurando que el arma tenía un alcance de 480 kilómetros, y acusó a EE. UU. de incumplir el tratado al desplegar lanzaderas Mk.41 en Rumanía, capaces de disparar misiles prohibidos por el acuerdo. Pese al desacuerdo, Rusia había mantenido desde el 2019 una moratoria voluntaria como gesto de contención. Compromiso que, ahora, daría por terminado.
La reactivación de la política de misiles coincidió con declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev. Desde la red social X, el exmandatario afirmó que la decisión responde directamente a las acciones «hostiles» de la OTAN, y advirtió que vendrán «más pasos».
Con el levantamiento de la moratoria, Rusia se allanaría el camino para desplegar nuevos misiles en su territorio. Aunque el Kremlin no confirmó acciones inmediatas, la situación recuerda a la carrera armamentística que marcó las décadas más oscuras de la Guerra Fría.