Nawrocki, nuevo presidente de Polonia, agudiza la difícil cohabitación con el Gobierno de Tusk: «No a la inmigración ilegal, no al euro»

La Voz REDACCIÓN

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El nuevo presidente de Polonia, Karol Nawrocki, en su ceremonia de investidura como jefe del Estado del país.
El nuevo presidente de Polonia, Karol Nawrocki, en su ceremonia de investidura como jefe del Estado del país. Aleksandra Szmigiel | REUTERS

El nuevo jefe del Estado utilizará su veto presidencial para bloquear las medidas reformistas del Ejecutivo

06 ago 2025 . Actualizado a las 20:46 h.

El conservador Karol Narocki ya es, oficialmente, el nuevo presidente de la República de Polonia. Profesor e historiador, llega a la cúspide del Estado eslavo sin experiencia previa en la Administración. La segunda vuelta de las presidenciales estuvo muy ajustada. Narocki, del partido Ley y Justicia —PiS, por sus siglas en polaco, de corte euroescéptico, conservador y populista— se impuso a Rafal Trzaskowski (Plataforma Cívica, de ideología liberal) por un 50,8 % de los votos.

Narocki ya anticipó en su investidura en el Parlamento polaco que la difícil cohabitación con el Ejecutivo de Donald Tusk seguirá aún más vigente. «No a la inmigración ilegal, no al euro, no a una Polonia A y una Polonia B», proclamó el jefe del Estado, en una presentación del ideario del PiS. Narocki seguirá la tendencia de su antecesor, Andrzej Duda, y aprovechará el poder de veto presidencial para tumbar las políticas reformistas de Tusk. El expresidente del Consejo Europeo, de hecho, regresó al cargo de primer ministro con la intención de deshojar muchas de las medidas que PiS promulgó en sus dos legislaturas al mando y que le valieron amenazas de sanciones por parte de la Unión. La previsible disputa tendrá su particular cancha en el Poder Judicial. «Los jueces no son dioses, sino que deben servir a la República de Polonia y a los ciudadanos polacos», destacó Narocki, entre gritos de «¡Constitución, Constitución» de los diputados del PiS. Tusk reaccionó hace un mes al ascenso del historiador. Nombró como titular de Justicia a Waldemar Zurek —es también el fiscal General del Estado—, con un perfil combativo ya acreditado, y con una misión: revertir el nombramiento de jueces afines a Ley y Justicia. Un objetivo que contará con la oposición del nuevo presidente.