Trump avisa de «graves consecuencias» si Putin no acepta poner fin a la guerra
INTERNACIONAL
Los europeos aseguran haber coordinado con el estadounidense la estrategia de cara a la reunión de Alaska
14 ago 2025 . Actualizado a las 08:29 h.La videoconferencia de líderes aliados de Kiev, organizada este miércoles por el alemán Friedrich Merz y que contó con la presencia de Volodímir Zelenski, tenía como objetivo recalcar a Donald Trump cinco exigencias europeas antes de su encuentro con Vladimir Putin el viernes en Alaska. Las principales son que no puede —o no debe— negociar la cesión de territorios ucranianos y a cerrar un alto el fuego que siente las bases para una «paz duradera». Los otros puntos incluyen fijar garantías de seguridad sólidas para Ucrania, mantener la presión conjunta sobre Moscú a base de sanciones y que Rusia no pueda vetar una futurible entrada de Kiev en la OTAN.
Merz y Zelenski, que se desplazó hasta Berlín, se conectaron por videoconferencia con el resto de los participantes: los presidentes Emmanuel Macron (Francia) y Alexánder Stubb (Finlandia); los primeros ministros Georgia Meloni (Italia), Keir Starmer, (Reino Unido) y Donald Tusk (Polonia), así como los máximos responsables de la Unión Europea, Ursula von der Leyen y António Costa, y de la OTAN, Mark Rutte. Una hora después, Trump se unió a la reunión con los mandatarios como mayor peso en el Viejo Continente.
Tras el encuentro, los europeos se afanaron en resaltar la coordinación y unidad con el presidente EE.UU. Así, Merz señaló que Trump «comparte en gran medida» la posición europea. Mientras, Macron resaltó que el estadounidense les había garantizado que solo Zelenski negociará cesiones territoriales a Rusia.
Las declaraciones posteriores de Trump refrendaron parte del discurso aliado. El republicano amenazó con «graves consecuencias», si Putin no acepta poner fin a la guerra. También planteó la idea de una segunda reunión en la que participaría Zelenski, si se logran progresos en la cumbre de Alaska. Pero el republicano también admitió que no puede garantizar que el presidente ruso se apreste a detener los ataques a civiles y que acepte encontrarse con Zelenski —aunque funcionarios estadounidenses y europeos ya estarían buscando posibles lugares para la cita trilateral—.
Ausencia de Sánchez
El jefe del Gobierno español no tomó parte en estas dos citas telemáticas, pero si en una tercera reunión virtual que reunió a los treinta países de la denominada coalición de voluntarios, que estarían dispuestos a participar en una misión de paz en Ucrania si se firma el fin del conflicto. A través de las redes sociales, Pedro Sánchez defendió que España sigue «firmemente comprometida con la paz y la seguridad en Ucrania y en Europa». Mientras Alberto Núñez Feijoo acusó a Sánchez de relegar al país a una «segunda división». Según el líder del PP, no fue invitado debido al «acercamiento unilateral de España a China», en referencia al contrato con la multinacional Huawei y al «apoyo a la dictadura venezolana».
Pese a las buenas palabras, la prensa estadounidense destaca que persiste el temor de que Trump termine cediendo ante el jefe del Kremlin.
La conferencia multilateral coincide con el avance del Ejército ruso en el frente de Donetsk, con la toma de dos localidades en el marco de su ofensiva al norte de Pokrovsk, importante nudo logístico de la región del este ucraniano. Zelenski aseguró a su llegada a Berlín que Moscú intenta reposicionar a 30.000 soldados para iniciar una nueva ofensiva en septiembre.
Una reunión en una sala secreta de Berlín para evita al espionaje ruso
M. P.
La cumbre virtual previa a la reunión de dentro de dos días entre Vladimir Putin y Donald Trump en Alaska se desarrolló en una sala secreta del Gobierno en Berlín. Así lo ha publicado el diario Bild, en cuyas páginas se afirma que el canciller Friedrich Merz, anfitrión de la reunión, un «piso secreto» en coordinación con los servicios secretos alemanes con el fin de que la conferencia no pueda ser espiada por la Inteligencia rusa.
La preocupación es máxima, especialmente después de que unos investigadores estadounidenses hayan encontrado ciertas evidencias de que Rusia participó en un ataque al sistema informático del Tribunal Federal de Estados Unidos.
Dentro de la sala de conferencia estuvieron el canciller alemán y el presidente Volodímir Zelenski, junto con un grupo reducido de asesores. Ninguno pudo introducir móviles u otros aparatos electrónicos. La habitación estaba insonorizada e incluso carece de ventanas. El paroxismo de la guerra Fría. La Inteligencia alemana no quiere correr riesgos después de los repetidos asaltos y operaciones cibernéticas clandestinas llevadas a cabo por jáquers rusos.