Israel mata en un ataque sobre Gaza a Abu Obeida, el portavoz de las milicias Al Qassam de Hamás

PABLO MEDINA MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Yemeníes ante un discurso televisado de Abu Obeida el pasado mes de julio.
Yemeníes ante un discurso televisado de Abu Obeida el pasado mes de julio. YAHYA ARHAB | EFE

El encargado de la propaganda se convirtió en la cara más reconocible de la resistencia palestina contemporánea

31 ago 2025 . Actualizado a las 16:14 h.

Era la última pieza del dominó por caer. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron ayer la muerte de Abu Obeida, el portavoz de las Brigadas al Qassam de Hamás, en un ataque sobre Gaza. Con este ataque, Tel Aviv arrebata al Movimiento de Resistencia Islámica su carácter de partido-milicia y le condena a la insurgencia.

«La operación se llevó a cabo conjuntamente desde la sala de operaciones del Shin Bet, en cooperación con el Comando Sur, y fue posible gracias a información previa reunida por el Shin Bet y la Inteligencia Militar, que apuntaba al escondite donde se encontraba el terrorista», detallaron las FDI en un comunicado.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, celebró que «el portavoz terrorista de Hamás, Abu Obeida, fue eliminado en Gaza y enviado a encontrarse con todos los miembros frustrados del eje del mal de Irán, Gaza, Líbano y Yemen en el fondo del infierno». Era la tercera pieza del puzle para desintegrar la estructura de Hamás. Yahya Sinwar era la cabeza política y Mohamed Deif, el jefe militar. Con el aparataje propagandístico descabezado, lo que resta de Hamás en Gaza es un puñado de hombres armados plantando cara barrio a barrio sin dirección clara.

Abu Obeida era a Hamás lo que Osama Bin Laden a Al Qaida. Caras carismáticas fundidas con una oratoria eficiente que les hacía proyectarse como líderes de sus respectivos movimientos. Aglutinaban y atraían apoyos externos gracias a sus mensajes antisionistas. La propaganda era su arma. El primero usó imágenes de los ataques del 7 de octubre del 2023 como vehículo; el segundo, con las de los atentados del 11-S.

El portavoz de Hamás, concretamente, fue muy admirado entre artistas, políticos y sociedades civiles en el mundo árabe. No era extraño ver carteles en estadios de fútbol con su rostro en Argelia, Marruecos o Egipto. Se convirtió, a todas luces, en el rostro de la resistencia palestina contemporánea.

Israel se cobra así una de las cabezas más codiciadas en su persecución de líderes enfrentados a Israel. Con las muertes de Hasán Nasralá (Hezbolá) en el Líbano, Sinwar y sus dos subordinados en Gaza y el primer ministro hutí en Yemen, las milicias proiraníes que operan contra Israel por cercanía territorial quedan totalmente inoperativas.

Pero Tel Aviv no tiene pensado frenar la ofensiva sobre Gaza por mucho que las operaciones en la Franja estén abocadas a una guerra de guerrillas. Y así lo expresó Katz cuando festejó el asesinato de Abu Obeida: «A medida que se intensifique la campaña sobre Gaza se encontrará con muchos más de sus cómplices: asesinos y violadores de Hamás».