Francia se encamina a una nueva crisis política con la caída inminente de Bayrou y un Macron cada vez más débil
INTERNACIONAL

El primer ministro se somete este lunes a una moción de confianza en la Asamblea Nacional para la que cuenta con apoyos suficientes
08 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Gobierno francés se tambalea y corre el riesgo de caer este lunes, víctima de una cuestión de confianza impulsada por el primer ministro, el centrista François Bayrou, que ha recurrido a este método de validación parlamentaria para tratar de sacar adelante su plan de recortes presupuestarios —44.000 millones— a sabiendas de que no tiene opciones de superar la prueba.
Tanto él como el presidente galo, Emmanuel Macron, se han esforzado en estas últimas dos semanas en apelar a la responsabilidad de todos los partidos y han advertido de que existe «un peligro inmediato» para la estabilidad del país. El primer ministro sostiene que el peso de la deuda, del 5,8 % —casi el doble del 3 % tope fijado por la UE—, se hace ya insoportable.
Bayrou asumió que no le daban los votos, y convocó a todos los partidos a una ronda de contactos que concluyó sin avances. La ultraderecha salió de la cita descartando el «milagro» y ayer su líder, Marine Le Pen, aseguró que están dispuestos a ponerse al frente de un gobierno de «alternancia pragmática» cuando caiga el primer ministro.
Dentro de la izquierda, el otro gran bloque parlamentario, las formaciones se han dividido entre la crítica frontal y el abierto boicot. También los socialistas se dicen listos para gobernar. El primer secretario del PS francés, Olivier Faure, dijo ayer que responderá afirmativamente si el presidente Macron le propone liderar un nuevo ejecutivo.
La inestabilidad pasa factura
El cada vez más debilitado jefe de Estado galo ha convivido con cinco primeros ministros desde su fulgurante ascenso al poder en el año 2017. Se trata, en líneas generales, de figuras percibidas como moderadas y adscritas a posiciones políticas centristas o de centroderecha, pero la estabilidad ha hecho aguas en el segundo mandato presidencial.
La situación está pasando factura a Macron, hasta el punto de que dos tercios de los franceses piden la dimisión del presidente y elecciones presidenciales anticipadas, según una encuesta publicada por Le Figaro. Los sondeos para unas hipotéticas presidenciales no dibujan un escenario especialmente prometedor para el movimiento macronista, con la ultraderecha como favorita.