El alcalde de Mánchester se abre a desafiar a Starmer por el liderazgo laborista

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El alcalde de Mánchester,  en una visita a una fábrica.
El alcalde de Mánchester, en una visita a una fábrica. FACEBOOK MAYOR GREAT MANCHESTER

El popular Andy Burnham asegura que varios diputados le han pedido que busque reemplazar al actual primer ministro

26 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Pese a contar con una holgada mayoría en el Parlamento, el futuro de Keir Starmer en Downing Street no está asegurado. Así se lo están recordando en el Partido Laborista, donde los malos datos de las encuestas han desatando una ola de nervios y que algunos miembros de la formación no solo se planteen la necesidad de reemplazar al primer ministro británico, sino que incluso han comenzado a buscar a potenciales relevos. Uno con el que ya han contactado es Andy Burnham, alcalde de Mánchester.

En una entrevista al diario The Telegraph, Burnham reconoció que varios diputados laboristas le contactaron durante todo el verano, aunque apuntó: «Es más una decisión de esas personas que mía». El político de 55 años, que es alcalde de Mánchester desde el 2017 y que fue ministro durante el Gobierno de Tony Blair, no reveló la identidad de los parlamentarios que le han instado a desafiar a Starmer.

Aunque el alcalde no anunció su candidatura, tampoco la descartó. Por el contrario, lanzó una serie de críticas contra el Gobierno de Starmer que no han hecho más que aumentar la sensación de que Burnham intentará, por tercera vez, hacerse con las riendas del partido. Algo que ya intento sin éxito en los años 2010 y 2015.

En una serie de entrevistas, el popular alcalde laborista acusó directamente a Starmer de crear un «clima de miedo» y sembrar «alienación y desmoralización» entre los parlamentarios. Asimismo, Burnham se sumó a las voces que piden derogar la política que establece que las familias de bajos ingresos solo pueden recibir ayudas públicas por dos hijos, por considerarla «arbitraria». La anulación de esta controvertida medida fue una de las promesas que Starmer hizo cuando estaba en la oposición, pero que ahora la ha aparcado por las dificultades fiscales que atraviesa el Reino Unido.

Para poder presentarse como reemplazo del premier, Burnham tendría que renunciar a la alcaldía, ganar un escaño en el Parlamento mediante una elección parcial cuando hubiera una vacante y obtener el respaldo de al menos 80 diputados laboristas.