Los nacionalistas escoceses insisten en un segundo referendo sobre la independencia

j. f. alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El ministro principal escocés, John Swinney, conversa con dos asistentes a la conferencia anual del SNP en Aberdeen
El ministro principal escocés, John Swinney, conversa con dos asistentes a la conferencia anual del SNP en Aberdeen Jane Barlow | EUROPAPRESS

Desde el SNP se trazan ahora como objetivo conseguir la mayoría de los escaños del Parlamento de Edimburgo en las autonómicas de mayo, pues consideran que esto forzará a Londres a dialogar

13 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La convocatoria de un segundo referendo sobre la independencia de Escocia del Reino Unido sigue siendo la máxima prioridad del Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés). Así quedó en claro en el inicio del congreso anual de la formación que este fin de semana comenzó en Aberdeen y donde fue aprobado el esbozo de una nueva estrategia para forzar a Londres a pactar una nueva consulta, la cual pasa por ganar las próximas elecciones autonómicas previstas para mayo.

La gran mayoría de los afiliados respaldó la moción de la dirección para que la venidera campaña electoral gire en torno a una «clara plataforma por la independencia». Sin embargo, en esta ocasión el partido no convertirá en un referendo no oficial los comicios, una opción que impulsó sin éxito su anterior líder, Nicola Sturgeon, con las elecciones del 2021.

El objetivo ahora es más ambicioso: no es solo lograr que las formaciones secesionistas obtengan una mayoría de votos, sino que logren la mayoría absoluta del Parlamento regional (65 escaños o más). «Sería la única vía indiscutible para lograr una nueva votación sobre el futuro de Escocia», explicaron. «Estamos a un paso de los 65 escaños que harán que el mundo se dé cuenta de los deseos de los escoceses», afirmó el líder del SNP y actual ministro principal de la región, John Swinney.

En las generales de julio del 2024, el partido sufrió una dura derrota frente a los laboristas, que les arrebataron 38 de los 48 escaños que tenían en el Parlamento de Westminster. Sin embargo, en los últimos meses el SNP ha logrado que los electores le perdonen la sucesión de escándalos y errores que llevaron a dos de sus líderes a renunciar y a uno de ellos a ser arrestado por unas horas (Sturgeon) para ser interrogado por una investigación por el financiamiento de la formación. Las encuestas pronostican hoy al SNP un 29 % de los votos, seguido por los laboristas con un 18 % y el populista Partido de la Reforma con un 16 %.

Starmer, como sus predecesores conservadores, ha descartado permitir un nuevo referendo sobre la independencia. Esto, pese a que los mismos sondeos que vaticinan la victoria del SNP indican que la secesión ya no es una prioridad para la mayoría de los escoceses, y el 54 % rechazaría la salida del Reino Unido.