Ucrania acepta el guion impuesto por Trump para elevar la presión sobre Putin utilizando la amenaza del ansiado armamento
19 oct 2025 . Actualizado a las 10:58 h.Volodímir Zelenski se fue el viernes de la Casa Blanca sin los ansiados misiles de largo alcance Tomahawk para combatir a las fuerzas rusas. Ante la decisión de Donald Trump de no proporcionar de momento ese armamento, Ucrania busca alternativas a la vez que confía en las mejoradas relaciones con Washington para intensificar la presión sobre Moscú y lograr un alto el fuego.
Las declaraciones del presidente de Ucrania fueron encaminadas a aceptar el guion impuesto por Trump de intentar negociar con Vladimir Putin en Budapest. «El presidente tiene razón (...) y tenemos que detenernos donde estamos», fue su primera reacción durante una conferencia de prensa en las inmediaciones de la Casa Blanca tras concluir su reunión a puerta cerrada el viernes con Trump. Este sábado, Zelenski especificó que el republicano no le garantizó el suministro de Tomahawk pero tampoco lo descartó del todo. «Para ser sincero, es bueno que el presidente Trump no haya dicho que no, pero por hoy, tampoco ha dicho que sí», declaró en una entrevista a Meet The Press de la cadena NBC News, cuyo contenido completo se emitirá el domingo.
Una reunión de dos horas
Tras su encuentro con la prensa la tarde del viernes, los mandatarios se reunieron por más de dos horas, en una conversación calificada por Zelenski, en sus redes sociales, como de verdadera ayuda para acercar el fin «de esta guerra». «Contamos con la presión de Estados Unidos», dijo. Trump se retiró de la reunión y de la Casa Blanca sin dirigirse a la prensa pero por medio de una publicación en Truth Social afirmó que evitar las tensiones era clave e insistió en que pronto tendrá acercamiento directo con Putin en Budapest.
«Es un déjà vu», declaró al diario The New York Times Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano. «El señor Trump volvió a caer en la vieja trampa de Putin», añadió. La secuencia de acontecimientos son demasiado familiares para los ucranianos. Durante meses, han visto cómo Rusia, con la promesa de más conversaciones de paz buscaba ganar tiempo en el campo de batalla.
En cambio algunos expertos opinan que la reunión no fue ni un fracaso ni una victoria para Ucrania. Kiev no obtuvo los esperados Tomahawk, pero Trump puede seguir utilizándolos como medida de presión. «Kiev no pierde la esperanza de que, si Putin se niega a negociar, Trump cruce esa línea roja y proporcione a Ucrania misiles de largo alcance», señaló a Efe Serguí Sidorenko, editor del periódico digital Yevropeiska Pravda.