El Senado allana el camino hacia el fin del cierre del Gobierno más largo de EE.UU.

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente de la Cámara Baja, MIke Johnson, anunció que los congresistas deberán regresar a Washington para votar el acuerdo.
El presidente de la Cámara Baja, MIke Johnson, anunció que los congresistas deberán regresar a Washington para votar el acuerdo. ANNABELLE GORDON | EFE

La unidad demócrata se quiebra tras el respaldo de ocho de los suyos al plan republicano. Los republicanos apuran los tiempos para agilizar las votaciones que permitirán la reapertura de la Administración

11 nov 2025 . Actualizado a las 08:26 h.

El cierre gubernamental más largo de la historia de Estados Unidos parece acercarse a su fin. Gracias a que ocho senadores demócratas rompieron la disciplina del partido y votaron a favor de un plan republicano para financiar a gran parte de las agencias federales hasta el próximo enero.

Tras un fin de semana de frenéticas negociaciones en los pasillos del Capitolio, la Cámara Alta aprobó la noche del domingo (madrugada de este lunes en España) por 60 votos a favor y 40 en contra un proyecto de ley de financiación. Un primer paso —tras 40 días de estancamiento— hacia la reapertura de la Administración Trump, aunque antes debe superar varios obstáculos: una votación final en el Senado, la ratificación por la Cámara de Representantes y la firma del presidente.

Siete senadores demócratas moderados y Angus King (independiente por Maine alineado con la oposición) votaron junto con la totalidad de los republicanos (excepto Rand Paul, senador por Kentucky, que votó una vez más en contra del proyecto) a cambio de una futura votación —sin fecha— sobre la extensión de los subsidios para la atención médica, así como garantías de que los trabajadores federales despedidos durante el cierre sean reincorporados a sus puestos.

El objetivo de los republicanos es que la reapertura se produzca a finales de esta semana, pero cualquier senador podría retrasar el debate, previo a la votación, en el Senado, además de que los miembros de la Cámara de Representantes tendrá que incorporarse a su escaños y aprobar el acuerdo alcanzado antes de que termine en el escritorio de Trump. El presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, ya ha dado 36 horas a los congresistas para que regresen a Washington en cuanto el texto reciba luz verde del Senado. «Tenemos que hacer esto lo más rápido posible», afirmó.

División

El acuerdo provocó una profunda grieta en la unidad de los demócratas. Prominentes líderes del partido, tanto moderados como progresista, hicieron patente su descontento porque sus colegas hayan cedido a su demanda clave: la extensión de los subsidios del seguro médico (lo que queda del Obamacare), que expiran a finales de año. Consideran que los díscolos han otorgado una victoria a Trump dándole la espalda a millones de estadounidenses que no pueden pagar las disparadas primas de esos seguros.

«No apoyaré un acuerdo que no haga nada para que la atención médica sea más asequible», escribió en X la senadora Elizabeth Warren, destacada figura progresista, ante la decisión de los ocho demócratas rebeldes, ninguno de los cuales se enfrenta a la reelección en las legislativas del 2026.

«Esto no es un acuerdo. Es una rendición. ¡No se arrodillen!», clamó por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom. Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata del Senado y uno de los moderados que voto en contra, acusó a los republicanos de «no ceder ni un ápice».

Los conservadores controlan el Senado con 53 escaños frente a los 47 de los demócratas, pero la norma del filibusterismo impone un umbral de 60 votos para aprobar normas claves. Antes del acuerdo del domingo se celebraron catorce votaciones.

La propuesta aprobada permitirá financiar a la Administración hasta el 30 de enero del 2026 y revierte los despidos de 4.000 empleados federales, así como cubrir los gastos hasta septiembre del próximo año en los departamentos de Agricultura, Defensa y Asuntos de Veteranos.

Las aerolíneas recibieron con satisfacción la decisión del Senado de poner fin al cierre del gobierno tras un fin de semana caótico. Este lunes, en el cuarto día de recortes en el tráfico aéreo por la escasez de controladores, se habían cancelado más de 1.600 vuelos y las demoras superaban las 3.300.