Trump anuncia la confiscación de un petrolero venezolano y Maduro dice que hay que «partirle los dientes» a EE.UU.

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Captura de un vídeo publicado por la fiscala general Pamela Bondi en la red social X con la operación para incautar el petrolero incautado.
Captura de un vídeo publicado por la fiscala general Pamela Bondi en la red social X con la operación para incautar el petrolero incautado. Pamela Bondi via X | EFE

«Es grande, el más grande incautado hasta ahora», se felicita el presidente estadounidense en plena tensión con Caracas. El objetivo es estrangular los ingresos directos del régimen chavista

11 dic 2025 . Actualizado a las 14:20 h.

El Gobierno de Donald Trump sigue estrechando el círculo sobre Venezuela. En lo que supone una notable escalada del ya tenso cerco, un comando de la Guardia Costera estadounidense abordó la tarde del miércoles un barco petrolero que acaba de partir de las costas venezolanas y lo puso bajo custodia de EE.UU. «Nos lo quedamos», resolvió el presidente estadounidense.

El polémico mandatario, siempre adepto a los superlativos, se encargó de aclarar que se trata de «un petrolero muy grande, el más que grande jamás confiscado». Fuentes del periódico The New York Times aseguraron que se trató de una operación deliberada que se había planeado cuidadosamente. No hubo resistencia por parte de la tripulación, ni heridos. El buque, que había operado bajo distintos nombres y banderas en los últimos años, fue desviado hacia un puerto seguro para su inspección y posterior procedimiento judicial.

Trump aseguró que lo habían incautado «por muy buenas razones», sin entrar en detalles y se espera, según las fuentes, que sea solo el primero de los muchos barcos interceptados que se esperan en las próximas semanas, como parte del acoso al régimen de Nicolás Maduro. Es difícil pensar que la coincidencia en el tiempo con la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado en Oslo sea simplemente, eso, una coincidencia. Más bien Washington intenta reforzar su mensaje de que Maduro «tiene los días contados», ha dicho Trump con anterioridad.

Desde el 2 de septiembre la Armada que EE.UU. ha desplazado al Caribe ha hundido más de una veintena de presuntas «narcolanchas» con al menos 83 tripulantes asesinados. El presidente ha anunciado que «muy pronto» trasladarán esas operaciones a tierra para interceptar las rutas del narcotráfico desde sus puntos de salida, donde, dice, «es mucho más fácil». Pero la droga no es la única fuente de subsidio del gobierno venezolano que piensa alterar.

Un salto cualitativo sin precedentes

Desde eL 2019, en su primer mandato en la Casa Blanca, Trump emitió sanciones que bloquean la producción petrolera. Bajo ese marco, cualquier transporte, comercialización o financiación de crudo venezolano puede ser tratado como una violación sancionable. Washington sostiene que el cargamento incautado generaba ingresos directos para el régimen y, por tanto, estaba sujeto a confiscación. Un salto cualitativo sin precedentes.

Hasta ahora, lo más cerca que había estado fue la intimidación del buque ruso Seahorse, que se dio la vuelta en alta mar sin descargar su carga cuando el destructor estadounidense Stockdale se interpuso en su camino. Ahora el afectado será China, principal comprador de crudo venezolano, que recibe más del 80 % del mismo de forma directa o a través de intermediarios.

Una parte menor sigue llegando a Estados Unidos, a través de refinerías que tienen «licencias autorizadas» para importar crudo venezolano, entre ellas Chevron, que lo lleva a las refinerías del Golfo de México, rebautizado por Trump como Golfo de América.