La literatura crítica con la sociedad y la política del momento, común a todas las lenguas, tiene en español una larga tradición detrás

02 may 2012 . Actualizado a las 13:17 h.

En ninguna lengua faltó nunca una literatura crítica con la situación política y social que ese país vivió a lo largo de la historia. Hay que pensar que la literatura, como actividad humana que es, no puede desentenderse de las condiciones sociales y económicas que afectan a la sociedad a la que pertenece el escritor. Y dentro de la literatura, el género más sensible a la denuncia de las injusticias sociales es la poesía. Así, a lo largo de la historia literaria, en castellano se ha desarrollado una poesía crítica que no viene a ser otra cosa que la expresión de una actitud moral, de un compromiso respecto a las cosas más graves que suceden en el momento histórico en que el poeta está viviendo.

Si una de las pocas exigencias que el poeta pone en su labor creadora es la de ser libre, escribir en libertad, hay que ver como algo normal que utilice esa libertad para comprometerse con las causas justas, para defender con palabras acertadas a quienes ni siquiera tienen voz para denunciar los abusos a los que están sometidos. Por eso siempre ha habido poetas que se preocuparon por escribir sobre lo que preocupa, angustia o amenaza al hombre en cada momento. Lo único que hay que exigirles -ya que hablamos de un arte, el poético- es que lo hagan con acierto literario, lo mismo que cuando otros escriben sobre lo que alegra, emociona o da esperanza al ser humano. Y que escriban con un irrenunciable compromiso ético con la verdad y con la justicia social. Estos son los que proponemos nosotros:

1. Francisco de Quevedo

2. Arcipreste de Hita

3. Miguel Hernández

4. Pablo Neruda