El último poema de Álvaro Mutis

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CAPOTILLO

«Pienso a veces que ha llegado la hora de callar, dejar a un lado las palabras»

02 oct 2013 . Actualizado a las 12:55 h.

Álvaro Mutis, que había nacido en Bogotá el 25 de agosto de 1923, vivía en México desde 1956, donde falleció el pasado 22 de septiembre. Estaba considerado como uno de los mejores poetas y narradores de su generación y como un excepcional exponente del realismo mágico. Hijo de diplomático, Álvaro Mutis creó una extensa obra poética caracterizada por la exuberancia, la torrencialidad, la vegetación sensual y feraz, según los críticos. Su gran amigo el nobel García Márquez, dentro de su crítica dolencia cerebral, al enterarse de la muerte de Mutis logró escribir en su cuenta de Twitter solamente una palabra: «Mutis».

Además del premio Cervantes 2001, Álvaro Mutis fue galardonado con el Príncipe de Asturias de las Letras y el Reina Sofía de Poesía (ambos en 1997) y el Médicis a la mejor novela extranjera en Francia (La nieve del almirante, 1988), el Grinzane-Cavour de Italia (1997), el Rosalía de Castro Pen Club de Galicia y el premio internacional Neustadt Literatura en el 2002.

UNA PALABRA: MUTIS

Aunque ya no ha podido responder al breve y profundo mensaje de su gran amigo, sí le ha dejado como herencia y respuesta el último de sus poemas donde deja a un lado, precisamente, sus mejores palabras: «Pienso a veces que ha llegado la hora de callar / Dejar a un lado las palabras / las pobres palabras usadas / hasta sus últimas cuerdas / vejadas una y otra vez / hasta haber perdido / el más leve signo / de su original intención / Pienso a veces que ha llegado la hora de callar / pero el silencio sería entonces / un premio desmedido / una gracia inefable / que no creo haber ganado todavía».

SERVIDOR DE LA POESÍA

Durante largo tiempo de su vida, Mutis se dedicó casi exclusivamente a la poesía, que editó en su libros La balanza, Los elementos del desastre, Los trabajos perdidos, Reseña de los hospitales de ultramar.

- «Morirá el último hombre y seguirá habiendo poesía».

- «La poesía es una prueba más intensa que la narrativa, es un continuo testimonio del mundo, de la vida y de la muerte».

- Se consideraba sobre todo «un servidor de la poesía», género al que consideraba como «forma privilegiada de la expresión humana».

- «Mi obra es un poema continuo, siempre tratando de dialogar con él y siempre escuchándolo».

- «Cuando veo el botafumeiro -dijo en su visita a Santiago- lo que estoy viendo es el movimiento del universo».

- La razón de sus poemas: «Para sobrevivir día a día el terrible mundo que habitamos», fruto de las «caídas y debilidades» del hombre «que tan bien retrató Cervantes en el Quijote».

ACTIVIDADES

1. Solamente después de años, se dedicó a escribir su obra narrativa sobre Maqroll el Gaviero en «La nieve del almirante». Libros como «Ilona llega con la lluvia», «Un bel morir», «La última escala del Tramp Steamer», «Amirbar», «Abdul Bashur, soñador de navíos» y «Tríptico de mar y tierra», que vuestros profesores tendrán muy a mano para evocar estos días a tan singular escritor.

- «A mis libros los vivo de la misma manera en que he vivido a mis hijos: ahí están, afuera. Que vivan, les digo».

- «Los personajes traen la vida que han vivido consigo. Traen lo que son. No hay lección. No hay mensaje».

2. Mutis, el alumno sin pupitre: En El panel de la 2 recogemos algunos datos publicados en la prensa colombiana y mexicana sobre la historia peculiar de este genio a quien le entusiasmaban los libros, pero no precisamente los de texto.