El sistema europeo de posicionamiento por satélite Galileo ya es una realidad

> Marcos Pérez Maldonado

LA VOZ DE LA ESCUELA

Varios satélites de la red Galileo plenamente operativos, en órbita
Varios satélites de la red Galileo plenamente operativos, en órbita ESA

La nueva tecnología aventaja a sus predecesores estadounidense y ruso en precisión

21 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 15 de diciembre la Comisión Europea decretó la entrada en funcionamiento del sistema de posicionamiento global Galileo, una alternativa al actual GPS estadounidense de mayor calidad y a su versión rusa (Glonass) y también a la China (BDS), que por ahora solo cubre parte de Asia. Por el momento Galileo cuenta con 18 de los 30 satélites que tendrá cuando esté completo, y permanecerá en pruebas hasta finales del 2019 o el 2020. Hace unas semanas, la Agencia Espacial Europea logró por primera vez colocar en órbita cuatro de sus satélites a bordo de su propio vehículo espacial, el Ariane 5, lo que garantiza que puede completar el sistema sin necesidad de recurrir como hasta ahora a los cohetes Soyuz rusos.

El sistema de posicionamiento por satélite nació en Estados Unidos como un proyecto militar en la década de los 70. En 1983, después de que la Unión Soviética derribara un avión de pasajeros surcoreano que penetró en su espacio aéreo por un error de navegación, el GPS se abrió al uso civil para convertirse en una herramienta imprescindible en el tráfico aéreo, marítimo y terrestre, la sincronización de las comunicaciones, la gestión de recursos, la construcción y mantenimiento de infraestructuras o la gestión de emergencias.

El sistema original permitía degradar la señal para ampliar el error de posicionamiento a más de 100 metros, a fin de que, en caso de conflicto, la señal GPS solo la pudiera utilizar con fines militares el Ejército estadounidense. Este mecanismo se desactivó en el año 2000, aunque el acceso a la red todavía puede limitarse a voluntad de sus propietarios en caso de conflicto en una región concreta. A día de hoy alrededor del 10 % de la actividad económica en Europa depende de uno u otro modo de la tecnología GPS, y se espera que este porcentaje se eleve hasta el 30 % en los próximos decenios. Esto explica el enorme valor estratégico de la red Galileo, que permitirá a los europeos garantizar un sistema de posicionamiento global en el caso de que Estados Unidos o Rusia decidan restringir el acceso a los suyos.

Cada satélite de posicionamiento global lleva a bordo un reloj atómico de gran precisión y un emisor de radio que envía una señal constante con su posición y la hora. Como esta señal se propaga a la velocidad de la luz, si un dispositivo es capaz de detectar simultáneamente tres satélites podrá determinar su ubicación en el globo terrestre. Y si ve un cuarto satélite también su altitud. El sistema Galileo aventaja a sus predecesores en la precisión de sus relojes atómicos y también en la calidad de la señal que emiten, que se puede detectar en lugares encajonados e incluso dentro de túneles. Estos avances permitirán reducir el margen de error desde los aproximadamente 5 metros actuales a menos de un metro. E incluso se prevé que la versión de pago permita precisiones de pocos centímetros, abriendo la posibilidad a una multitud de nuevas aplicaciones. Además, en caso de emergencias se tardará solo unos minutos en localizar al dispositivo que realiza la llamada de socorro, en lugar de las tres horas que hacen falta con el sistema GPS.

actividades

Coches autónomos

Una de las limitaciones del desarrollo de coches que pueden viajar sin conductor es el límite de precisión del sistema GPS, del orden de varios metros. Cabe esperar que, con su precisión inferior a un metro, la red Galileo acabe haciendo posible los vehículos autónomos. Ahora bien, ¿qué ventajas le ves a este tipo de tecnología? ¿E inconvenientes? ¿Qué actividades o profesiones serían perjudicadas y quiénes beneficiados? Sopesando todos estos factores, ¿crees que deberían autorizarse los vehículos sin conductor? ¿Para qué aplicaciones?

El problema de los trenes

El tráfico ferroviario se controla hoy mediante GPS, pero antes había que hacer los cálculos para organizar el movimiento de los convoyes. A ver si eres capaz de resolver un problema clásico de trenes aplicando un poco de matemáticas y otro tanto de geografía: Si un tren sale de A Coruña hacia Vigo a las 11.00 y viaja a velocidad constante de 70 km/h, y a la misma hora sale otro de Vigo hacia A Coruña a 90 km/h, ¿en qué lugar del camino llegarán a cruzarse?

Dispositivos homologados

El sistema de navegación Galileo es compatible con el GPS, pero solo podrán utilizarlo aquellos dispositivos (navegadores, teléfonos móviles, etcétera) diseñados específicamente para él o que puedan homologarse mediante la actualización de su «software». En todo caso, muchos teléfonos móviles actuales no podrán utilizar Galileo y la pregunta es: ¿a quién crees que le compensa cambiar su móvil para mejorar la precisión de su posicionamiento? ¿Qué razones te llevan, en general, a cambiar un dispositivo antiguo (consolas, teléfonos, etcétera) por otro nuevo? ¿Hay cambios que se hacen solo por seguir una moda? ¿Qué consecuencias, por ejemplo medioambientales, tienen estos cambios innecesarios?