Premios a los mejores microrrelatos

> María Puente

LA VOZ DE LA ESCUELA

Noticia en la que se basó el ganador del jurado
Noticia en la que se basó el ganador del jurado

El concurso consistía en escribir un relato breve a partir de una noticia publicada en La Voz de Galicia

05 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los textos que participaron en la tercera edición del concurso de microrrelatos convocado por el Programa Prensa-Escuela de La Voz de Galicia se pueden leer en nuestra página de Facebook (facebook.com/programaprensaescuela). Entre ellos están los ganadores: Hoy no es un día más, de Elena Vilela Vázquez (el texto más votado por el público) y O Busi, de Noa Sobrino Insua (premio del jurado). Elena recibirá un smartwacht y Noa una pulsera de actividades.

 Debido a la gran calidad de los trabajos, el jurado, compuesto por Ana Abelenda, redactora de La Voz; Tomás García, director de LaVoz.es; César Casal, subdirector de información de La Voz; Luis Pousa, jefe de opinión; y Francisco Sánchez, director de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, ha decidido destacar siete relatos.

GANADOR DEL PÚBLICO

Hoy no es un día más

Mateo acaba de salir del colegio. Hoy ha sido un día como otro cualquiera. Su padre Miguel ya le está esperando. Ambos van a jugar al fútbol a la plaza del pueblo hasta que anochezca, como cada tarde. Al volver a casa, su madre Alba les está esperando, pero no la ven para darle un beso, apenas pueden ver su rostro a la luz de las velas. Ella está enferma, el frío de invierno le hace empeorar. Él trabaja en lo que puede para pagar las facturas y llevarla al médico, pero están tristes, es normal. Como todos los meses no pueden pagar la luz, ya es la cuarta vez que se la cortan, pero Mateo quiere ver los dibujos en la televisión y poder hacer los deberes de Lengua; sueña con ser profesor y... con que el mañana no sea un día como otro cualquiera.

  • Elena Vilela Vázquez
  • CPR plurilingüe Nosa Señora da Asunción (4º ESO) Sarria

GANADOR DEL JURADO

O «Busi»

O día era morno e soleado, co mar calmo, O Busi navegaba sen ningún problema. Ningún dos oito mariñeiros que íamos a bordo contaba con que o día acabaría con nós sendo rescatados da lancha salvavidas polo Helimer e o barco en chamas. O primeiro que a viu foi o Raúl. Todos pensamos que estaba de broma, máis cando ollamos cara onde nos indicaba, todos o puidemos comprobar. Mandamos a berros a Walter, o maquinista, que puxese o barco a toda máquina. Era moi rápida, pero non parecía que se quixese esconder de nós, e en todo momento estivo á nosa vista. Parecía que quixese que a perseguísemos, e ningún de nós apartou a vista de ela, polo que ninguén se decatou de que o motor ardía polo esforzo... ¿Cómo lles explicaríamos a os demais que perdéramos o barco por perseguir a unha serea?

  • Noa Sobrino Insua
  • CEIP Wenceslao Fernández Flórez (5º Primaria) A Coruña

 

MENCIONES ESPECIALES

La silla Sónica

Había una vez un hombre de 92 años que se metió en un autopista con su silla de ruedas. La silla se llamaba sónica porque era más rápida que la luz. Los pilló la policía escocesa que por aquellas tierras lleva falda de cuadros; cuando el anciano y su silla estaban a 22 millas de Inglaterra. Había corrido mucho. Intentó escapar a Inglaterra así que aceleró la silla sónica a toda velocidad. La policía llamó a los refuerzos y trajeron un helicóptero para perseguir a la silla porque empezó a volar. Tuvieron que disparar a las ruedas y explotarle una y solo así el anciano aparcó la silla en el medio de un bosque. Los policías en falda de cuadros le pusieron una multa y llevaron al señor a la cárcel. La silla se la llevaron para comisaría y empezaron a usarla para perseguir a los malos.

  • Hugo Cid Pérez
  • CPR plurilingüe Luis Vives (6º Primaria) Ourense

Cisne cuello negro

Un rayo de sol rodea mi nido. Escucho el ruido de la cercana carretera. Despierto de mi sueño y me desperezo. Sobrevuelo la ría para airear mi plumaje. Voy de puente en puente sobre la corriente. Desde lo alto veo otras aves despertando, peces y ranas chapoteando. Tras unas vueltas decido bajar, me poso sobre el agua y floto tranquilamente. Aleteo para avanzar y noto que mis alas se enganchan. Con el impulso mi pecho toca fondo y mis patas se hunden en el barro. Aleteo desesperado pero ya no puedo salir. La marea baja y quedo anclado en un enorme mar oscuro. Desde mi prisión de barro veo patos chapoteando y unos peces que aletean en su último suspiro. Y al fondo, ajenos a nuestro drama, la gente camina deprisa y una caravana de coches sigue cruzando el puente dejándonos sus humos y ruidos. 

  • Ángel Fernández Pintor
  • Colegio Calasanz PP. Escolapios (1º Bachillerato) A Coruña

Jaque mate

Mi rey se comió a su reina y mientras las fichas se transformaban en indecisión, el tablero en miedo y los movimientos en sombras, la bala impactó en su pecho. Y al ver su sangre manchar el frío suelo, le susurré: Jaque mate.

  • Andrea Lestón Blanco
  • Colegio Calasanz PP. Escolapios (1º Bachillerato) A Coruña

 Déjame volar 

Aquí estamos una vez más. Los tres sentados en el salón para hablar sobre todo aquello que no hago bien, porque sí, al parecer aquello que consigo realizar bien se va corriendo a toda velocidad en dirección contraria para que nadie se de cuenta de ello. Respiro hondo, cuento hasta tres y pienso: «A ver de que tratará esta vez».

  • Sara González Gómez
  • Colegio Calasanz PP. Escolapios (1º Bachillerato) A Coruña

O folio escritor

Eu son un folio moi afortunado porque teño unha amiga chamada Rosalía que me fala. Ela escribiume un poema moi chulo, e xa me aprendín o retrouso. De súpeto deixei de ver á miña amiga, e alguén me colleu. Penso que me quería queimar, portaríame mal? Ao final encerráronme nun caixón. Alí estiven moito tempo esperando, aburrido, sen amigos. Rematei o poema que me deixara Rosalía en aquel escuro caixón. Un día vin unha luz e apareceu un neno moi amable. Levoume a un museo e agora xa non estou só. Despois de tanto tempo alguén me atopou. ¡Parece que a todos lles gusta o noso poema!

  • Alba Balagones Pereira
  • Colexio San Narciso (6º Primaria) Marín

Libertad de vestuario 

Podría empezar diciendo mi nombre, sin embargo que más da. Era un día corriente, aparqué mi bici en el gran edificio de oficinas, empujé la puerta giratoria y me dirigí al ascensor. Planta número 11. Se abrieron las puertas y de nuevo en el infierno, 10 horas diarias y 800 y pico euros a final de mes. Sabía lo que me esperaba y fui preparada, zapato plano y un termo de café, lista para la montaña de papeles de mi mesa. De repente aparece mi jefe y dice: «Pase usted a mi despacho, tenemos que hablar». El camino se me hizo eterno, me senté y él me dijo seriamente: «¿qué tipo de vestuario es ese? Llevas una semana viniendo con zapato plano. ¡Eres una secretaria!». Una ira absoluta se apoderó de mí. No dije palabra, recogí mis cosas y envié mi renuncia por e-mail. La jefa de mi vida soy yo.

  •  Anxo Rodríguez Barbeito
  •  Colegio Hogar San José (3º ESO) Pontedeume

 Cerezos en flor

Ya están los cerezos en flor; despertando al buen tiempo y cubriendo sus ramas desnudas. Para muchos... símbolo del renacer de la vida. Para mi, que soy más mundano; solo pienso en que pronto podré trepar por su tronco y alcanzar su sabroso fruto.

  • Jose Luis Arce González
  • CPR plurilingüe Luis Vives (2º ESO-ed. especial) Ourense