Humanos como nosotros

Francisco J. Franco del Amo

LA VOZ DE LA ESCUELA

Mandíbula del fósil de Yebel Irhoud (Marruecos) que confirma el origen panafricano del «Homo sapiens»
Mandíbula del fósil de Yebel Irhoud (Marruecos) que confirma el origen panafricano del «Homo sapiens» Javier Otazu

Una nueva hipótesis sobre el origen del «Homo sapiens» podría explicar por qué desaparecieron las demás especies de seres humanos

01 may 2019 . Actualizado a las 20:42 h.

Averiguar quiénes somos y de dónde venimos. Ese es el objetivo de los antropólogos que tratan de recomponer la historia del Homo sapiens a partir de restos fósiles, evidencias arqueológicas y análisis genéticos. Pero el origen de los ‘hombres sabios’ es un enigma tremendamente esquivo. Los nuevos descubrimientos parecen acercarnos un poco más a la solución, pero al mismo tiempo ponen en crisis los modelos clásicos. De modo que la historia evolutiva de la humanidad se teje y desteje como el sudario que Penélope fabricaba en Ítaca para Laertes. Recientemente se descubrieron en Marruecos varios cráneos de Homo sapiens arcaicos que han descosido varias puntadas de esa historia, y las han vuelto a coser siguiendo un patrón nuevo y sorprendente.

Hasta ahora se pensaba que el Homo sapiens había evolucionado a partir de una única comunidad que pobló el África oriental hace aproximadamente 200.000 años. Pero los cráneos descubiertos en Marruecos, que se ha demostrado que pertenecen a nuestra especie, tienen una antigüedad de 315.000 años. Este hallazgo revolucionario ha llevado a un grupo de 23 antropólogos a plantear una nueva hipótesis sobre el origen del hombre moderno.  

DISTINTAS POBLACIONES

Según estos investigadores, que trabajan en el Museo de Historia Natural y el University College de Londres, en el Centro Nacional de Investigación Científica de Toulouse y en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, nuestra especie no surgió de una única población que vivía en una sabana de Etiopía, como defiende la teoría clásica, sino a partir de varios grupos esparcidos por todo el continente africano. Su hipótesis se basa en el descubrimiento de nuevos fósiles humanos, con características y antigüedades muy diferentes, desenterrados desde Marruecos hasta Sudáfrica. Siguiendo su pista, y la de las herramientas encontradas con ellos, podría deducirse que nuestros antepasados se asentaron en varias regiones y evolucionaron por separado y a distinto ritmo en cada una de ellas. Los múltiples cambios de clima que sufrió África durante ese periodo habrían contribuido a crear barreras naturales que mantuvieron separados los grupos. Así surgió un amplio abanico de poblaciones humanas con un mosaico de características arcaicas y modernas. Los autores de esta hipótesis creen que la humanidad de aquella época era mucho más diversa que la actual. De hecho, el rostro y la dentadura de los fósiles de Marruecos son modernos, pero su cráneo es primitivo y mucho más alargado que el normal de nuestra especie.

El fenómeno evolutivo que proponen estos investigadores comenzó a suceder hace aproximadamente 320.000 años y duró hasta hace escasamente 12.000. Luego, el clima de la Tierra cambió drásticamente, haciéndose mucho más cálido y estable, lo que facilitó que algunas de estas poblaciones inventasen la agricultura. El invento fue tan exitoso que provocó una selección artificial de la especie humana. Los nuevos humanos agricultores, con características genéticas y recursos tecnológicos que les daban mucha ventaja sobre los cazadores y recolectores, se multiplicaron rápidamente y migraron hacia nuevos lugares, absorbiendo a las poblaciones locales y dando forma a los actuales Homo sapiens. Es posible que entre las poblaciones absorbidas fuera de África por los hombres agricultores se encontrasen las de otras especies humanas, como los neandertales y los denisovanos. Sería un paso más para explicar porqué actualmente somos la única especie de seres humanos sobre la Tierra.

Neandertales y denisovanos

En la actualidad, los Homo sapiens somos la única especie humana del planeta. Pero esto no siempre fue así. Hubo un tiempo en que coexistieron varias especies de hombres. Los científicos creen que los cruces entre ellas dieron forma a la humanidad actual.

Una de estas especies humanas extintas fue la del Homo neanderthalensis. Surgió hace aproximadamente 230.000 años y vivió en Europa y Asia hasta hace 28.000 años. Compartían con nosotros un antepasado común, del que evolucionaron en algún lugar situado fuera del continente africano. Hace unos años se consiguió secuenciar su genoma. Al compararlo con el nuestro se descubrió que tenemos muchos genes del neandertal, lo que demuestra que nuestras dos especies se cruzaron. Los hombres de Neandertal tenían estructura social, fabricaban herramientas y usaban el fuego. Este mismo año, gracias a los restos encontrados en varias cuevas españolas, se confirmó que tenían pensamiento simbólico y eran capaces de realizar representaciones artísticas.

Los denisovanos fueron la otra especie humana ya desaparecida que coincidió con neanderthalensis y sapiens. Se llaman así porque los restos fósiles de varios individuos, junto con diferentes objetos y herramientas fabricados por ellos, se desenterraron en la cueva de Denísova, en Siberia. El análisis de su genoma, además de demostrar que se trataba de una especie diferente, desveló que contenía un alto porcentaje de ADN neandertal y que algunos de sus genes todavía sobreviven en pobladores actuales de Asia y Oceanía.