Ni ayuda con la digestión ni protege el estómago de comidas copiosas: guía de instrucciones para tomar omeprazol

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

En la farmacia existen presentaciones de omeprazol con receta y sin ella.
En la farmacia existen presentaciones de omeprazol con receta y sin ella.

Existen épocas del año, como el verano, en las que este fármaco se demanda más en las farmacias

16 jun 2024 . Actualizado a las 20:04 h.

Hubo una época en la que, en las bodas, se regalaba un kit que estaba compuesto por un omeprazol para «proteger el estómago» de la comilona de ese día (acompañado de un ibuprofeno, para la resaca del día siguiente). «Creo que ahora, después de denunciarse por parte de los colegios, ya no se suele hacer. Pero es que además, no tenía ningún sentido porque este fármaco que disminuye la producción de ácido actúa cuatro o seis horas después de la toma», apunta Nina Villasuso, miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC). Por si esto fuese poco, más que beneficiar la digestión, la puede llegar a ralentizar porque la vuelve más lenta. Es uno de los muchos errores que cometemos en cuanto al uso de este medicamento que, aunque es de prescripción habitual en las farmacias, parece que todavía no lo conocemos del todo bien. 

Qué es el omeprazol

El omeprazol, junto con otros medicamentos como el lansoprazol o el pantoprazol, forma parte de un grupo de fármacos que se conocen como antiulcerosos. «Pertenece al grupo de fármacos conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP), que reducen la secreción de ácido gástrico e incrementan la barrera de defensa de la mucosa gástrica», indica Natividad Rivas, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento (CIM) del Colexio Oficial de Farmacéuticos de Ourense (COFO). «Es decir; están indicados para tratar o prevenir síntomas estomacales como ardor, reflujo o úlceras impidiendo la producción de ácido del estómago», añade.

Susana Jiménez, experta de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), explica que la principal indicación de este tipo de fármacos es tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. «Pero también se utiliza para muchas otras enfermedades, probablemente más a corto plazo, como pueden ser las úlceras gástricas o duodenales, el tratamiento de lesiones agudas de la mucosa del estómago o como terapia añadida a los antibióticos en el tratamiento erradicador de la helicobacter pylori, una bacteria que puede colonizar la mucosa gástrica, bastante frecuente en nuestro medio y responsable de diversos síntomas digestivos». También se puede utilizar de forma preventiva con otro tipo de medicamentos que pueden ser gastrolesivos, como antiinflamatorios, anticoagulantes o antiagregantes, para prevenir que puedan producirse úlceras cuando hay ciertos factores de riesgo. 

Los usos erróneos del omeprazol

«Mucha gente lo toma por su cuenta como antiácido y no es correcto. También en ocasiones se prescribe para un determinado tiempo y el paciente lo continúa tomando de forma indefinida», avanza Noelia Fontanillas, coordinadora del Grupo de Digestivo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). En este sentido, Uxía Grela, también farmacéutica del Centro del Medicamento del COFO, explica: «Es importante no confundir protector y antiácido. Entre estos últimos, existen medicamentos comercializados cuyo principio activo es almagato (uno de los más conocidos, el Almax), que crean una barrera protectora sobre el contenido irritante del estómago; normalmente ácidos, pero también pepsina y bilis». Sin embargo, el uso de omeprazol impide la producción de este ácido del estómago.

Es decir, el Almax neutraliza el exceso de ácido, mientras que el omeprazol impide la producción de este, por lo que no va a proteger al estómago frente a los daños de una comida copiosa o frente al abuso de alcohol. «No tiene utilidad la toma de omeprazol puntualmente. Primero, porque no tiene efecto inmediato. Es más, la inhibición de la secreción ácida puede durar hasta tres días», añade Coral Lomba, compañera de Grela y Rivas en el CIM. Por lo tanto, si de verdad necesitamos un alivio puntual de síntomas digestivos, «podemos tomar cualquier antiácido o sal de frutas, que proporcionan alivio de forma puntual; al igual que también existen alternativas como una infusión». 

En todo caso, Villasuso remarca que el Almax tampoco puede ser denominado como «protector de estómago», un término que suele utilizarse a pie de calle. «Es un agente alcalino que se mezcla con el ácido que has producido en exceso por una comida copiosa, por ejemplo. Lo contrarresta y neutraliza. Ahí sí que sería adecuado porque te lo tomas después de comer y hace efecto en unos minutos». La farmacéutica menciona otro nombre comercial popular: el Gaviscon. «También son sales de sodio y actúa de forma similar al Almax». 

Una demanda mayor en verano

Santiago Leyes, presidente del COFO, confirma que es un fármaco conocido y de alta demanda. «Hay que tener en cuenta que los pacientes polimedicados son susceptibles de tenerlo en su historia clínica». Existe la opción de poder adquirirlo sin receta médica. «Para un uso racional del mismo, para ese caso existen referencias de envase de menor tamaño. Son 14 cápsulas de 20 miligramos y su indicación terapéutica para este tipo de venta es como tratamiento para síntomas de reflujo gastroesofágico, hiperacidez o regurgitación ácida en adultos», señala Leyes. En caso de tener una receta médica, en la farmacia existen presentaciones de más cápsulas, 28 y 56. Al igual que mayor dosis, como 40 miligramos. 

Los farmacéuticos consultados confirman que existe demanda de él, pero además, Villasuso incluso pone el foco en épocas del año en los que ve mayor interés por él en su farmacia de Mugardos. «En verano, notamos que los turistas lo demandan mucho más, mientras que en invierno, casi nada», confiesa. Además, también expone otra curiosa situación: «Existen pacientes habituales que toman este fármaco porque lo tienen prescrito por el médico y que no lo toman. Te dicen que no lo necesitan. Pero no porque les siente mal, simplemente que a lo mejor empiezan a cuidarse un poco más y deciden no tomarlo. Suelen ser casos en los que toman algún antiinflamatorio o Adiro como antiagregante». 

Anteriormente también se solía demandar el omeprazol cuando se tomaba un antibiótico. Si bien a día de hoy no es una práctica instaurada y la gente opta por la toma de un probiótico. «Había que insistirle a la gente diciéndole que lo mejor era el probiótico porque el omeprazol no resulta efectivo para la posible diarrea que te puede dar el antibiótico. Afortunadamente a día de hoy eso ya ha cambiado», opina Villasuso. 

Posibles efectos adversos de no tomar adecuadamente el omeprazol

La doctora experta en aparato digestivo, Jiménez, comenta que hace unos años existió una especie de «alarma» por los posibles efectos secundarios del omeprazol. «Incluso existieron profesionales que dejaron de recetarlo. Siempre recalco en consulta que lo que esos estudios quisieron poner de manifiesto es que el omeprazol y este tipo de medicamentos que forman parte de la familia de los inhibidores de la bomba de protones los deben tomar los pacientes que así lo necesiten, asumiendo los efectos adversos que pueden llegar a tener, pero como cualquier otro tipo de medicamento. Ninguno es inocuo», subraya. A lo que añade: «Eso no quita que una persona que pueda padecer enfermedad por reflujo, que al final es crónica, lo pueda tomar cuando tenga síntomas. Nosotros así lo indicamos en consulta. Pero no puede ingerirse a la ligera». 

Así, los efectos secundarios que se han reportado como frecuentes incluyen el dolor de cabeza; diarrea o estreñimiento, dolor de estómago, gases; náuseas o vómitos; y pólipos en el estómago. «Los que se han reportado como graves son por tomas a largo plazo. Puede aumentar la posibilidad de enfermedades gastrointestinales o gastroenteritis y, en algunos pacientes, también puede afectar en la absorción de calcio y vitamina B12», confirma la doctora. «Es importante utilizarlos en la dosis y duración indicada por su médico. Estos tratamientos no deben ser "de por vida”, requieren reevaluación periódica», concuerda Rivas. 

Asimismo, al igual que no deberíamos tomarnos un ibuprofeno «por si nos duele la cabeza», Jiménez remarca que tampoco deberíamos tomar el omeprazol antes de una comida. «Si has tenido acidez después de una comida o te encuentras mal y tu médico de cabecera te lo ha indicado, te lo puedes tomar, pero de forma preventiva no es recomendable desde el punto de vista médico igual que ningún otro tipo de medicación», concluye. 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.