
Aunque antes se daba una mayor prevalencia de estos entre los hombres, los expertos concuerdan en que ahora esa diferencia por sexos empieza a disminuir
27 abr 2023 . Actualizado a las 18:56 h.Un dolor que se parece al de un parto. Así se podría definir lo que experimentan aquellas personas que han sufrido un cólico nefrítico. «El hombre, que no conoce lo que es este dolor, lo sabe si tiene uno», asegura Alberto Ortiz, nefrólogo en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN). «De hecho, hay un nombre coloquial para él: el cólico 'frenético'. Tienes un dolor tan espantoso que no puedes estar quieto», añade.
«El cólico nefrítico es un cuadro clínico que se produce cuando existen litiasis o piedras que se han formado en el riñón. Estas se movilizan y producen un cuadro clínico de dolor intenso porque la piedra se está moviendo e intenta buscar la salida», explica Fabiola Dapena, directora médica de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo (Friat). En realidad, no son pocos los que experimentan este dolor en sus carnes. Según palabras de la doctora, en España existe una prevalencia de litiasis renal —es decir, existencia de piedras en el riñón— de entre un 14 a un 16 % entre la población.
«Cuando la piedrecita atasca el uréter —continúa explicando Ortiz—, que es una tubería viva compuesta de músculo, esta empieza a contraerse con todas sus ganas para intentar expulsarla. Esas contracciones son el dolor que viene y que va, que es la cosa más parecida que hay a la contracción del útero durante el parto. No encuentras la manera de librarte de él. No puedes estar quieto y por más que te mueves, ahí sigue».
¿Cómo se forma un cálculo renal o piedras en el riñón?
«Nuestra orina lleva agua, electrolitos y productos de desecho que el cuerpo ha producido y no son necesarios. En una orina normal no hay partículas sólidas, pero si se dan ciertas condiciones, se pueden formar partículas con capacidad de crecer y de poder formar cálculos. Un factor de origen son algunas sustancias, que estén muy concentradas en la orina. Que esa orina tenga mucho calcio o ácido úrico, por ejemplo, puede producirlos», asegura Dapena.
También puede provocar cálculos el pH de la orina: «Puede suceder si está en un punto que favorece que determinados cristales se asocien y los formen, o porque en la orina tengamos pocos inhibidores de cálculos. Es decir, hay sustancias que neutralizan que se formen. Si tienes lo normal, se neutralizan, pero si tienes poco, se favorece que se formen».
Si la persona tiene una alteración anatómica en el aparato urinario, también existe una mayor probabilidad de que «la orina se retenga, exista mayor concentración de sustancias o que tenga infección urinaria con más facilidad».
Circunstancias que pueden ocasionar la aparición de cálculos y de un cólico nefrítico
La doctora Dapena describe una serie de circunstancias que pueden acabar propiciando la aparición de un cólico:
Vivir en países o zonas donde hace calor y se suda mucho.
No beber suficiente agua.
Trabajar en un lugar donde hace mucho calor: «Como los panaderos, que están en hornos o sitios donde hace mucho calor en su entorno de trabajo. O te hidratas mucho, o el hecho de estar deshidratado por ese calor tan excesivo, puede favorecer que tengas más propensión a formar cálculos».
El sedentarismo.
- Padecer obesidad.
Una dieta rica en proteínas animales o en sal.
Síntomas de un cólico nefrítico
El cólico nefrítico aparece de una forma súbita. «El dolor está localizado en la zona lumbar, que irradia hacia adelante y puede llegar a la zona genital. Se caracteriza por ser intenso, con variaciones de intensidad y, suele ir acompañado de náuseas y vómitos», indica Alberto Budía, coordinador del grupo nacional de litiasis de la Asociación Española de Urología y jefe de servicio de Urología en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia.
No obstante, se podría hablar de varios grados. «Puede haber pacientes asintomáticos. Gente que tiene piedras y que no les ocurre nada. Saben que las tienen porque se las han encontrado en una ecografía que se han hecho para otra cosa, pero nunca se han movido y no tienen síntomas», comenta Dapena.
Si el paciente acaba expulsando la piedra, no hay más complicación que ese dolor que, con el tratamiento adecuado, puede remitir. No obstante, en caso de que no se elimine, se puede producir una obstrucción de la vía urinaria. «Aquí ya hablamos de un cólico nefrítico obstructivo. La orina no puede salir y tiene que intervenir el urólogo porque tiene que conseguir que la vía sea impermeable. A veces tienen que ingresar en quirófano, ponerles un catéter, para destruir la piedrecita y hacer que exista un flujo de orina normal y que el riñón siga funcionando», cuenta Dapena. Otra posibilidad que puede empeorar el cuadro es que exista una infección: «Esto ya es un cuadro más importante porque puede pasar a la sangre y producir un cuadro que se llama sepsis».
Posibles síntomas de un cólico nefrítico
- Dolor agudo en la parte derecha, izquierda o ambas de la zona lumbar
- Dolor en la zona genital
- Dolor o quemazón al orinar
- Infección en la orina
- En ocasiones se presenta hematuria, es decir, sangre en la orina
- Náuseas o vómitos
- Sudor frío
Cuando el cálculo o piedra renal se encuentra muy cerca de la vejiga, podría confundirse con una infección de orina. Si en las horas posteriores no hay mejoría con el antibiótico para la cistitis, el paciente debe acudir a urgencias para que se realicen las pruebas pertinentes y así detectar si se trata de un cólico nefrítico.
Posibles tratamientos de un cólico nefrítico
El tratamiento, recalcan los expertos consultados, debe ser inmediato. «El objetivo es aliviar el dolor lo antes posible. Se suelen combinar analgésicos y antiinflamatorios por vía parenteral —intravenosa o intramuscular—, junto con antieméticos si fueran precisos por la presencia de náuseas o vómitos», explica Budía.
Posteriormente, con ese cuadro agudo de dolor resulto, hay que tratar la piedra si esta no ha sido expulsada. «En casos refractarios al tratamiento analgésico puede optarse por la colocación de una derivación urinaria que hace la función de by-pass, drenando la orina desde el riñón a la vejiga salvando el obstáculo del cálculo», precisa el urólogo.
El doctor subraya que la probabilidad de una resolución espontánea del cálculo renal depende del tamaño de este: «Los que son por debajo de los seis milímetros pueden progresar espontáneamente y salir sin necesidad de ser tratados. En cambio, los que son de mayor tamaño, es más difícil, suelen precisar de algún tratamiento adicional para su expulsión».
Incidencia
Según los datos epidemiológicos, cerca del 15% de la población española sufrirá cólicos nefríticos, sobre todo en aquellos con una edad comprendida entre los 30 y los 50 años.El hecho de que se formen cálculos renales o litiasis dependen por una parte del individuo —intervienen el sexo, la edad, la raza, problemas genéticos—, y el entorno. En cuanto a los primeros factores, el doctor Ortiz remarca que los cólicos «se pueden dar en personas jóvenes y, de hecho, tienen una incidencia curiosa porque aumenta con la edad hasta los 40 años y luego, al que no le ha dado, es raro que le de».
El problema es que se trata de una patología con una alta tasa de recidiva, es decir, si sufres un cólico de este tipo tienes probabilidades de sufrir otro en el futuro. «La probabilidad es de un 50 a un 100% de los cinco a diez años de haber sufrido el primer episodio», amplía Budía.
Prevención de un cálculo renal (y por lo tanto, también de un cólico nefrítico)
En cuanto a los factores del entorno, Dapena sostiene que «cada vez hay más evidencias y estudios que confirman que la dieta, los factores geográficos y climáticos, y los ocupaciones (es decir, en qué trabajes), es algo que importa a la hora de tener más facilidad a la hora de formar cálculos.
Entre los consejos de la doctora para que estos no se produzcan, se encuentran:
- Beber suficiente agua durante el día, sobre todo en aquellas zonas donde hace calor. «Además, ese líquido hay que beberlo a lo largo de las horas en las que uno esté despierto para orinar más a lo largo de todo el día», recalca el doctor Ortiz.
- Hacer ejercicio físico de forma regular
- Optar por una dieta rica en frutas y verduras
- Evitar los excesos de aporte de calcio, fosfato, oxalato y purinas.
- Reducir el consumo de sal
En caso de que el cólico renal se haya producido por tener el ácido úrico alto, deberán evitarse ciertos alimentos como carnes grasas, vísceras, carnes de ganso y pato, marisco, embutidos y quesos grasos, entre otros alimentos.
Con todo, cada paciente es diferente por lo que debe de ser el propio médico el que aconseje que tipo de alimentación debe seguir.