El tabú de las hemorroides: «Habitualmente, no recomendamos el uso de pomadas»
ENFERMEDADES
Se estima que la mitad de la población tendrá en algún momento de su vida hemorroides y es más frecuente en mujeres que en hombres. Te contamos qué puedes hacer para prevenirlas
25 may 2023 . Actualizado a las 17:46 h.Las hemorroides son uno de los problemas de salud más frecuentes entre los españoles. Se estima que la mitad de la población sufrirá sus síntomas en algún momento de la vida. Sin embargo, se trata de una enfermedad rodeada de estigma. Hace unos días, cuando abrimos el buzón de La Voz de la Salud a sugerencias de los lectores a través de nuestra newsletter, recibimos la petición de hablar de este tema que ellos calificaron de «tabú». Así lo reconocen también los expertos. De los mitos como la necesidad de evitar los alimentos picantes si se sufre de hemorroides al miedo a consultar por tratamientos que se consideran más dolorosos de lo que realmente son, los médicos observan cómo este tabú afecta a los pacientes.
La estigmatización es tal que muchas personas ni siquiera sabemos lo más básico respecto a este tema: todos tenemos hemorroides. El tejido hemorroidal en la región interna del colon está atravesado por venas que ponen en contacto el colon con el periné. Estos vasos sanguíneos tienen un rol fundamental en la excreción: permiten mantener cerrado el esfínter y detectar cuándo necesitamos evacuar las heces. Gracias a esta especie de sensores es que somos capaces de percibir si la presión que estamos sintiendo está ocasionada por heces, o si se trata simplemente de gas.
El problema surge cuando las hemorroides se inflaman, causando dolor, picor, sangrado o ardores. «Todos tenemos hemorroides internas y la mayor parte de la población nunca va a tener síntomas ni problemas. La clave para que aparezca sintomatología, patología hemorroidal, que la notes o las sientas, deriva sobre todo de una presión en la cavidad abdominal o de traumatismos continuados en el ano. Por ejemplo, es frecuente que se presenten en el embarazo o con el estreñimiento, que es el principal factor asociado a la aparición de síntomas por las hemorroides», explica el doctor Joaquín Cubiella, de la Asociación Española de Gastroenterología.
Síntomas
La sintomatología de las hemorroides dependerá de la localización del vaso hinchado. «Si están en el canal anal, no las notas. Pero pueden salir hacia afuera y eso es lo que la población habitualmente siente y conoce, porque son palpables, visibles, y son las que dan síntomas», aclara Cubiella. Así, podemos hablar de distintos tipos de hemorroides:
Hemorroides externas: Se ubican debajo de la piel que rodea el ano. Pueden provocar:
- Picor o irritación anal
- Dolor o molestia
- Inflamación alrededor del ano
- Sangrado
Hemorroides internas: Están dentro del recto y suelen ser asintomáticas, pero pueden provocar:
- Sangrado indoloro durante las deposiciones
- Una hemorroide que empuja a través de la abertura anal (hemorroide prolapsada o protuberante), lo que causa dolor e irritación
Hemorroides trombosadas: Ocurren cuando la sangre forma un coágulo en una hemorroide externa. Puede provocar:
- Dolor intenso
- Hinchazón
- Un bulto cerca del ano
El experto explica que «hay dos síntomas primordiales que pueden aparecer. El más habitual es el dolor, porque el tejido está irritado. El otro síntoma es una pérdida de sangre de un tipo muy específico. Son pérdidas al finalizar la deposición. Habitualmente, la sangre no se mezcla con las heces. Son pequeñas gotas que pueden aparecer después. Va asociada a síntomas anales como dolor o picor».
En cualquier caso, es fundamental consultar con el médico ante cualquiera de estos síntomas, sobre todo si hay sangrado durante las deposiciones o si las hemorroides no mejoran al cabo de una semana. Esto es importante porque, como advierte Cubiella, «en muchos casos, la duda es si detrás de la pérdida de sangre se puede estar escondiendo otra patología, como un cáncer de colon».
Causas
Los motivos por los que aparecen las hemorroides tienen que ver con la presión que se ejerce sobre los vasos sanguíneos rectales. Esto puede deberse a:
- Presión excesiva en las venas rectales: Debido al esfuerzo durante la deposición, el estreñimiento crónico, el levantamiento de objetos pesados, el embarazo o el parto.
- Estilo de vida sedentario: El estar sentado durante largos períodos de tiempo, especialmente en el inodoro, puede aumentar el riesgo de desarrollar hemorroides.
- Diarrea crónica: Esta patología puede irritar el revestimiento del recto y el ano, lo que puede llevar a la formación de hemorroides y Edad avanzada.
Aunque el estrés no es una causa directa de las hemorroides, puede empeorar los síntomas y aumentar la presión en el área anal, además el estrés puede contribuir al estreñimiento crónico, una de las causas principales de las hemorroides.
Las hemorroides pueden ser agudas, lo que significa que los síntomas son temporales y pueden remitir por sí solos o con el tratamiento adecuado. Sin embargo, en otros casos, las hemorroides pueden volverse crónicas, lo que significa que los síntomas persisten o se presentan de manera recurrente a lo largo del tiempo y esto puede estar relacionado con factores como el estreñimiento crónico, el estilo de vida sedentario y la respuesta individual al tratamiento.
Hemorroides en el embarazo
Dentro de la lista de síntomas que se pueden experimentar durante la gestación, las hemorroides suelen estar presentes. «Son más comunes en el último trimestre. El crecimiento del útero ejerce presión sobre las venas rectales y de la pelvis, lo que puede llevar a la formación de hemorroides. Además, los cambios hormonales propios del embarazo pueden contribuir al estreñimiento, lo que a su vez aumenta el riesgo de la aparición de hemorroides», observa el doctor Alberto Álvarez, de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
Tratamientos
Las opciones de tratamiento para las hemorroides pueden variar dependiendo de la gravedad de los síntomas. En la mayoría de los casos, las hemorroides pueden tratarse de manera conservadora sin necesidad de cirugía. Esto se logra, en primera instancia, con modificaciones en el estilo de vida del paciente que van dirigidas a reducir o evitar el estreñimiento y a eliminar el exceso de peso cuando se considera que este puede estar generando presión sobre el ano.
«Recomendamos varias cosas. La primera es beber abundante agua. Se trata de que las deposiciones sean lo más normales posibles. La segunda es aumentar la fibra en la dieta, con verduras, frutas y cereales. Si estas medidas no son suficientes, se pueden utilizar laxantes que aumentan el agua en las heces. Después, medidas higiénicas. Recomendamos el lavado de la zona después de cada deposición. En cambio, evitamos el uso de tratamientos tópicos como las pomadas, Habitualmente, no las recomendamos, porque algunas tienen corticoides y pueden favorecer la aparición de algún tipo de infección fúngica a nivel local e incluso puede empeorar los síntomas. Solamente lo recomendamos en determinados casos», explica Cubiella.
«También es recomendable evitar el esfuerzo excesivo durante las evacuaciones intestinales y evitar estar sentado durante largos períodos de tiempo. En cuanto a medicamentos de venta sin receta, hay una variedad de cremas, ungüentos y supositorios de venta libre que pueden ayudar a aliviar los síntomas de las hemorroides, como el dolor, la picazón y la inflamación. Estos productos suelen contener ingredientes como hamamelis u otros agentes calmantes. Pero no se recomienda usar medicinas que contengan hidrocortisona u otros esteroides durante más de una semana, salvo que su médico lo autorice», coincide Álvarez.
A nivel de tratamientos clínicos, además de las medidas mencionadas, existen opciones que se pueden utilizar cuando es necesario. «Antes de indicar un tratamiento quirúrgico, para una cantidad importante de pacientes podemos aplicar tratamientos instrumentales en la consulta que se hacen sin anestesia y son muy eficaces en algunos grados de hemorroides. Está la ligadura con banda elástica, que en inglés se conoce como banding hemorroidal, o también las inyecciones esclerosantes, la esclerosis se hace también en consulta. Estos procedimientos se hacen de forma ambulatoria», explica el cirujano coloproctal Alberto Parajo.
En cuanto a los procedimientos quirúrgicos, señala Parajo, «un punto importantísimo es individualizar la indicación de cada técnica a cada caso». En este sentido, hay varias opciones que pueden realizarse con anestesia local. «Dentro de las opciones que tenemos, la que los pacientes conocen de toda la vida es la extirpación de las hemorroides. A esto le llamamos hemorroidectomía e implica que van a quedar unas heridas en el ano, por lo tanto, hay una percepción de que es una intervención que provoca dolor. Pero actualmente la realizamos con unos dispositivos que llamamos de energía avanzada, que provocan menos dolor y logramos una recuperación más rápida», aclara el cirujano.
También hay otras técnicas que se realizan en quirófano, como la hemorroidopexia, «que se puede hacer con ultrasonido para localizar las arterias y que en muchas ocasiones se asocia con la hemorroidoplastia con láser diodo. Esta es una técnica que no extirpa las hemorroides directamente. Lo que conseguimos es que se resequen y disminuyan su tamaño y dejen de causar problemas. Esta es menos dolorosa y la recuperación es más rápida. También está la técnica de Longo, que es muy útil para hemorroides que tienen un prolapso circunferencial. Con esta técnica no se generan heridas externas, se hace una extirpación por dentro de la mucosa y se utiliza un aparato de sutura mecánica. Provoca menos dolor que las técnicas convencionales», explica Parajo.
Prevención
Existen varias medidas que podemos tomar para prevenir la aparición de hemorroides. Lo más importante que se puede hacer es tratar de evitar el estreñimiento y de tener evacuaciones blandas.
Recomendaciones:
- Mantén una alimentación equilibrada y rica en fibra, es importante incluir alimentos como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres en tu dieta diaria.
- Bebe suficiente agua para mantener las heces blandas, en especial si tomas un suplemento de fibra.
- Mantén un peso saludable y realiza ejercicio regularmente.
- Evita estar sentado durante períodos prolongados.
- Practica una buena higiene anal, sin pasar demasiado tiempo en el sanitario (por ejemplo, leyendo). Trata de no hacer mucho esfuerzo para evacuar y asegúrate de limpiar el área anal de manera suave. Evita frotar o rascarte excesivamente, ya que esto puede irritar la zona.
- Evita el levantamiento de objetos pesados.
Alimentación
Cuando se trata de prevenir los síntomas de las hemorroides, se suele hablar de evitar los alimentos picantes como ciertos chiles, pimientos y salsas, ya que pueden irritar el revestimiento del intestino. Esto, sin embargo, aclara Cubiella, no es lo recomendado en todos los casos. «Cada persona es un mundo y habrá que ver qué es lo que le produce sintomatología a cada uno y evitarlo», señala Cubiella.
Sí es importante evitar o consumir con moderación aquellos alimentos que empeoran el estreñimiento: ultraprocesados, comida rápida, alimentos fritos y productos ricos en grasas saturadas. Se aconseja también evitar las bebidas alcohólicas y la cafeína: esta puede dilatar los vasos sanguíneos y aumentar la inflamación. Los productos de panadería refinados, los cereales azucarados y los bocadillos salados, suelen ser bajos en fibra. Optar por alimentos integrales y ricos en fibra en su lugar es lo más indicado.