Cirugía pionera en España: mover el útero y los ovarios de sitio para que las pacientes de cáncer puedan quedarse embarazadas

La Voz de la Salud

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El equipo del Hospital del Mar durante la intervención, que se dividió en dos: una en noviembre y otra en junio.
El equipo del Hospital del Mar durante la intervención, que se dividió en dos: una en noviembre y otra en junio. Hospital del Mar

El Hospital del Mar, de Barcelona, realizó la primera transposición uterina en una mujer de 36 años que padece un tumor rectal

18 jul 2024 . Actualizado a las 12:42 h.

El diagnóstico de cáncer es una noticia que marca un antes y un después; que en la mayoría de casos arrasa con el día a día de quien lo sufre. Algunos tumores, como los localizados en la zona pelviana, suponen una carga emocional extra para aquellas mujeres que quieran ser madres, ya que cuando se requiere un tratamiento de radioterapia, esta posibilidad desaparece como consecuencia de los daños ocasionados en el útero y en los ovarios. Al menos, este era el pronóstico que los expertos manejaban hasta ahora. El equipo del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Mar (Barcelona) está de celebración, ya que han realizado la primera transposición uterina de España en una paciente de 36 años que padece un cáncer de recto localmente avanzado. 

Esta técnica, que solo se ha hecho unas veinte veces más en todo el mundo, permite proteger tanto al útero como a los ovarios de los efectos de la radiación, lo que evita una menopausia precoz y mantiene la posibilidad de convertirse en madres. Ejemplos anteriores lo evidencian: el primer bebé nació en Brasil en el 2022, y en Estados Unidos, en el 2024. 

El abordaje completo consiste en una doble cirugía. La primera intervención se debe realizar antes del inicio de la radioterapia, con el objetivo de mover tanto el útero como el ovario a una zona donde queden libres de su efecto. Una vez se finaliza el tratamiento, la paciente debe entrar a quirófano en una segunda ocasión, esta vez, para devolver los órganos afectados a su posición original. «Se trata de cambiar la anatomía de un órgano de la pelvis, situándolo en otra ubicación», resume la doctora Gemma Mancebo, la jefa de sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología y una de las responsables de la cirugía. 

El equipo del centro catalán durante la intervención, pionera en España.
El equipo del centro catalán durante la intervención, pionera en España. Hospital del Mar

Esta hazaña es muy significativa ya que la radioterapia pélvica, en las dosis necesarias para conseguir la curación de un tumor rectal, provoca un daño «irreversible, tanto en el ámbito uterino provocando infertilidad, como ovárico, ocasionando menopausia precoz a las pacientes jóvenes diagnosticadas de cáncer de recto», detalla la doctora Anna María Reig, médica adjunta del Servicio de Oncología Radioterápica. Por ello, el equipo destaca que es fundamental la preservación tanto de su salud sexual como reproductiva. 

Así, la paciente española fue intervenida, por primera vez, en noviembre del 2023. Y en junio de este año, se completó la transposición cuando el tratamiento oncológico había finalizado y haciéndolo coincidir con la cirugía del tumor rectal, un hecho que añadía puntos de complejidad al caso. Para minimizar el impacto, el equipo del hospital catalán recurrió a la cirugía robótica, que prueba su eficacia en este tipo de historias. 

«Esta técnica supone darle esperanza a una paciente joven que todavía no ha cumplido sus posibles deseos de ser madre y a quien se le ha diagnosticado un cáncer que no afecta al sistema genital, pero el tratamiento del cual sí que puede afectar a su capacidad reproductiva y hormonal», apunta la doctora Esther Miralpeix, médica adjunta del Servicio de Obstetricia y Ginecología. Si una vez superados todos los casos, la mujer desea ir a por el embarazo, se le recomienda recurrir a la fecundación in vitro, debido a la posible toxicidad de la quimioterapia que se utiliza contra el tumor sobre los ovarios, así como por cesárea a la hora del parto. 

Pacientes aptas

Dibujar los pacientes que serán aptos de esta intervención requiere un trabajo combinado de los servicios de Aparato Digestivo, de Cirugía General, a través de la sección de Cirugía Colorrectal, el de Oncología Médica y el de Oncología Radioterápica. Se ha creado un circuito que permita la derivación de pacientes con tumores pélvicos que precisen tanto quimio como radioterapia, para así valorar si esta intervención resulta beneficiosa, y sin causar un retraso en el inicio del tratamiento. El Hospital del Mar destaca el papel que tiene la enfermera gestora de casos en este tipo de situaciones. 

A aquellas de 40 años o menos, se les ofrece la posibilidad de proteger el útero y los ovarios para mantener la posibilidad de un embarazo; mientras que a las menores de 47, se les pone sobre la mesa la transposición únicamente de los ovarios para protegerlos de una menopausia precoz. Esto último ya estaba disponible en el hospital catalán para pacientes jóvenes con cáncer de cérvix con el objetivo de evitarla. 

La doctora Marta Pascual, jefa de sección de Cirugía Colorrectal del Hospital del Mar, explica que esta opción quirúrgica es una nueva forma de velar por la salud global de estos pacientes: «Ahora que la incidencia de cáncer de recto en personas jóvenes está en aumento, tendremos que ser capaces de ofrecer este procedimiento», concluye. 

El equipo de cirugía del Hospital del Mar mientras realizan la transposición uterina.
El equipo de cirugía del Hospital del Mar mientras realizan la transposición uterina. Hospital del Mar

El cáncer colorrectal, en cifras

La Sociedad Española de Oncología Médica estima que el cáncer colorrectal será el tumor más diagnosticado en España este 2024, con 44.294 nuevos casos —27.009 en varones y 17.285 en mujeres—. Además, destaca que es una causa importante de muerte, ya que en el 2022, fue la segunda causa de muerte por tumores en varones, y en las mujeres, la tercera. 

Llama la atención que su incidencia esté aumentado en distintas partes del mundo, sobre todo, y de manera alarmante, en personas menores de 50 años. Las causas que lo expliquen todavía no están del todo claras, ya que todavía quedan por establecer factores de riesgo conocidos y demostrados. «Una proporción de estos casos se deben a una predisposición hereditaria, pero esto no es suficiente para explicar el alza en la incidencia que se observa en los últimos años», comentaba Marios Giannakis, del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston, y uno de los autores del estudio que encontró, incluso, una incidencia mayor por debajo de los 30. Así, se piensa que el estilo de vida y los factores ambientales de riesgo, «a los que las generaciones jóvenes han estado más expuestas que las anteriores, podría explicar este fenómeno», explicaba. Hipótesis que todavía están en líneas de investigación.