César Rodríguez, oncólogo: «El aumento de cáncer de colon, también en jóvenes, está ligado a factores de riesgo evitables»

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El doctor César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica.
El doctor César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica. SEOM

El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica destaca el papel de la medicina de precisión como el camino para aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida en los pacientes oncológicos

28 ene 2025 . Actualizado a las 13:25 h.

El doctor César Rodríguez (Salamanca, 1969), presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, analiza las conclusiones del informe Las cifras del cáncer en España en 2025, elaborado por su entidad con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra el próximo 4 de febrero. El experto lamenta que el cáncer se siga asociando a una alta mortalidad, una idea que no se ajusta a la realidad. 

—¿Qué conclusiones lamenta y cuáles resultan más esperanzadoras?

—De manera global, asistimos a un ligero incremento del número de casos diagnosticados a lo largo del año. En España se estima que para el 2025 haya unos 296.000 nuevos casos aproximadamente. Hay algunas causas muy definidas que lo explican muy bien, como es el aumento y el envejecimiento de la población, especialmente si tenemos en cuenta que el cáncer es una enfermedad ligada al envejecimiento. Es cierto que cuando miramos la incidencia ajustada a otros factores, vemos que hay una reducción de la misma. Esto ocurre especialmente en el caso de los varones, donde tiene mucha importancia la distribución de casos de tumores ligados al hábito tabáquico, como puede ser cáncer de pulmón o cáncer de vejiga, puesto que estamos arrastrando un efecto de reducción del número de hombres que fuman. 

—Apuntan a la situación contraria en las mujeres. 

—Sí, la mala noticia es que hay un incremento tanto en la incidencia de cáncer de pulmón como de tumores ligados al hábito de fumar en las mujeres. Es lo que explica que el cáncer de pulmón en la población femenina esté a punto de sobrepasar, por primera vez en la historia, al cáncer de mama como primera causa de muerte por tumores en ellas.  

—Llaman la atención sobre el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos en la población joven, que ha aumentado desde la pandemia. 

—Sí, el efecto real del consumo de estos dispositivos todavía no lo sabemos. Como sucede con el tabaco y con otros factores de riesgo para el desarrollo del cáncer evitables, el tiempo de latencia y los años necesarios para que haya un impacto en términos de incidencia y por supuesto la mortalidad es largo. Por el contrario, sí sabemos que el uso de dispositivos como el vapeo aumenta el riesgo de padecer enfermedades de las vías respiratorias y tiene una serie de sustancias que, probablemente, también influyan en una mayor incidencia de cáncer de pulmón. Esto es preocupante porque es posible que asistamos a un repunte de las cifras de incidencia de tumores de vías respiratorias y bronquios dentro de unos años como consecuencia del uso de estos dispositivos. Eso sí, no es un impacto que hayamos visto en las cifras actuales. 

—En el informe recogen el cáncer colorrectal, de mama y de pulmón como aquellos más incidentes. ¿Por qué?

—El tumor con mayor incidencia cuando consideramos ambos sexos sigue siendo el cáncer colorrectal. Hay que tener en cuenta varias cosas. Primero, desde hace unos años, en España, se han implementado programas de cribado en cáncer de colon que llevan a que haya habido un aumento de los diagnósticos. Esto es una mala noticia, aunque la buena es que en muchos de ellos el diagnóstico se produce en estadios más precoces. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es adelantarnos y tengamos mayor probabilidad de curabilidad. Esperamos que, en un futuro inmediato, tenga un impacto en reducción de la supervivencia y de la incidencia de casos invasivos. En el caso del cáncer de mama en mujeres hay un incremento en la incidencia que tiene que ver con factores de riesgo que son inherentes a un estilo de vida occidental, como son el primer embarazo tardío o pocos embarazos, la lactancia maternal limitada y algunos factores también relacionados con hábitos de vida como la obesidad, el alcohol o el sedentarismo. La mala noticia es que sigue aumentando la incidencia; la buena, que la mortalidad disminuye. Se reduce claramente y eso tiene que ver con unas mejores medidas terapéuticas y también con un diagnóstico más precoz. En el caso del cáncer de pulmón, hay un aumento de la incidencia en mujeres y una reducción en varones. El cáncer de próstata sigue siendo el líder en varones en lo que se refiere al número de casos, pero es verdad que es un tumor con una elevada tasa de supervivencia a cinco años, de ahí que si hablamos en mortalidad en los varones, el de pulmón siga siendo el primero. 

—En los últimos años, varias investigaciones han encontrado un aumento del cáncer en jóvenes, especialmente de cáncer de colon. ¿La explicación es un mejor diagnóstico?

—Efectivamente, ese incremento está demostrado. En países occidentales hay un aumento de la incidencia en población adulta joven y uno de los tumores es el cáncer de colon. Es una cuestión multifactorial. Independientemente de que los programas de cribado también puedan estar influyendo, hay que tener en cuenta que este tumor, en países desarrollados, está muy ligado a factores de riesgo evitables como la obesidad y una dieta inadecuada. Estos son factores que pueden estar teniendo un impacto en ese repunte de casos de cáncer de colon en población un poco más joven.

—En el informe también destacan el papel de la contaminación en el cáncer de pulmón. 

—Sí, lo que no sabemos es la proporción de casos que estarían ligados a ese factor de riesgo. Pero que lo es, lo tenemos claro. Por eso, al igual que insistimos en la necesidad de eliminar el hábito tabáquico para reducir el riesgo de padecer cáncer de vías respiratorias y otros tumores, también sería importante que las administraciones y los gobiernos en general establecieran medidas para el control de la contaminación ambiental, porque sabemos que es un factor demostrado de riesgo de padecer diferentes tumores, entre ellos, el de pulmón.

—Hablan de un incremento del riesgo de padecer cáncer a partir de los 45 y 50 años. ¿Por qué este punto de corte?

—Es una enfermedad ligada al envejecimiento celular. A partir de ese punto es cuando empezamos a ver mayor número de casos, tanto en la franja que va de los 45 al 65, como mayor de 65. También es cierto que en sociedades occidentales, estamos viendo que la incidencia de hábitos de vida poco saludables y factores evitables de riesgo están haciendo que se adelanten, un poco, las edades en algunos tipos de tumores.

—En España, se calcula que los fallecimientos pasen de 114.000 casos en el 2022 a más de 180.000 en el 2050. 

—Sí, son estimaciones, no sabemos la cifra real. Además, esos datos están hechos por agencias internacionales, por lo que no queremos darle mayor valor que una simple estimación. Es muy difícil predecir qué impacto tendrán los nuevos tratamientos y el avance de las estrategias de diagnóstico precoz y de tratamientos en los próximos treinta años. 

—Una de las conclusiones que se desliza del informe es que se detectarán más casos pero estarán mejor tratados y diagnosticados. ¿Buenas noticias?

—Claro. No solo diagnosticaremos más en los programas de cribado, sino que las técnicas de diagnóstico son mucho más sensibles. Eso hará que los detectemos en etapas más tempranas y permita una mayor tasa de curación. Que las técnicas diagnósticas sean más fiables nos permite detectar de una mejor manera la extensión de la enfermedad y establecer mejores estrategias de tratamiento. Por tanto, probablemente diagnostiquemos a edades más tempranas y, perdón, en etapas más tempranas, no a edades, en etapas más tempranas y eso permitirá una mayor tasa de curaciones, porque las técnicas diagnósticas, y ya digo, no solo en el cribado, son mucho más fiables y permiten detectar de una mejor manera la extensión de la enfermedad y establecer estrategias de tratamiento mejores. Y luego, habrá un impacto en la supervivencia con la medicina de precisión. Esto nos va a ayudar a tener una mayor tasa de curabilidad, con menos efectos adversos y con mejor calidad de vida.

—¿El cáncer sigue dando miedo?

—Es lógico tener miedo a una enfermedad que, en este momento, junto con las enfermedades del sistema circulatorio constituye la primera causa de muerte en España. Por lo tanto, una cosa es que no deje de ser una enfermedad temible, y otra, que no haya que desestigmatizar el uso de la palabra cáncer. Hay que entender que esta palabra, en este momento, no implica necesariamente la muerte. Hay que tener en cuenta que en torno al 60% de los pacientes diagnosticados van a estar vivos cinco años después. Es decir, lo que más queremos es que se pierda el miedo a esta palabra, que se aborde con normalidad, con la preocupación que supone, pero con la normalidad que debe tener una patología, que tiene un tratamiento, una proporción muy alta de largos supervivientes y que, sobre todo, tiene una manera de tratarse en este momento que va más allá de toda esa creencia de sus fármacos siempre son tóxicos o que envían al paciente a una muy mala calidad de vida.

—¿Cuáles cree que son los retos principales? En el documento destacan la importancia de no ver el cáncer como una enfermedad homogénea. 

—Sí, hay que entender que el cáncer es una enfermedad muy diversa y que el diagnóstico se hace en base a criterios muy individualizados, al igual que el tratamiento. Además, por un lado, tenemos el resto de aumentar el diagnóstico, y por otro, de evitar un número significativo de tumores evitables. Un tercio de ellos se pueden prevenir, simplemente, con educación sanitaria y hábitos de vida saludables. Si eliminamos el tabaco, eliminamos el 90 % el cáncer del pulmón. Si eliminamos la obesidad, el consumo de alcohol, disminuimos el sedentarismo e incrementamos el ejercicio, vamos a reducir de manera significativa la mortalidad y la incidencia de cáncer. Un tercio de las muertes por cáncer se podrían evitar sin tabaco, alcohol, haciendo ejercicio físico, dieta equilibrada y controlando infecciones. Uno de cada tres. 

Lucía Cancela
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Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.