Vuelve Champix: «Desde la primera semana no se siente tanto placer por fumar ni tanta abstinencia»

ENFERMEDADES

El conocido fármaco, que alivia el síndrome de abstinencia y reduce el placer que provoca el cigarrillo, había sido retirado del mercado en el año 2021
12 abr 2025 . Actualizado a las 21:38 h.Champix (vareniclina), que durante años fue considerado el «milagro» para dejar de fumar, vuelve a estar disponible en España. La compañía Pfizer anunció que la vuelta al mercado venía acompañada por datos que avalan su seguridad y eficacia a la hora de reducir la cantidad de cigarrillos diarios entre cuatro y ocho semanas después de comenzar con el tratamiento.
¿Qué es Champix?
Es el nombre bajo el que se comercializa el principio activo de la vareniclina.
¿Cómo funciona?
La vareniclina forma parte de los fármacos no nicotínicos y, en concreto, pertenece al grupo de los agonistas parciales de la nicotina. Tiene un mecanismo de acción dual, que se basa en actuar como un antagonista y agonista parcial altamente selectivo de los receptores nicotínicos de acetilcolina en el cerebro. Estos receptores son los que se encargan de liberar dopamina cuando la persona entra en contacto con la nicotina, lo que refuerza el sistema de recompensa. El medicamento se une a los receptores y actúa con un doble mecanismo. Por un lado, estimula la producción de dopamina de forma que mitiga la abstinencia, y por otro, bloquea la unión de la nicotina cuando la persona fuma, lo que reduce el placer derivado de ello. «Un agonista es un fármaco que, en este caso, tiene especial avidez por los receptores de la nicotina. Se une a ellos y genera una doble acción a nivel cerebral», responde el doctor Hugo Gómez, neumólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO)
¿Qué efecto provoca?
Esta doble acción se traduce en dos consecuencias. Por un lado, «alivia y nos ayuda con la ansiedad derivada de dejar de fumar y el síndrome de abstinencia», y por otro, «reduce el placer que provocan los cigarrillos cuando fumamos», indica el neumólogo. Esto hace que se reduzcan, de forma significativa, tanto los síntomas físicos provocados por la deshabituación tabáquica, como la dependencia psicológica. «Hay actos que nos recuerdan o incitan a fumar como un café o tomarnos una caña», ejemplifica el experto. El medicamento también actúa, por así decirlo, en esta costumbre. En otras palabras, disminuye la adicción al cigarro.
¿Qué requisitos se deben cumplir para acceder al medicamento?
Existen varios condicionantes para que el sistema Nacional de Salud financie este medicamento. En primer lugar, «es necesario que el paciente tenga una motivación expresa para dejar de fumar, que sea constatable con al menos un intento en el último año». Después, debe fumar diez o más cigarrillos al día y tener un alto nivel de dependencia física a la nicotina. «Esto último lo medimos con el test de Fagerstöm, que evalúa esta variable con seis de preguntas. El paciente debe obtener un resultado de 7 por lo menos».
¿Cuándo dura el tratamiento?
La persona debe marcarse un día D para dejar de fumar y empezar a tomarlo. A partir de aquí, comienza una prescripción que dura doce semanas y, si fuese necesario, puede alargarse hasta sumar 24. Según el neumólogo, lo ideal es que el paciente deje de fumar a los cinco días de iniciar el tratamiento. «Pero nos encontramos con personas que no pueden o no están dispuestas a hacerlo de forma inmediata, se va reduciendo en las doce primeras semanas, y justo cuando se terminan, lo deja y volvemos a empezar otras doce semanas más», explica.
¿Qué efectividad tiene?
Es muy alta, en concreto, si se compara con no usar ningún medicamento, «la facilidad de dejar de fumar, la tasa de deshabituación, se multiplica por tres».
¿Cuándo empieza a hacer efecto?
A partir de la primera semana de comenzar a tomarlo. Ahora bien, es importante que la persona cumpla con la pauta. «Necesitamos que siga el tiempo establecido de doce semanas. Hay algo que la gente hace mal y es que abandonan el tratamiento a la mitad porque piensan que el hábito ya ha desaparecido. Eso es un error», destaca.

¿Cómo se debe tomar?
El blíster del medicamento marca, con dos símbolos, la pastilla de la mañana y de la noche. La dosis se incrementa en las dos primeras semanas. Del primer al tercer día, la persona debe tomar un comprimido de 0,5 miligramos; del cuarto al séptimo, la misma dosis pero dos veces al día. Y, a partir de este punto y hasta el final del tratamiento, un comprimido de un miligramo dos veces al día.
¿Cómo se puede acceder al tratamiento?
Se suele llegar a través de tres especialidades: el médico de cabecera, la consulta de tabaco de neumología y la unidad de conductas adictivas de psiquiatría. «La diferencia es que nosotros, a nivel neumológico, conocemos muy bien los efectos que tiene el tabaco. Si, por ejemplo, la persona tiene tos, flemas, espectrofismo o sintomatología respiratoria, ya no solo de deshabituación tabáquica, habría que hacerle pruebas de capacidad pulmonar, como la espirometría, y detectar si hay una enfermedad, como la EPOC», detalla.
¿Qué siente el paciente al tomarlo?
Según el doctor del CHUO, a partir de la primera semana la persona percibe «que no siente tanto placer por fumar ni tanta abstinencia a nivel físico». En otras palabras, tiene menos mono.
¿Tiene efectos secundarios?
Sí. «Los más habituales son las náuseas y los vómitos, por eso se recomienda siempre tomarlo con alimentos o un vaso de agua», precisa. También puede haber más dificultades para conciliar el sueño, una mayor irritabilidad o alteraciones estomacales. Es importante hacérselo saber al médico de referencia por si se puede acompañar de un tratamiento sintomático.
¿Cuántas consultas debe haber?
Las guías médicas dividen este proceso en cuatro fases: de prescripción farmacológica; de preparación, donde hay dos consultas; de cesación (con cuatro consultas), y de seguimiento, con dos visitas más.
¿Qué otras medidas se recomiendan paralelamente?
El neumólogo habla de la importancia del apoyo psicológico y del seguimiento por parte de su especialidad. Se recomienda, por ejemplo, que la persona haga una serie de tareas para que pueda romper con los automatismos que le llevan a fumar en determinas situaciones.
¿Por qué fue retirado?
En el 2021 fue retirado por contener impurezas de nitrosaminas (cancerígenos) en niveles superiores al límite establecido. Ahora nuevos estudios han avalado su eficacia y seguridad.