Cuando la prevención salva vidas: estas son las pruebas de detección precoz de enfermedades que existen en la sanidad pública

Lois Balado / Laura Placer LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

XOAN A. SOLER

Desde las 36 horas de vida hasta los 74 años, el sistema gallego las ofrece siguiendo criterios de edad y sexo de cada paciente

06 jul 2025 . Actualizado a las 14:33 h.

Más vale prevenir que curar, claro está. Pero, aunque ese sea el camino que la sanidad emprende cada vez de manera más decidida, no siempre se puede. Así que al refrán, se le añade un corolario. Más vale curar antes que después. Por eso, a través de los servicios públicos de salud, todos los ciudadanos son chequeados antes incluso de salir del hospital después del parto. Un trabajo de seguimiento que continuará, con sus cumbres y sus valles, durante el resto de la vida. Actualmente, la sanidad gallega contempla ocho programas de cribado distintos. Algunos muy añejos, otros muy novedosos, pero todos vivos, creciendo a medida que la medicina avanza.

Al principio de la vida

La participación de los niños y niñas gallegos en los cribados neonatales es prácticamente del 100 %. «Tanto en el endocrino metabólico como en hipoacusia, estamos en unos niveles superiores al 99,9%. De hecho, la prueba ya se realiza antes del alta hospitalaria», informan desde la Consellería de Sanidade: Tanto las maternidades públicas como las privadas —a quienes se les suministra los equipos desde los servicios públicos— tienen implantados estos métodos de detección precoces, por lo que todos los neonatos están monitorizados independientemente de la institución en la que hayan nacido. No obstante, sí se exige, a través de un consentimiento informado, la autorización para realizar estas pruebas a los recién nacidos. De ahí que, debido a casos excepcionales, las cifras de población estudiada no llegan a la totalidad. 

Cribado neonatal de cardiopatías congénitas.

El cribado de cardiopatías congénitas críticas se puso en marcha en Galicia durante el mes de diciembre del 2024. Se trata de una experiencia pionera en el territorio nacional, dado que todavía no ha sido incorporado en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. «Va dirigido a todos los neonatos que tengan, al menos, 36 semanas de gestación. Como toda estrategia de detección precoz, va orientado a neonatos que no presenten sintomatología», explica Ángel Amorín, jefe del Servizo de Detección Precoz de Enfermidades da Consellería de Sanidade. La prueba consiste en una pulsioximetría, «una medición muy sencilla de la saturación de oxígeno. No es más que la colocación de una pulserita en la muñeca derecha y en el pie al recién nacido. Un algoritmo analiza los resultados para determinar si es sospechoso de padecer alguna cardiopatía congénita crítica». En el caso de que el bebé cumpla con algún criterio de sospecha, el paciente será derivado a neonatología. Si se confirma, su caso recaerá sobre el área de cardiología para la realización de un electrocardiograma. «Si se tratase de un caso especialmente urgente será derivado a la unidad de referencia en Galicia, que está en Complexo Hospitalario Universitario da Coruña».

Cribado de hipoacusia neonatal 

Desde el año 2000, Galicia también realiza a todos aquellos recién nacidos que sean autorizados por sus progenitores, la detección de hipoacusia —sordera— neonatal. «Su detección precoz nos permite llevar a cabo actuaciones tempranas para tratarlo, incluso con implantes cocleares, que garanticen un pronóstico de desarrollo cognitivo adecuado», recalca Amorín. La detección de un problema de audición en fases más avanzadas que pueden provocar el retraso en el habla, por poner solo un ejemplo de posibles problemátivas derivadas. 

Cribado de enfermedades endocrinas y metabólicas

El llamado técnicamente cribado de detección precoz de enfermedades endocrinas y metabólicas en período neonatal les sonará mucho más familiar si le aplicamos su denominación más coloquial: la prueba del talón. Pese a que este pequeño pinchazo en el talón de los recién nacidos para obtener una muestra de sangre seca se lleva realizando desde el año 1978, el catálogo de patologías que detecta no ha dejado de aumentar. En la actualidad, alcanza ya las 37. «La gallega, es la cartera de servicios más completa a nivel nacional. Desde el 2023 se incluye la Atrofia Medular Espinal (AME), la inmunodeficiencia combinada grave, la hiperplasia suprarrenal congénita y, desde el año pasado, también dos enfermedades lisosomales: la mucopolisacaridosis de tipo I y la enfermedad de Pompe. También, la adrenoleucodistrofia asociada al cromosoma X», enumera jefe del Servizo de Detección Precoz de Enfermidades de la Consellería.

Las familias gallegas responden masivamente a este cribado, con una participación prácticamente total (99,9 %).«La recogida de muestras debe producirse entre las 24 y las 48 horas de vida, preferiblemente, antes de la alta hospitalaria. Disponemos de un sistema de recogida que recopila todas estas muestras y las transporta al laboratorio de metabolopatías, que es el laboratorio de referencia del programa, ubicado en el  Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Además de ser nuestra unidad de referencia, también lo es nivel nacional. Es un centro puntero», expone con orgullo el amigo.

La lista completa de patologías que incluye el cribado la prueba del talón

  1. Hipotiroidismo Congénito
  2. Fibrosis Quística
  3. Anemia de células falciformes
  4. Deficiencia de biotinidasa
  5. Galactosemia por deficiencia de galactosa-1-fosfato-uridil transferasa (GALT)
  6. Galactosemia por deficiencia de galactoquinasa (GALK)
  7. Atrofia Medular Espinal (AME)
  8. Inmunodeficiencia Combinada Grave (IDCG)
  9. Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC)
  10. Adrenoleucodistrofia ligada a X (X-ALD)
  11. Mucopolisacaridosis Tipo I
  12. Enfermedad de Pompe
  13. Fenilcetonuria (PKU) / hiperfenilalaninemia (HPA)
  14. Tirosinemia tipo I
  15. Enfermedad de jarabe de arce
  16. Citrulinemia tipo I
  17. Aciduria Argininosuccínica
  18. Homocistinuria clásica
  19. Argininemia
  20. Cistinuria
  21. Deficiencia de acil-coenzima A deshidrogenasa de cadena media
  22. Deficiencia de 3-hidroxiacil-coenzima A deshidrogenasa de cadena larga
  23. Deficiencia del transportador de carnitina (CTD) / Deficiencia de la captación de carnitina (CUD)
  24. Deficiencia de carnitina/acilcarnitina translocasa
  25. Deficiencia de proteina trifuncional mitocondrial
  26. Deficiencia de acil-coenzima A deshidrogenasa de cadena muy larga
  27. Deficiencia múltiple de acil-coenzima A deshidrogenasa
  28. Deficiencia de carnitina palmitoiltransferasa I y II
  29. Acidemia Glutárica tipo I
  30. Acidemia Propionica
  31. Acidemia Metilmalónica
  32. Acidemia Isovalérica
  33. Deficiencia múltiple de carboxilasa
  34. Deficiencia de ß-cetotiolasa
  35. Deficiencia de 3-metilcrotonil-coenzima A carboxilasa
  36. Deficiencia de 3-hidroxi-3-metilglutaril-coenzima A liasa
  37. Aciduria 3-metilglutacónica tipo I

En este centro de referencia a nivel nacional trabaja Luz Couce, jefa del servicio de neonatología y responsable de la unidad de enfermedades metabólicas congénitas del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS). «A la prueba del talón se la conoce también como cribado neonatal. Se trata de una muestra de sangre que se recoge sobre un papel especial (conocido como tarjeta de Guthrie) y que sirve para poder detectar enfermedades o trastornos que no tienen, aparentemente, sintomatología, pero que si no se actúa a tiempo le pueden causar al bebé, a largo o corto plazo, problemas de mayor o menor gravedad; tanto físicos, como mentales o del desarrollo. Gracias al tratamiento precoz, vamos a mejorar muy significativamente su pronóstico», explicaba a La Voz de la Salud

Durante el pico de la fertilidad

Entre el alta hospitalaria y hasta que comience a vivir su quinta década, los sistemas de salud establecen un período de meseta en que dejarán a la población, entiéndase, «tranquila». No volverán a ser llamados para ninguna prueba de detección precoz de patologías hasta que cumplan los cincuenta años. Pero, en el caso de las mujeres, hay una excepción. El Sergas dispone de un «programa galego de detección precoz do cancro de cérvix»

Cribado de cáncer de cérvix

Desde hace ya tres años, en Galicia se implantó el cribado de cáncer de cérvix. Pese a que todavía son muchas las que desconocen su existencia, buena parte de ellas ya han participado enél sin saberlo, como explica el representante del Sergas: «No es tanto que sea desconocido, sino que probablemente las mujeres no lo asocian con esas citologías que periódicamente se han ido realizando. Esas citologías de control, tanto las realizadas en la privada como las que se realizan en la sanidad pública, están enfocadas a la detección precoz de lesiones que pueden desembocar en un cáncer de cuello de útero. Estás participando en un cribado, pero no te estás enterando».

La revisión uterina está indicada a partir de los 25 años. Pero variará en función de la etapa de la vida que atraviese la mujer. Así entre los 25 y los 34 años, el cribado consiste en una citología cada tres años en busca de algún indicio de displasia. De los 35 en adelante, lo que se explorará es la presencia del virus del papiloma humano (VPH), factor de riesgo principal de cáncer de cérvix. ¿Pero por qué este cambio de estrategia? 

«La mayor parte de esas lesiones, incluso aquellas que ya están en una fase intermedia, acaban siendo reparadas por el propio sistema inmunológico de la mujer. No obstante, en más del 90 % de los casos, detrás de esas lesiones celulares está involucrado el VPH. La mayoría de las veces, el virus acaba siendo eliminado por el propio sistema inmune. Pero puede permanecer latente  durante muchos años y, al sufrirse un bajón de defensas, reactivarse. Por eso, a partir de los 35 años, el cribado de cáncer de cérvix se hace mediante una prueba primaria, que es la determinación de la infección de virus de papiloma humano», detalla Ángel Amorín, dando a entender que se ha optado por esa frontera vital para evitar falsos positivos en los diez años que transcurren entre los 25 y los 34, diez años en los que la actividad sexual es notablemente mayor. «El virus de papiloma humano es una infección de transmisión sexual, lógicamente asociado a una mayor actividad sexual en esas edades. Si siguiésemos esta estrategia en esa franja, daríamos con muchos falsos positivos y, por tanto, mucho sobrediagnóstico y un sobretratamiento».

La detección de VPH a partir de los 35 años lleva aparejado un estudio de compatibilidad de los doce genotipos del virus asociados al riesgo de desarrollo de cáncer de cérvix. «El genotipo 16 y el 18, que son los de mayor riesgo. Si hay una infección por esos genotipos, la confirmación consiste en realizar directamente una colposcopia en el servicio de ginecología. En caso de que sea de otro genotipo, se hace una prueba de pillaje, una citología, y en caso de detectarse alguna lesión se determinará su riesgo. Si es una lesión de alto grado, se deriva a colposcopia; si es una lesión de bajo grado, se le realizará seguimiento», concluye Amorín.

El despliegue de este cribado en Galicia está siendo progresivo en cada área sanitaria y todavía no se disponen de cifras exactas de participación. No obstante, los datos preliminares parecen hacer rondar en más de un 60 % la asistencia a las revisiones periódicas.

La década de los cincuenta: prevención ante la vejez

Tal vez no guste escucharlo y a veces sea más cómodo mirar hacia otro lado, pero cinco décadas viviendo, pueden traer consecuencias. Una mala replicación celular es un fenómeno propio del envejecimiento y, cuando hay defectos de replicación, el cáncer puede entrar en escena. De ahí que los cribados que se presentan en las fases más avanzadas de la vida, pero lo suficientemente temprano como para que se pueda detectar cualquier problema. Con respecto a la patología oncológica, la sanidad gallega cuenta con cuatro grandes programas: cáncer de próstata, de pulmón, cáncer colorrectal y cáncer de mama.

Cribado de cáncer de mama

Implantado en toda España en el año 1992, es quizás el que ha logrado mayor calado en la ponlación. Si bien es cierto que las mujeres, como se puede ver en los datos de otros programas como de cáncer de colon, acuden más a estas pruebas que los hombres. Entre el 81 y el 83 % de las mujeres que son llamadas a realizarse las pruebas, acuden

La prueba consiste en la realización de una mamografía cada dos años que se inicia una vez que la mujer cumple los cincuenta años y hasta que alcance los 74. «Anteriormente era hasta los 69, pero a finales del año 2023 hemos ampliado la edad. También hemos sido pioneros con esto, adelantándonos a la decisión a nivel nacional, y ha sido acertado porque hemos visto que la tasa de detección en ese grupo de edad aumentó. Lo hizo además con un alto porcentaje de estadios precoces y de no afectación gandrional, todavía más precoces que el grupo de edad anterior, lo sea que nos está indicando que fue sido una buena decisión», resalta Amorín. Las mujeres gallegas que formen parte de la población diana, recibirán un SMS advirtiéndole de que tienen una cita en la unidad de exploración correspondiente. Si no habilitó un contacto telefónico, le llegará una carta. La cita aparecerá también en la app Sergas Móbil. 

Cribado de cáncer colorrectal

Iniciado en Galicia en el año 2013, se trata de la prueba de sangre en heces. Hombres y mujeres a partir de los cincuenta años serán notificados de que es el turno de realizarse este estudio para el que recibirán un colector —acompañado de un pequeño cepillo para facilitar la recogida y una bolsa donde introducirlo una vez finalizado el proceso— donde deberán depositar una muestra de sus heces con el objetivo de, según datos del Instituto Nacional de Estadística, detectar el segundo cáncer que más mortalidad provoca entre la población gallega. 

«El tubo que enviamos incluye ya un código de barras con los datos de esa persona. Así, solo tendrá que ser depositada en unas unas urnas que tenemos en todos los centros de salud. Ahí se recogerá la muestra, que irá al laboratorio para ser analizada. El positivo se determina en base e un punto de corte que marcará si el resultado es positivo o no tras identificar la presencia de hemoglobina en heces», desgrana el responsable gallego del programa de cribados. En caso de ser positivo, la prueba de confirmación será una colonoscopia.

Como norma general, el período de cribado finaliza cuando la persona cumple los 69 años —la intención es ampliarlo también hasta los 74, algo aún por materializarse—. La participación es todavía baja, en torno a un 55 % de las personas que son llamadas a participar, lo hacen. No obstante, el porcentaje ha crecido diez puntos en los últimos cuatro años. «Las mujeres tienen 8 puntos porcentuales más de participación que los hombres. Esta brecha se ha mantenido estable desde el año 2013 independientemente de la participación global en el programa. Pero es que además los hombres tienen mucho más riesgo, tienen un porcentaje de positividad más alto y también más presencia de lesiones avanzadas tras el positivo. Es decir, son los que más se pueden beneficiar de un cribado de cáncer de colon y son los que menos participan», explica Amorín que confiesa que la aspiración de la Xunta es acercarse al 70 % de respuesta. 

Cáncer de próstata

El cribado de cáncer de próstata es lo que se conoce como un «cribado oportunista». ¿Qué quiere decir esto? Que cuando a partir de los cincuenta años un hombre aparece por la consulta del médico, es el profesional el que aprovecha para deslizarle la oportunidad de someterse a esta prueba; no hay llamada oficial a través de carta o mensaje de texto al móvil. 

El principal marcador biológico del cáncer de próstata sigue siendo el antígeno prostático (PSA), que se mide a través de una analítica de sangre. «Es una prueba muy sensible, pero poco específica, es decir, hay muchos falsos positivos», explica Amorín. Queda trabajo a la hora de lograr ser más certeros en la identificación del cáncer prostático, y tampoco ayuda su baja letalidad. La capacidad de cronificación de esta enfermedad hace que los pacientes puedan continuar con su vida sin apenas complicaciones pese a convivir con la enfermedad, sin embargo, el urólogo Luis Busto Martín lamenta que, aunque esta patología no sea la principal causa de muerte, si repercute en la calidad y esperanza de vida: «Hay pacientes que superan los 75 años y que tienen un buen estado de salud. Con ellos, se parte de la premisa de que, como es un tumor muy frecuente y con letalidad baja, en teoría gozarán de entre diez y quince años de esperanza de vida en base a las medias poblacionales, que es de casi 83 años. Según los libros, a partir de cierta edad el beneficio de ir a chequear el riesgo de un cáncer de próstata es bajo.Pero la realidad que vemos es que hay mucha gente de 75 o 76 años que están estupendamente y que podrían llegar a los 100 años. Pero si no manejamos estos diagnósticos de forma curativa, no van a llegan a esa edad».

Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es el cáncer más letal de entre todos los que se diagnostican en España. Solo en el año 2023, útimos datos del INE, provocó la muerte de casi 23.000 personas, de los cuales 1.607 eran gallegos. Por ello, toca moverse, y el cribado de cáncer de pulmón está comenzando a vertebrarse. Pero no es fácil, porque el riesgo de padecerlo se concentra, eminentemente, en un sector de la población: aquellos que sufren el hábito tabáquico. Es decir, entre los fumadores. 

«La prioridad es la estratificación del riesgo porque la prueba primaria es un TAC, que es un recurso muy escaso del sistema. No tendría sentido dirigirlo a población general de una franja de edad», detalla Amorín, que se encuentra junto a su equipo de Sanidade inmerso en un programa piloto que ayude a detectar precozcemente estos casos. «Hemos hecho un piloto en un centro de salud del área de A Coruña y se está planificando una ampliación para tener una muestra mayor. En este piloto, nos dirigimos a personas de entre 55 a 74 años que cumpliesen un criterio de hábito tabáquico: al menos veinte paquetes al año. Eso sería la equivalencia. No necesariamente tendrían que fumar veinte paquetes al año, sino que estarían incluidos todos aquellos que hayan fumado veinte cigarrillos diarios durante veinte años. O cuarenta durante diez años. Fue una forma de cuantificar la exposición tabáquica», comenta Ángel Amorín sobre el plan llevado a cabo que deberá perfilarse en los próximos años para que los gallegos dispongan de un arma más frente a la enfermedad.