Angelina Jolie habla sobre su doble mastectomía y extirpación de ovarios: «No me arrepiento»

La Voz de la Salud

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Juan Herrero / EFE | EFE

La actriz posee una mutación en el gen BRCA 1, que aumenta considerablemente las probabilidades de desarrollar cáncer de mama y ovario

22 sep 2025 . Actualizado a las 16:15 h.

La actriz Angelina Jolie (Los Ángeles, 50 años), pasó la tarde de ayer en San Sebastián para la promoción de Couture, su nueva película, en la que interpreta a Maxime, una directora de cine estadounidense a la que le diagnostican cáncer de mama. Una realidad que ella misma ha vivido en sus propias carnes y sobre la que ha hablado en rueda de prensa. «Perdí a mi madre y a mi abuela muy joven, yo tenía el gen», explicó ante los medios de comunicación. «Elegí hacerme una mastectomía doble hace una década y luego también me extirparon los ovarios, porque eso también es lo que se llevó a mi madre. Esas son mis elecciones, no digo que todas deberían de hacerlo de esa manera, pero es importante tener la opción. Y no me arrepiento», ampliaba. 

Ella misma escribió el 13 de mayo del 2013 un artículo en el The New York Times titulado «Mi decisión médica» . En él confesaba que es portadora del gen BRCA 1, que aumenta considerablemente las probabilidades de desarrollar cáncer de mama y ovario: «Mis médicos estimaron que tenía un riesgo del 87 % de padecer cáncer de mama y del 50 % de ovario, aunque las cifras varían en cada mujer». 

En ese mismo texto ya avanzaba la misma idea que reafirmó este fin de semana: «Quería escribir esto para contarles a otras mujeres que la decisión de hacerme una mastectomía no fue fácil, pero estoy muy contenta de haberla tomado. Mis probabilidades de desarrollar cáncer de mama han disminuido del 87 % a menos del 5 %. Puedo decirles a mis hijos que no tienen por qué temer perderme por cáncer de mama».

En qué consiste esta medida de prevención y quién puede llevarla a cabo en nuestro país

Se estima que de un 5 a un 10 % de los casos que se diagnostican en nuestro país de cáncer de mama son de carácter hereditario. Teniendo en cuenta que para este 2025 se estima que se diagnosticarán 37.682 casos —según el informe Las cifras del cáncer en España, elaborado por la SEOM en colaboración con la Red Española de Registros de Cáncer—, de 1.884 a 3.768 serán por predisposición genética. 

Se lleva a cabo un estudio genético cuando la persona cumple características que hacen sospechar a la comunidad médica que es portadora de una alteración genética de susceptibilidad al cáncer. «Los criterios para hacerlo varían según el tipo de tumor y la edad de diagnóstico, si hay dos o más casos en familiares de primer grado, o cuando ya hay un diagnóstico genético familiar confirmado y es probable que comparta la característica genética», asegura Ana Beatriz Sánchez, coordinadora de la sección de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) de Cáncer Familiar y Hereditario, en este reportaje publicado en La Voz de la Salud. 

La intervención profiláctica tiene aplicación en Polimatosis Adenomatosa Familiar (PAF), Cáncer de Mama y Ovario Hereditarios (CMOH) y, en menor medida, en el síndrome de Lynch. «Se aconseja en casos en los que el riesgo de desarrollar el tumor es del 50 % o superior. Antes era más frecuente. Ahora, cada vez más, se intenta ser lo más conservador posible», indica María Currás, jefa de la unidad de Cáncer Familiar del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en ese mismo artículo.

Los genes BRCA1 y BRCA2, cuando están sanos, reparan el ADN dañado y regulan la división celular, pero las mutaciones (cambios dañinos) impiden estas funciones, favoreciendo el crecimiento celular descontrolado y la aparición de tumores, a menudo en edades más tempranas.De esta forma, la extirpación de ovarios y trompas uterinas reduce el riesgo de cáncer de ovario de un 95 a un 97 %. «Se recomienda realizarlo de los 40 a los 45 años de edad, una vez completado el deseo de maternidad», indica Sánchez.

La situación es similar en el caso de las glándulas mamarias. «Su extirpación reduce el riesgo de cáncer de mama entre un 90 y un 95 % y, aunque no hay indicación de edad límite, por encima de los 55 años el beneficio esperado es menor», añade. Además, a día de hoy se llevan a cabo técnicas mucho menos invasivas para reducir el impacto físico y psicológico que puede darse en las pacientes. Se empieza a introducir el manejo endoscópico que permite entrar dentro de la mama, respetando la piel y el pezón. La única contraindicación es «tener mamas muy voluminosas, muy caídas, con exceso de piel», comentaba en esta entrevista Benigno Acea, cirujano de la unidad de mama del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Así, la cicatriz es más pequeña y el dolor posoperatorio también es menor.