La comunidad científica desmiente la advertencia de Trump contra el paracetamol: «Esto es gravísimo»

EN REDES

Sociedades médicas y entidades sanitarias han refutado la alerta estadounidense por el consumo de paracetamol durante el embarazo, que, según el gobierno norteamericano, aumentaría las probabilidades de que el bebé desarrolle trastorno del espectro autista
24 sep 2025 . Actualizado a las 11:33 h.Tras las declaraciones de Donald Trump este lunes acerca del supuesto vínculo entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y el desarrollo del trastorno del espectro autista, las respuesta de las entidades sanitarias oficiales a nivel mundial no se hizo esperar. Tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han desmentido este martes el anuncio del Gobierno estadounidense y ambas entidades consideran que no hay motivos para modificar las guías clínicas ni las recomendaciones actuales sobre el fármaco.
«La evidencia disponible no ha encontrado ningún vínculo entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo», señaló la EMA en un comunicado. El organismo subrayó que el medicamento puede emplearse de forma segura en la gestación, siempre en la dosis y frecuencia más bajas y con supervisión médica. La OMS, a través de su portavoz, añadió que las pruebas que relacionan el uso de paracetamol en el embarazo con el autismo «siguen siendo inconsistentes».
Por su parte, la Comisión Europea ha afirmado que no existe «prueba alguna» que permita vincular fehacientemente el autismo con el consumo de este analgésico. «La Unión Europea cree en la ciencia sólida y demostrable, y este es un principio fundamental para nuestra política sanitaria y, de hecho, para todas nuestras políticas», sostuvo Olof Gill, el portavoz adjunto de la presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, durante una rueda de prensa en Bruselas. Gill ha recalcado además que los europeos cuentan con los sistemas sanitarios «de alta calidad», y ha reiterado que el paracetamol es un medicamento vigilado y autorizado por la EMA.
Las palabras de Trump bajo la lupa
Acompañado por su secretario de Salud, el antivacunas Robert F. Kennedy Jr., Trump declaró el pasado lunes que el paracetamol «puede asociarse con un riesgo muy elevado de autismo» y aconsejó a las mujeres embarazadas «limitar su uso». Durante la comparecencia, Trump ha repetido más de diez veces la frase: «No lo consuman, no se lo den a los niños». La comunidad médica ha alertado acerca de los riesgos de dar por ciertos este tipo de mensajes.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos emitió un comunicado reafirmando la seguridad del paracetamol en el contexto del embarazo y alertando que las enfermedades durante la gestación «son mucho más peligrosas que cualquier riesgo teórico y pueden causar graves problemas de salud», según escribió el DR. Steven J. Fleischman, presidente de la organización.
En España, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha acusado a Trump de ejercer «la pseudopolítica, ejerciendo la pseudociencia» ante las cámaras de la TVE. García ha remarcado además que no existe evidencia que vincule el TEA con el uso de vacunas. «Esto pone en alerta a las mujeres embarazadas que tienen dentro de su arsenal terapéutico para tratar el dolor el paracetamol, como uno de los fármacos más seguros», ha añadido.
«Esto es gravísimo y es además, dicho desde el lugar en el que lo dice el presidente de Estados Unidos, todavía más grave y más irresponsable. Pero tiene que ver con una falta de confianza en las instituciones, falta de confianza en la ciencia, falta de confianza en el Sistema Nacional de Salud», ha denunciado la ministra.
Las sociedades científicas españolas también se han pronunciado acerca de los dichos del mandatario estadounidense. El responsable del área de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Carlos Fernández, ha asegurado que actualmente «no existe evidencia científica suficiente» que demuestre que el uso racional del paracetamol durante el embarazo sea causa responsable del desarrollo de autismo u otros problemas del desarrollo neurológico fetal de niños nacidos de madres que lo han usado».
«Debemos transmitir un mensaje de calma frente al alarmismo generado por las últimas noticias», sostuvo Fernández. El experto aseguró que la EMA dispone de toda la información de reacciones adversas notificadas por profesionales, pacientes, industria, e incluso de otros estudios publicados, de manera rápida y eficiente, lo que permite analizar todos estos datos en conjunto. «Tras la pertinente evaluación de los riesgos, en caso de que sea necesario, se publican notas de seguridad o cambios en la información técnica que acompaña al producto. Hasta la fecha, no se ha propuesto una modificación o precaución adicional con la evidencia existente a nivel europeo», ha detallado.
Por su parte, la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (Senep) se adhiere a la negativa de que en la actualidad exista «evidencia sólida que permita establecer una relación causal entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y el trastorno del espectro autista (TEA)», y advierte de que el aumento de la prevalencia en esta última década se debe a una capacidad de detección mayor, tanto de casos leves como severos.
La Senep destaca un reciente estudio científico de referencia publicado en Jama, que no encontró asociación significativa entre el uso prenatal de paracetamol y ningún trastorno del neurodesarrollo. La investigación explora además otra variable, la dosis de paracetamol utilizada. En el estudio, se comprobó que la relación dosis-respuesta se perdía al hacer los controles entre hermanos. Por tanto, señalan, «no hay evidencia sólida de que dosis terapéuticas de paracetamol utilizadas brevemente en el embarazo ocasionen daños concretos, ni mucho menos TEA».
Asimismo, subrayan que «en un aspecto en el que hay que ser especialmente contundente es con el enorme campo de evidencia acerca de que las vacunas no tienen relación con el desarrollo de TEA o del TDAH». La Senep insiste en que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo «complejo y multifactorial», en cuyo origen intervienen diversos factores genéticos y ambientales.
Desde la Confederación Autismo España han manifestado un rechazo a las declaraciones del presidente norteamericano, asegurando que «carecen de toda evidencia científica» y pueden suponer un «potencial perjuicio para la salud pública global». La entidad ha explicado que el aumento en las tasas de diagnóstico del autismo en las últimas décadas se debe a una mejor identificación, mayor conciencia social y profesional y mejor acceso a servicios clínicos y educativos en muchos países.
En este sentido, Autismo España señala que, mientras que en Europa la prevalencia está en torno a un caso de autismo por cada 100 personas, en Estados Unidos, los últimos datos indican a que uno de cada 31 niños va a recibir este diagnóstico. Según ha detallado la organización, esta diferencia se debe a que los datos norteamericanos se obtienen de estudios de cribado que únicamente estiman la frecuencia de casos posibles dentro de una población; si bien un caso posible no se traduce necesariamente en un diagnóstico confirmado de autismo.