Las emociones de «Del Revés 2» explicadas por una psicóloga: «El hecho de intentar controlarlas puede ser contraproducente»
SALUD MENTAL
Del revés 2 es el estreno de la temporada. Conoce por qué es la «mejor película psicológica» para niños, adolescentes y adultos, según la psicóloga y divulgadora María Gómez
25 jun 2024 . Actualizado a las 11:30 h.«La película Del Revés 2 fue un pequeño abrazo a mi lucha constante contra vivir con ansiedad». «Yo, una adulta de 26 años llorando viendo Inside Out 2». «Esta película me explicó más del desmadre en mi cabeza en una hora que el psicólogo en dos años». Estos son algunos de los comentarios en redes tras el visionado de la exitosa película Del revés 2 —también conocida como Inside Out o Intensamente—, que trata conceptos delicados de una manera ingeniosa y ha sido muy celebrada por los psicólogos. Este largometraje se desarrolla dentro de la mente de Riley Anderson, una adolescente de 13 años.
«Es la mejor película psicológica. Todas las películas que está haciendo Disney son muy necesarias porque son una herramienta educativa para hablar de la inteligencia emocional, de la salud mental y de todos estos temas que hasta ahora han sido tabú. Hablar de eso es muy importante y desde la psicología y la educación hay que ir a la prevención, no solo a la intervención», opina María Gómez, psicoterapeuta y divulgadora. «Está muy bien plasmada, obviamente no se puede generalizar a cómo vive cada uno la ansiedad o las emociones, porque cada persona es un mundo, pero sí que Riley vive momentos que creo que casi todos hemos experimentado», añade.
La secuela estrenada este 19 de junio comienza con las mismas cinco emociones antropomorfizadas de la primera parte, encargadas de administrar la mente de Riley a través de una consola que guía sus acciones. Ellas son Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Todo va bien hasta que, en la transición a la adolescencia, su mente es invadida por un nuevo grupo de emociones más complejas: Ennui (que lleva su nombre en francés y vendría a representar al aburrimiento), Vergüenza, Envidia y Ansiedad. Esta última interrumpe el control de Alegría, encierra al resto de emociones en una bóveda y se convierte en una perfecta antagonista.
Ansiedad se presenta en la película con un montón de maletas, representando el peso que sienten quienes transitan por esta emoción. A pocas horas del estreno mundial, es el personaje más comentado por un público que empatiza con su efecto sobre Riley. La historia muestra cómo la ansiedad puede ir creciendo poco a poco hasta llegar a un punto crítico si no se aborda correctamente. Mediante la representación de falta de aire, garganta cerrada, sensación de desmayo, mareo y llanto, la película logra evocar el ataque de ansiedad sufrido por la protagonista. Spoiler, Alegría logra reunir a todas las emociones y pone punto final al momento con un abrazo. Así, la protagonista recupera su respiración.
Al final la clave, y lo que se da a entender desde la primera película, es que las emociones no son del todo buenas ni malas, sino que hay que saber conjugarlas. «Hasta ahora, desde la psicología se ha impuesto mucho el pensamiento positivo tóxico y el abrazar solo lo positivo y eliminar cualquier tipo de malestar. Eso es irreal y, muchas veces, contraproducente. Cuando ves este tipo de situaciones sientes un alivio, entiendes que hasta la persona que más admiras del mundo tiene ansiedad y pasa momentos como Riley. La clave no es evitar cualquier tipo de malestar, evitar la ansiedad, sino lidiar con ello, aprender a relacionarte con esas emociones nuevas que vienen y que no van a ser del todo agradables, porque en la vida hay momentos que no son agradables».
Se habla mucho sobre la generación de cristal para referirse a la poca resiliencia o tolerancia general de los más jóvenes. La psicoterapeuta cree que es un término «bastante injusto» porque se enfrentan a retos y a desafíos muy distintos. «Antes no se hablaba del tema y si no pones nombre a algo, no existe. Ahora se habla y se le pone nombre y creo que eso es importante, nos enfrentamos a desafíos muy distintos: el relacionarnos con las redes sociales, precariedad laboral, un sistema económico distinto con muchas variables de contexto, etc. Comparar generaciones es poco productivo, al final no tiene sentido y no llegamos a ninguna conclusión», concluye Gómez, conocida en redes como @merigopsico.
En una entrevista a Fotogramas el director Kelsey Mann expresó que una de las buenas decisiones que tomaron fue el no estigmatizar el personaje de Ansiedad, a quien se ve sonriente y divertido durante el largometraje. Incluso no es algo malo, sino que actúa como protectora de Riley, para anticiparse a los problemas. Todo va bien hasta que el pensamiento de “No valgo lo suficiente” se cruza por su mente.
Una película animada que interpela a muchas generaciones
«Del revés es para todos los públicos», afirma Gómez, y explica: «Para los niños es muy guay para aprender y para saber qué es lo que por lo que están pasando y lo que les va a venir en la adolescencia; para los adolescentes es súper importante para entender por qué procesos pasan, cómo se pueden gestionar, y para hablar de ello. Al final la película es una excusa para hablar con la gente a su alrededor, con sus padres, con la gente cercana. Y si eres mayor creo que es un gran alivio entender lo que has pasado, poner en palabras y vivir situaciones que vive Riley que no habías visto en otro sitio reflejado de esta manera. Hay películas psicológicas muy buenas, pero que son mucho más densas, entonces no llegan a un público tan amplio y por eso creo que esta es la mejor».
Consultada sobre la falta de alguna emoción, la psicoterapeuta confiesa que echa de menos la personificación de la razón. «Como seres humanos intentamos buscar el equilibrio entre las emociones y la razón. Creo que hubiera sido un punto muy interesante, sobre todo ahora que Riley es adolescente, pero entiendo que la dinámica de la película, al final refleja el proceso en el que todas las emociones razonan para llegar al bienestar de la protagonista».
La única «crítica» que surgió en torno al film se relaciona con que las emociones nuevas son negativas y pese a ingresar en la adolescencia, en la consola no hay ningún personaje que sea deseo o satisfacción. Esta cuestión fue explicada por Kelsey Mann: «Alegría sigue siendo la única emoción claramente positiva. Las nuevas emociones, como Ansiedad y Envidia, aunque puedan parecer negativas, también tienen un propósito positivo en nuestra vida. Incluso Ansiedad, que puede causar daño, realmente está tratando de ayudarnos. Todas las emociones están ahí para cuidar de nosotros».
En este largometraje, psicólogos de la Universidad de Berkeley y de la Universidad de California en San Francisco ejercieron como consultores, y, junto al director, lograron plasmar una película que parece infantil, pero que esconde un potente mensaje sobre la salud mental. En cada sala de cine aprenden todos: los padres entienden a sus hijos, los adolescentes logran un autoconocimiento y los niños, con el tiempo, podrán obtener respuestas a qué es lo que sucede al sumergirse en la adolescencia. Adolecerán, pero con conocimiento.
Breve análisis de las emociones según María Gómez
Ansiedad:
Durante la escena del ataque hay un diálogo clave: «No sé cómo detener la ansiedad, tal vez no se puede. Tal vez todo esto es lo que pasa cuando creces, sientes menos alegría», dice Alegría. Para Gómez es un pensamiento muy esperable cuando te ves en momentos de desesperanza. «Es la frase que dice Alegría al darse cuenta que no puede controlar la situación. Pero ahí está el punto, el hecho de intentar controlar las emociones a veces puede ser contraproducente. Hay que escucharlas, sentirlas, saber qué significan o que nos están diciendo y relacionarnos de otra forma con ellas. Por eso en la película se ve que no hay que luchar contra la ansiedad, sino hablar con ella, porque la ansiedad también puede ser adaptativa», explica Gómez.
«La ansiedad puede pasar a ser un problema cuando no se gestiona bien, cuando tienes muchos acontecimientos alrededor de tu vida que pueden ser muy abrumadores y también el contexto puede influir en que tú no seas capaz de gestionar bien la ansiedad. Porque no tienes las herramientas o porque las situaciones que vives no te lo permiten, no es una cosa que solo depende de ti, que eso también es un mensaje muy individualista que se ha dado muchas veces. Es muy personal saber cuándo la ansiedad empieza a ser un problema, pero creo que sí que es muy bueno a partir de la base de que es normal, no es algo horrible, que a veces puedes tener síntomas físicos que te alertan mucho y que no entiendes qué es lo que está pasando porque ni siquiera sabes identificar porque te sientes así. Hay como muchas capas por debajo de las emociones», reflexiona.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?
A nivel cognitivo-subjetivo: preocupación, temor, inseguridad, dificultad para decidir, miedo, pensamientos negativos sobre uno mismo, temor a la pérdida de control, dificultades para concentrarse.
A nivel fisiológico: sudoración, tensión muscular, palpitaciones, taquicardia, temblor, molestias en el estómago, otras molestias gástricas, dificultades respiratorias, sequedad en la boca, dificultad para tragar, dolores de cabeza, náuseas, molestias en el estómago.
A nivel motor: evitación de situaciones temidas; fumar, comer o fumar en exceso; intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse...); ir de un lado a otro sin finalidad concreta; tartamudear; llorar.
Vergüenza:
«Con la vergüenza se ve muy claro que es una emoción necesaria, que te avisa de cómo actuar según el contexto social en el que estás. Es una emoción que nos hace conscientes de que somos seres sociales y de lo importante que es cómo nos relacionamos y lo que proyectamos. Al igual que la ansiedad puede ser un problema si empiezas a actuar distinto preocupándote demasiado sobre qué es lo que proyectas. En general, todas las emociones mal gestionadas pueden afectar en tu bienestar», asegura la experta.
Envidia
La psicóloga también ve la envidia como algo normal, siempre y cuando esté bien gestionado. «La envidia es interesante porque la entendemos como un pecado capital y algo que está muy mal sentir, pero volvemos a lo mismo: es totalmente normal y puede ser funcional. Moviliza, te señala qué cosas admiras y que te gustaría conseguir. Es conocido que hay una envidia sana y otra que no lo es; podríamos decir que la envidia sana es cuando la gestionas bien. Alrededor de este entimiento está la idea individualista y la competitividad, ahí es cuando puede que no sea sano. Puedes envidiar a alguien pero el éxito de los demás no es un fracaso tuyo», explica, y cuenta que Rigoberta Bandini, que es quien dobla en español al personaje, dijo que «la envidia también puede ser motor para construir una mejor versión de ti».
Aburrimiento:
Sobre el aburrimiento Gómez sostiene que «es necesario, sobre todo ahora que rellenamos cualquier espacio con las pantallas y las redes sociales, aburrirse es positivo para nuestra creatividad».
Nostalgia:
Por último, la psicóloga hace referencia a Nostalgia: «Aparece muy poquito en la película porque, por una cuestión de edad —la protagonista, recordemos, es una adolescente—, todavía no ha tenido la oportunidad de experimentarla; acaba apareciendo con el paso del tiempo. La nostalgia es un sentimiento que puede ser contradictorio porque sientes alegría pero también tristeza. Al final es echar de menos algo que te gustó mucho vivir y eso es una suerte, significa que tienes recuerdos muy bonitos».