Luís Ferrer, psiquiatra: «La locura no es creativa»

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez LA VOZ DE LA SALUD

SALUD MENTAL

El psiquiatra Luís Ferrer i Balsebre.
El psiquiatra Luís Ferrer i Balsebre. EDUARDO PEREZ

El especialista imparte este jueves una conferencia sobre «Emoción y Arte» en la sede de la Real Academia de Medicina de Galicia

24 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

¿El arte nace de la emoción o es el arte el que provoca la emoción? Es la pregunta que se hizo el psiquiatra Luís Ferrer i Balsebre y que culminará este jueves con una conferencia en la Real Academia de Medicina de Galicia (A Coruña, 19:00 horas). El  titular del sillón de Psiquiatría de la RAMG analizará la relación que existe entre el mundo emocional y la creatividad artística, la manera en la que los estados psicopatológicos se expresan a través del Arte y la relación del Arte con el inconsciente. ¿Una obra que le ha marcado a él? Ferrer no duda: El Retrato de Inocencio X de Velázquez. «Me sobrecoge. Esa mirada es increíble. La semana pasada me fui a Roma para ver, sobre todo, ese cuadro. Cuando Velázquez lo terminó, se lo enseñó al Cardenal y no le gustó, pero porque le había pintado el alma», explica el psiquiatra. Solo uno de los análisis que se podrán escuchar hoy en A Coruña. 

—Va a hablar de emoción y arte, pero para llegar a ese punto, primero, tenemos que entender qué es una emoción. 

—Los seres humanos tenemos dos cerebros, el racional y el emocional. El cerebro emocional es un vestigio de cuando fuimos reptiles y mamíferos. Solo cuando aparece el corte cerebral y el lenguaje, nos hacemos homosapiens. Pero ese cerebro emocional sigue estando ahí. La emoción viene del latín emovere, que quiere decir empujar hacia algo. Es decir, toda emoción te empuja a una conducta. Si tienes miedo, pues te empuja a huir; la ira, a agredir; el asco, te empuja a retirarte. Esto le ocurre también al resto de mamíferos, pero nosotros, una vez que accedemos al lenguaje también accedemos a otra realidad y podemos matizar las emociones. La tristeza, por ejemplo, puede ser tormento, pesimismo, decepción, añoranza...  El lenguaje matiza nuestra emoción básica.  

 —Y lo que se preguntó para llegar a este punto es si el arte lo produce una emoción, si la emoción empuja al artista a crear algo. 

—Claro, si el artista siente una emoción y no la puede expresar con palabras, la plasma en una obra. Este era mi punto de partida y el siguiente paso es el público. Saber si el público que ve esa obra siente o no esa emoción. Si no hay esa reverberación emocional frente a una obra de arte, el arte acaba ahí. 

—¿Cómo podemos sentir la emoción de otro?

—Aquí entran en juego las neuronas espejo, que son las que explican, por ejemplo, que te rías cuando ves a alguien reír. Esa percepción de lo que hace el otro, pero no solo a nivel conductual, si no también emocional. 

—¿Y qué efectos produce el arte en nuestro cerebro?

—Aumenta el flujo de sangre casi un diez por ciento. Exactamente lo mismo que se produce cuando miras a una persona amada, por ejemplo. Y luego el cerebro va a traducir el mensaje de ese cuadro o esa escultura en emociones. Además, contemplar la belleza en una obra de arte aumenta repentinamente la dopamina del lóbulo frontal humano. Y el arte también tiene un impacto fisiológico, el llamado Síndrome de Stendhal, que se caracteriza por síntomas como aumento del ritmo cardíaco, sudoración, opresión en el pecho. 

—Sé que una de las grandes preguntas a las que quiere contestar es, ¿qué es un artista y qué es el arte?

—Los artistas son muy recientes, ese concepto es del siglo XVIII, anteriormente eran artesanos. Un artista es un sujeto capaz de crear algo que provoca una emoción en el público que lo observa. Si no se provoca esa emoción, no hay arte. Se queda en un artesano. 

—También va a hablar de la psicopatología y el arte. Pónganos algún ejemplo.  

 —Por ejemplo, la emoción que sustenta cualquier cuadro neurótico es la angustia, ese miedo a no saber qué, ese agujero que tenemos todos los seres humanos de no encontrar sentido a la vida. Un claro ejemplo de esa neurosis es El grito de Munch. Munch acabó muriendo en un manicomio, sintió esa angustia y lo plasma a la perfección en ese cuadro. Pasa en algunos escritores como Flaubert, que explica que cuando Madame Bovary muere envenenada, él sentía el sabor del arsénico en su lengua y hasta llegaba a vomitar porque pensaba que se estaba envenenando también. Esto también es típico de los neuróticos en cuatro la angustia que le generaba su propia escritura. 

—Todo el mundo ha escuchado alguna vez esa frase de «todos los artistas están locos»...

—Sabemos que no todos los locos son genios y que muy pocos genios son locos. La locura no es creativa cuando está activa, al contrario de lo que dicen. Hay gente que sí consume sustancias psicoactivas buscando esa emoción que no surge habitualmente. Pero, en principio, los locos son muy poco creativos. 

—Y ya para terminar, ¿qué relación hay entre la ciencia y el arte?

—Hay dos vías de conocimiento en el ser humano. Una esa la ciencia y otra es el arte. Un artista y un científico pueden intuir lo mismo, pero lo expresan de forma distinta. El científico lo va a formulizar y el artista lo va a formalizar. Por ejemplo, el cielo de Van Gogh, es la misma idea que el espacio de Einstein. Es el mismo concepto. Uno llega a esa conclusión a través de la ciencia como Einstein y formula la Teoría de la relatividad. Van Gogh llega a través de la vía del arte. De estos hay muchos ejemplos. El ADN o grandes avances científicos surgieron durante el sueño. Yesterday también surgió durante el sueño. 

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.