Así es el parto velado que tuvo Mery Turiel: «Es un evento precioso y extremadamente infrecuente»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

Mery Turiel con su bebé tras el parto velado.
Mery Turiel con su bebé tras el parto velado.

El parto velado es aquel en el que el bebé nace envuelto en su bolsa intacta y llena del líquido amniótico

26 sep 2024 . Actualizado a las 14:26 h.

La influencer Mery Turiel anunció este miércoles que se ha convertido en madre con el nacimiento de su primer hijo, en un parto que describió como «mágico y extraordinariamente raro». El nacimiento fue especial por una razón que la influencer reveló a su millón de seguidores en Instagram: se trató de un parto velado, un evento que ocurre en uno de cada 80.000 casos y que sucede cuando el bebé nace con la bolsa amniótica sin romper.

A los niños que nacen así se les conoce como enmantillados, con manto, velo o toquilla. Aunque este fenómeno no tiene implicaciones para la salud del niño ni de la madre, está rodeado de mitos e incluso se considera que nacer de esta manera es una señal de buena fortuna. La noticia del parto de Mery Turiel vuelve a poner sobre la mesa este tipo de nacimientos poco frecuentes, pero fascinantes. En el 2022, la influencer Estefanía Unzu, conocida como Verdeliss, había dado a luz a su octava hija, Deva, en un parto velado que fue viral tras la publicación de una foto de la madre junto a la niña.

La bolsa amniótica

La bolsa amniótica, la membrana que envuelve y contiene al feto durante la gestación, cumple una función protectora a lo largo de esos nueve meses. Está formada por dos membranas resistentes y transparentes: el amnios, que es la capa interior, y el corion, la exterior. Entre ambas existe una capa de colágeno y elastina que le da flexibilidad a la bolsa.

La bolsa amniótica está preparada para amortiguar posibles golpes, evitar lesiones al bebé y protegerlo de la presión de los órganos internos de la madre. Le permite al bebé moverse o «nadar» con cierta libertad en el vientre materno, lo que favorece a su desarrollo musculoesquelético. En condiciones normales, la bolsa amniótica se rompe durante el parto, aunque también puede suceder que se rompa prematuramente, antes de comenzar el parto, lo que se conoce como «romper aguas» o «romper la fuente».

Dos semanas después de la fertilización del óvulo, la bolsa empieza a llenarse de líquido amniótico, un fluido compuesto por proteínas, carbohidratos, lípidos, fosfolípidos, urea y electrolitos, en el que el feto flota durante el embarazo. En el primer trimestre, el líquido está formado básicamente a partir del plasma sanguíneo de la madre. Luego, a partir de la semana 12 de gestación, el bebé comienza a llenar también la bolsa amniótica con su orina. En las últimas etapas de la gestación está compuesto en gran parte por orina fetal. El líquido amniótico alcanza su volumen máximo aproximadamente a las 34 semanas del embarazo, llegando a unos 800 mililitros. Este líquido contiene células sanguíneas fetales, pelos del lanugo y vérnix, así como el pelo y la grasa que cubren la piel del bebé. Y su grado de salinidad es muy similar al del agua marina.

Cómo es un parto velado

El parto velado es aquel en el que el bebé sale nace envuelto en su bolsa y con el líquido amniótico. Este es un fenómeno extremadamente poco frecuente y ocurre cuando la bolsa se mantiene intacta hasta incluso horas después de iniciadas las contracciones que dan comienzo al trabajo de parto.

«El parto velado es un evento precioso. Es un parto en el que el bebé consigue nacer envuelto en su bolsa, envuelto en el líquido amniótico. Pero esto es extremadamente infrecuente, porque es muy complejo que un bebé pueda salir de la vagina o en la cesárea rodeado de su membrana. Lo más frecuente es que se rompa la bolsa, porque la membrana es muy fina», explica la doctora Raquel Oliva, ginecóloga del HUCVA, miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y profesora de la Universidad de Murcia.

Jessica Maneiro González, matrona del Sergas, explica que estos nacimientos son mucho más frecuentes a partir del segundo hijo «porque todos los tejidos que hay en el suelo pélvico, cuando ya pasó un bebé por ahí, tienen memoria y no hacen tanta resistencia como en un primer parto. Por eso la bolsa amniótica no se tensiona tanto y es más probable que salga íntegra».

La matrona remarca que en estos casos «se hace una transición mucho más fluida, porque el bebé lleva en la bolsa todo el embarazo y es un entorno seguro, hay transmisión de oxígeno todo el rato». Este proceso es el que se busca con los partos en agua, porque se produce una transmisión similar a la de un parto velado: «En el momento en el que el bebé sale del agua es cuando expande sus pulmones y empieza a respirar, que es lo mismo que sucede cuando se rompe la bolsa en un parto de este tipo».

¿Cómo se rompe la bolsa en un parto velado? En cuanto nace el bebé, la bolsa se debe romper para permitir que el niño pase del medio líquido al gaseoso, dando sus primeras respiraciones y expulsando el líquido amniótico que pueda quedar en su sistema respiratorio. Puede que el bebé se mueva y el mismo rasgue el fino tejido de la bolsa.

Intervención médica

En algunos casos, aunque sea improbable conseguirlo, los profesionales pueden intentar hacer que el bebé nazca enmantillado, con el fin de obtener algún beneficio para él. «Lo buscamos o lo intentamos sobre todo cuando el bebé es prematuro y vamos a hacer una cesárea. Si el bebé no está de cabecita, intentamos voltearlo y darle otra posición sin romper la bolsa. Y luego, intentamos extraerlo envuelto en su bolsita, porque así está más amortiguado frente a cualquier golpe. Pero yo soy ginecóloga desde hace 20 años y he hecho dos partos velados buscados. Aunque lo pudiéramos perseguir, es poco frecuente», señala Oliva.

Aunque en algunos casos, los médicos intervienen para romper la bolsa, una maniobra denominada amniotomía y que se realiza con el fin de acelerar el proceso del parto, esto no suele ser lo más adecuado. Como explica Maneiro, «si se rompe la bolsa no pasa nada y si no lo hace, tampoco. Cuando se interviene es cuando surgen los problemas, solo se debe hacer si es necesario. El bebé está en un entorno que ya conoce y ese reflejo de expandir los pulmones y respirar al salir de la bolsa se retrase, él está seguro».

«De hecho, la OMS nos ha dado un toque a todos los profesionales sanitarios puesto que no está avalado científicamente que hagamos amniotomía de forma sistemática. Todo se debe individualizar según cada caso», señala la ginecóloga y obstetra Miriam Al Adib.

 

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.