
Una reciente investigación publicada en la revista «British Journal of Sports Medicine» concluyó que si la población menos activa caminase la mitad de lo que andan los más activos podrían aumentar seis años su esperanza de vida
06 feb 2025 . Actualizado a las 12:27 h.Caminar puede salvarte la vida, como en su momento te la dio. El bipedismo nos hizo humanos, por eso, los altos niveles de sedentarismo que experimenta la sociedad actual van en contra de la naturaleza. Cada estudio que analiza el impacto de dar pasos confirma lo que el sentido común sabía: su beneficio en la salud. Poner un pie delante del otro y repetirlo una y otra vez es el tipo de movimiento más saludable que uno puede hacer por su bienestar tanto físico, como mental.
Las personas que mantienen su cuerpo en marcha viven más. Un estudio publicado recientemente en la revista British Journal of Sports Medicine encontró que si los estadounidenses mayores de 40 años caminasen cada día tanto como lo hacen los ciudadanos más activos de la población podrían aumentar su esperanza de vida hasta once años.
La investigación, que se basó en un modelo predictivo que tomaba como referencia los datos sanitarios nacionales y la información del censo, concluyó que los mejores resultados se verían en el 25 % de la población que menos activo era.
Así, las personas con mayores niveles de actividad física andaban unos 160 minutos al día a unos cinco kilómetros por hora. Si los menos activos lo igualasen podrían alargar su vida en más de una década.
Ahora bien, andar dos horas de golpe puede ser complicado. Por eso, el estudio estimó que caminar menos también cuenta. Por ejemplo, hacerlo durante una hora diaria equivale a seis años más de vida. En suma, la publicación también observó que los beneficios eran mayores en personas inactivas de mediana edad, en los que cada cambio cuenta.
El estudio es observacional y, por lo tanto, no se puede establecer una relación de causa y efecto. Sin embargo, viene a subrayar las repercusiones positivas en la salud de caminar todos los días.
Con todo, entre sus conclusiones, los autores instaban a solucionar el problema del sedentarismo con intervenciones estructurales, como el fomento de medidas que promuevan el transporte activo, los barrios peatonales o los espacios verdes.
Recomendaciones oficiales
La Organización Mundial de la Salud explica que la actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud. Entre las prácticas más comunes se encuentra caminar, montar en bicicleta o practicar deportes, juegos y actividades recreativas. En adultos, se ha visto que evitar el sedentarismo reduce el riesgo de mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares, la aparición de la hipertensión, de cánceres y de diabetes tipo 2. Además, mejora la salud mental, cognitiva, el sueño y las medidas de grasa corporal.
Las directrices de la entidad mundial recomiendan moverse unos 300 minutos a la semana moderadamente, que entre siete días, equivale a unos 43 minutos. También valdría cumplir con 150 minutos de ejercicio intenso. A su vez, aconseja incluir ejercicio de fuerza, al menos, dos veces a la semana.
Fran Ortega, catedrático de la Universidad de Granada, líder del grupo de investigación Profith y el único español detrás de estas pautas, explicó en esta entrevista cómo deben entenderse: «Cumplir con esta recomendación no debería ser muy difícil en principio, pero hay un porcentaje de la población que no lo hace. Eso sí, 150 minutos es lo mínimo, porque lo que se vio es que, entre el rango de 150 y 300 minutos es donde se obtienen la mayor parte de los beneficios», comentaba.
Superar esta barrera tiene beneficios adicionales. Es decir, quien más hace, mejores resultados presenta, aunque el margen de mejora sea más amplio en el grupo de personas que menos activas son. «La mejora es mayor es cuando alguien es muy inactivo, hace muy poca actividad física a la semana, y empieza a cambiarlo. Esa persona gana muchísimo en salud proporcionalmente», comentaba el investigador en referencia al lema de la OMS en cuenta a la actividad física. «Cada movimiento cuenta».
La ciencia lo corrobora. Ortega explica que han tratado de dar respuesta con varios estudios. Así, encontraron que incrementos de 500 o mil pasos al día ya supone una reducción en el riesgo de mortalidad temprana. Por eso, para el experto el mensaje clave era el siguiente: «Levántate del sofá y poco a poco acumula más pasos». Esto no significa ir a por lo mínimo durante toda la vida, sino buscar el progreso desde un objetivo alcanzable. Precisamente, aunque siempre se ponga como propósito caminar diez mil pasos al día, «las personas adultas ya alcanzan buenos resultados dando entre 7.500 y 8.000», indicó Ortega. Eso sí, a un buen ritmo, de forma que, como mínimo, se alcancen entre 10 y 15 minutos de caminata a un ritmo ligero.
Si caminar no convence a alguien, subir escaleras también cuenta. Un estudio presentado en el Congreso Europeo de Cardiología Preventiva del 2024, esta práctica se relaciona con una vida más larga. Subir andando de un primero a un quinto es una forma de estar activo que, para muchos, no vale la pena. Esta visión es errónea, ya que mantenido en el tiempo puede desempeñar un papel importante en la prevención.
Así, en esta investigación, se vio que subir escaleras se asociaba con un 24 % menos de riesgo de morir por cualquier causa y un 39 % menos de fallecer por enfermedad del corazón. La doctora Sophie Paddock, de la Universidad de East Anglia y Norfolk and Norwich University Hospital Foundation Trust, en Reino Unido, y autora del estudio, puso de relieve el valor de incluir breves períodos de actividad física: «Subir escaleras durante breves períodos debería ser un objetivo alcanzable que se pueda integrar en las rutinas diarias», indicó en la presentación.