
Seis años después de su última edición, la Encuesta Nacional de Salud de España vuelve a ofrecer una radiografía precisa sobre cómo vivimos, enfermamos y nos cuidamos
27 may 2025 . Actualizado a las 21:08 h.La Encuesta Nacional de Salud de España 2023 (ESdE), publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), dibuja una radiografía detallada del estado de salud de la población seis años después de su última edición. La encuesta no se publicaba desde el 2017, por lo que este nuevo informe permite, por primera vez, medir con datos oficiales el impacto acumulado de la pandemia de covid-19 y otros cambios sociales sobre la salud pública.
El estudio, que combina entrevistas personales con datos sanitarios objetivos, muestra tendencias preocupantes en salud mental —con un fuerte aumento de los cuadros depresivos graves—, pero también avances en ámbitos como el tabaquismo o la obesidad.
Galicia, en particular, presenta un perfil sanitario de contrastes: llama la atención el hecho de que ninguna otra comunidad acuda tanto a las consultas de pediatría o medicina general. Un 32,2 % de los participantes en el estudio había visitado a sus doctores durante el mes previo a ser llamados. Las comunidades con mayor porcentaje de población que asistió a una consulta de médico de familia o pediatra en las cuatro semanas anteriores a la entrevista fueron,a demás de Galicia, La Rioja (30,0 %) y Castilla y León (29,9 %). Los gallegos también fueron los segundos que más consultaron al especialista y los terceros que más acudieron a urgencias. Además, las personas residentes en la comunidad se sitúan entre las que peor valoran su estado de salud, algo que va emparejado con una de las mayores prevalencias de enfermedades crónicas del país.
Se esperaban los datos de salud mental de esta edición de la encuesta con especial atención por ser la primera que cuantificaría los efectos de la pandemia, y si bien el consumo de psicofármacos sigue disparado, Galicia se sitúa como una de las comunidades punteras a la hora de apostar por la psicoterapia.
Esta encuesta, elaborada en colaboración con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, es uno de los principales instrumentos para conocer cómo evoluciona la salud en España.
La salud de los gallegos, al detalle
Galicia destaca en varios indicadores. Solo el 59,45 % de la población gallega considera que su salud es buena o muy buena, frente al 74% de media estatal. Tanto a nivel gallego como nacional, la valoración del estado de salud percibido es mucho más baja en mujeres que en hombres.
El 57,7% de la población de 15 y más años declaró padecer alguna enfermedad o problema de salud crónico. El porcentaje fue mayor en las mujeres (62,3%) que en los hombres (52,8%). Los problemas o enfermedades crónicas más frecuentes en el 2023 fueron la tensión alta (20,2%), el dolor de espalda crónico lumbar (19,8%) y el colesterol alto (18,3%).
La población gallega, con una edad media que supera los 48 años, está por encima de esa tasa. El 71,98 % de las personas residentes en Galicia mayores de 15 años conviven con, al menos, una enfermedad crónica. Los gallegos estamos a la cabeza cuando se habla de dolor lumbar crónico, que afecta a más de tres de cada diez personas en Galicia, y en cuanto a hipercolesterolemia, patología que padece más del 25 % de la población en la comunidad. También se supera la media nacional en otro tipo de patologías como artrosis, migraña o alergia crónica.
Hipertensión
La hipertensión arterial se define como un asesino silente, porque no provoca síntomas hasta que revierte gravedad. Es la elevación de los niveles de la presión arterial de forma continua o sostenida.
Por su parte, la tensión es la fuerza que la sangre genera contra la pared de las arterias. Se basa en dos variables. La norma dice que la presión sistólica o máxima (presión que ejerce el corazón sobre las arterias con cada contracción) debe situarse entre 120-129 milímetros de mercurio (mmHG), mientras que la diastólica o mínima (entre latidos, cuando el corazón está en reposo) oscila entre los 80 y 84 mmHg. Para hablar de hipertensión, los valores mantenidos han de estar por encima de 140 la diastólica, y de 90, la sistólica, en dos medidas separadas por un mes. Mientras que la tensión arterial perfecta se situaría en cifras de 110/70 milímetros de mercurio.
Dolor lumbarEl dolor lumbar hace referencia a la molestia en la zona baja de la espalda, que engloba el área situada entre las últimas costillas y la zona glútea. Se calcula que, aproximadamente, el 85 % de la población sufrirá esta dolencia.
Se habla de lumbalgia aguda cuando la duración es menor de seis meses, y crónica cuando supera este período.
Las causas pueden ser múltiples, pero pueden diferenciarse entre causas de origen mecánico y de origen inflamatorio. A su vez, hay factores que lo agravan, como el sedentarismo, las posturas inadecuadas, la obesidad o un esfuerzo físico que conlleve una sobrecarga.
Colesterol altoAunque tenga mala fama, el colesterol es una de las sustancias más importantes del organismo por su papel en diferentes mecanismos. Sin embargo, en la dosis está el veneno.
Se diferencian dos tipos. El colesterol de baja densidad o LDL, capaz de penetrar en las células, oxidarse y producir un efecto inflamatorio en la pared del bajo, lo que lo convierte en el colesterol “malo”. Y el de alta densidad o HDL, que recoge las partículas que no han sido utilizadas y las transporta al hígado para que se almacenen o se eliminen; función que lo apoda de bueno.
En la analítica, el nivel deseable se sitúa por debajo de 200 mg/dL. El colesterol bueno, cuando se considera que actúa como un factor de protección, debe ser igual o superior a 60 mg/dL, y el malo estará en valores óptimos cuando sea inferior a 100 mg/dL, o casi óptimos entre 100 y 129 mg/dL.
Este perfil de salud refleja claramente el impacto del envejecimiento poblacional y va unido a otra serie de datos que también se extraen de esta encuesta en la que la salud mental se erige como uno de los grandes caballos a los que se enfrenta la población general a nivel nacional y la gallega en particular. El 12,9 % de los gallegos declararon padecer depresión en los últimos 12 meses, Galicia está a la cabeza también en este ránking junto con Asturias. Llama la atención aquí la segregación por sexo puesto que ese dato general supone el 17,3 % de las mujeres frente al 8 % de los hombres. Cifras muy similares si hablamos de ansiedad crónica, que afecta al 19,7 % de las gallegas y al 8,5 % de los gallegos.
A nivel nacional, el 14,6 % de la población de 15 y más años presentaba un cuadro depresivo durante las dos semanas anteriores a la entrevista y un 8,0% un cuadro depresivo severo. La prevalencia de esta sintomatología aumentó respecto al 2020 (5,5 puntos más en el cuadro depresivo severo y 3,7 puntos en los otros cuadros depresivos).
De nuevo, ligamos estos datos a otros puesto que la población gallega es la segunda a nivel nacional que más acude al psicólogo (también de nuevo, mucho más las mujeres). El grupo de edad situado entre los 25 y los 34 años se lleva la palma en cuanto a este tipo de consultas, que también aumenta conforme sube la clase social.
Además, Galicia es la comunidad autónoma que más tranquilizantes consume, y la segunda en antidepresivos, por detrás de Asturias. Un cuarto de la población mayor de 65 años consume pastillas para dormir, cifra que asciende hasta el 30 % en mujeres. Inversamente al apartado anterior, la clase social también influye y el consumo aumenta según baja el nivel de ingresos.
Obesidad y sobrepeso
La prevalencia del sobrepeso y la obesidad en adultos ha aumentado desde el año 1987, aunque Sanidad apunta que parece haber empezado a estabilizarse. En ese primer año del que hay datos, el 45,3 por ciento de los hombres y el 33,5 por ciento de las mujeres tenían sobrepeso u obesidad. En el 2023, estas cifras se sitúan en el 62,2 por ciento para hombres y 48 por ciento para mujeres.
«Aunque la tendencia general es de incremento, en la última década se observa una ligera desaceleración, especialmente en mujeres. En la infancia, la situación ha evolucionado de forma similar: el sobrepeso y la obesidad infantil, que alcanzaron picos del 32 por ciento en los años 2000, se sitúan ahora en torno al 28 por ciento, lo que indica cierta contención del problema, aunque persisten fuertes desigualdades sociales», detalla el Ministerio.
En cuanto al sedentarismo en el tiempo libre, ha experimentado una mejoría desde el 2014. En ese año, el 46 por ciento de las mujeres y el 35, 9 por ciento de los hombres declaraban no realizar ninguna actividad física en su tiempo libre. En el 2023, esas cifras han descendido a 32,6 por ciento en mujeres y 25,3 por ciento en hombres, lo que sugiere un cambio positivo en la conciencia sobre la importancia del ejercicio.
Tabaco y alcohol
En medio de una radiografía sanitaria con claroscuros, los datos sobre tabaquismo ofrecen una de las notas optimistas. La Encuesta Nacional de Salud 2023 confirma que cada vez fuma menos gente en España: el porcentaje de fumadores diarios ha descendido hasta el 16,6%, una caída de 3,2 puntos respecto a 2020. La tendencia a la baja, constante desde hace más de dos décadas, refleja el impacto de las políticas antitabaco, la regulación del consumo y una mayor concienciación social sobre los riesgos asociados.
Además, un 2,6% de la población afirma fumar de forma ocasional, mientras que el 20,7% se declara exfumador. El grupo más numeroso —el 60%— asegura no haber fumado nunca.Por sexo, las diferencias persisten: el 20,2% de los hombres fuma a diario, frente al 13,3% de las mujeres. En todos los grupos de edad hay más fumadores hombres que mujeres, y el consumo se concentra en los adultos jóvenes. El porcentaje más alto se da en los hombres de 25 a 34 años (26,7%) y en las mujeres de 45 a 54 años (19,4%).
En paralelo, crece el uso del cigarrillo electrónico, especialmente entre los jóvenes. En el 2023, el 1,6% de la población de 15 y más años utilizaba este dispositivo, frente al 0,94% del 2020. El consumo se concentra en los grupos de menor edad: un 3,5% de las personas entre 15 y 34 años usaban cigarrillos electrónicos. De ellos, el 40% lo hacía a diario y el 60% de forma ocasional.
El informe también aporta datos sobre el consumo de alcohol, que se mantiene alto en términos semanales y ha repuntado en sus formas más intensivas. El 31% de la población de 15 años o más afirma haber consumido alcohol todas las semanas (40,8% de los hombres y 22% de las mujeres). Y un 7,7% lo hizo a diario, con una notable diferencia de género: 12,3% de los hombres frente a solo 3,3% de las mujeres.
Más preocupante aún es el aumento del consumo intensivo de alcohol —cinco o más copas en una sola ocasión— al menos una vez al mes. En el 2023, el 7,8% de la población declaró este tipo de consumo, 1,8 puntos más que en el 2020. El repunte fue más acusado entre los hombres (10%) que entre las mujeres (5,7%).