Así está cambiando nuestra forma de comer: «La freidora de aire es un gran invento»

Uxía Rodríguez / Laura Placer LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

El consumo de productos frescos representa el 37,9 % del volumen total de alimentos
El consumo de productos frescos representa el 37,9 % del volumen total de alimentos PEPA LOSADA

Radiografía de la alimentación: menos tiempo en la cocina y más soluciones prácticas, pero también un renovado interés por los alimentos frescos, los platos de cuchara y el cuidado de la salud

13 jul 2025 . Actualizado a las 16:08 h.

Comer es mucho más que alimentarse. Es una rutina que nos acompaña todos los días, pero también es cuidado, identidad y recuerdos. Lo que ponemos en el plato dice mucho de cómo vivimos, de lo que nos preocupa y de lo que valoramos. Y en un país como España, donde la comida es parte del tejido social, observar cómo cambian nuestros hábitos alimentarios es también una forma de mirar cómo cambia la sociedad.

El último Informe de Consumo Alimentario en España, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, refleja ese movimiento con claridad. Comemos más deprisa, cocinamos menos y buscamos soluciones prácticas que se ajusten a nuestro ritmo de vida. Aumentan los desayunos exprés, triunfa la freidora de aire, ganan terreno los platos únicos y suben las preparaciones sencillas con huevos, legumbres o patatas. Pero entre tanta búsqueda de practicidad, también hay espacio para las buenas noticias: crece el consumo de frutas, verduras y hortalizas frescas. «Ir hacia una alimentación más práctica, hacia una preparación más rápida, hacia una reducción del número de platos, una disminución de la frecuencia de compra, o una tendencia hacia el uso de los supermercados de barrio, describe bien lo que se viene fraguando en los últimos años. No son tendencias que afecten negativamente a la alimentación, en principio, lo que sí parecen ser es una respuesta de adaptación a las presiones laborales o personales que propician una reestructuración de la organización de la vida y, por tanto, de la alimentación. Aún así, creo que los españoles y las españolas nos empeñamos en integrarla entre las cosas más importantes de nuestra vida y de ahí que aparezcan la dieta mediterránea y la salud como claves de la alimentación actual», resume Cecilia Díaz-Méndez, catedrática de sociología y directora del grupo de investigación en Sociología de la alimentación de la Universidad de Oviedo

La alimentación se ha convertido en un espejo de nuestra época. Lo que elegimos comer habla de nosotros tanto como nuestras rutinas o nuestras decisiones. Porque en esa búsqueda de salud, ahorro o rapidez también hay una historia más profunda: la de cómo estamos reorganizando nuestras vidas a través de algo tan básico —y tan poderoso— como la comida.

Un «sí» al desayuno

El desayuno se consolida como el pilar más estable del consumo alimentario en los hogares. Según el Informe, el 94 % de los españoles desayuna en casa, una media de seis veces por semana, y esta práctica representa el 28 % del consumo doméstico total. 

Esta resiliencia del desayuno se explica en gran medida por su carácter ritual: una rutina profundamente arraigada que apenas ha cambiado. Eso sí, la apuesta la ganan los desayunos desayunos más tempranos (antes de las ocho de la mañana), más rápidos (menos de diez minutos) y más prácticos. Este patrón encaja con la vida acelerada de muchos hogares, pero también con la búsqueda de simplificación y comodidad en la cocina. «El principal problema que nos encontramos en los desayunos es el tiempo, sobre todo entre semana, le dedicamos muy pocos minutos. Si te fijas, hace una o dos generaciones, desayunar en familia era lo habitual. Hasta en las series o en las películas siempre se veía esa costumbre», reflexiona Gregorio Varela Moreiras, catedrático de nutrición y de bromatología de la Universidad CEU San Pablo y miembro de la Real Academia de Farmacia de Galicia, que también advierte que los adolescentes son el grupo de población que más se saltan el desayuno. 

Sin embargo, no todo es uniformidad. En el 2024 se observa un ligero pero significativo cambio en el tipo de desayuno: aunque el formato dulce sigue siendo el más habitual, el desayuno salado gana protagonismo, creciendo 0,9 puntos porcentuales frente al año anterior. Este tipo de desayuno aparece especialmente a partir de las nueve de la mañana y se asocia con un mayor cuidado de la salud y una dedicación de tiempo superior.

Este giro hacia lo salado no es homogéneo. El informe revela una clara regionalización del desayuno en España, que refleja no solo hábitos sino identidades culturales y preferencias locales. Son sobre todo las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona junto con Andalucía las que mayor afinidad tienen hacia este tipo de desayuno, mientras que las regiones del norte son más afines al desayuno dulce. Esto influye mucho en el tipo de productos que consumimos a primera hora del día: en Levante, el consumo de bebidas vegetales e infusiones en el desayuno es superior al de la media de España, en Madrid las frutas ocupan un puesto relevante, en la zona Catalano Aragonesa los cereales, en Andalucía el aceite o mantequilla/margarina, Barcelona Metropolitana es más afín a los fiambres y embutidos. ¿Qué pasa en Galicia? Este informe señala a la fruta fresca, la mermelada y los zumos caseros en el top tres de consumo. 

Pese a las variaciones territoriales, hay elementos comunes en casi todos los hogares: leche, café, pan, cacao y galletas dulces siguen encabezando el ránking de productos más consumidos a primera hora del día. Tres de cada cuatro desayunos son completos y se conforman de una bebida más un alimento sólido. ¿Qué debería contener un desayuno equilibrado? «Una tríada de alimentos: cereales (fundamentalmente con base integral), un lácteo y una fruta», explica Varela. Esa es la base, a partir de ahí, se puede ir diversificando para que esta primera ingesta del día no resulte aburrida. 

Así como el desayuno se consolida como un momento clave del día, la merienda pierde fuerza y se diluye poco a poco en nuestras rutinas. Esta comida intermedia, tradicionalmente ligada al ocio infantil o a los momentos de pausa, se abandona tanto dentro como fuera de casa.

Los platos más consumidos 

Nuestros hábitos cambian, pero hay recetas que resisten como pocas. La ensalada verde sigue siendo el plato más presente en las mesas españolas, aunque con menos fuerza que hace unos años. Le siguen las pizzas, la ensalada de tomate, la pechuga de pollo, las lentejas, la tortilla de patatas y la sopa de pasta. En el día a día, también se cuelan con frecuencia los macarrones, el lomo, la merluza, los huevos (ya sea en tortilla francesa o fritos) y las judías.

Más allá de las posiciones, el informe deja claro que estamos asistiendo a una reconfiguración silenciosa de nuestro recetario cotidiano. En el corto plazo, los platos a base de carne, ensaladas, arroz, marisco y pizzas retroceden. A largo plazo, el descenso afecta también a los platos de pescado y las ensaladas. ¿Cuáles ganan protagonismo? Las recetas con huevo, pasta y legumbres.

Es el retorno del cuchareo, del plato único que lo resuelve todo y reconforta. Y no es casualidad: lentejas y garbanzos —símbolos de la cocina de puchero— escalan posiciones. 

El auge de la freidora de aire y el regreso del plato único

La cocina española vive una transformación silenciosa pero profunda: cada vez cocinamos menos y, cuando lo hacemos, buscamos practicidad por encima de todo. Esta tendencia, consolidada tras la pandemia, se refleja tanto en los aparatos que usamos como en el tipo de platos que ponemos en la mesa.

Uno de los protagonistas del cambio es la freidora de aire, que se ha convertido en un aliado para quienes quieren comer caliente, rápido y con menos grasa. El año pasado, este electrodoméstico representó ya el 4 % de los modos de preparación de comidas y cenas, con un crecimiento de 1,1 puntos porcentuales respecto al año anterior. Además, ha superado a métodos tradicionales como el tostado o el rebozado ¿Cuáles son las claves de este éxito? «Es rápida, práctica y saludable», señala el propio ministerio en el Informe. La socióloga alimentaria Cecilia Díaz-Méndez concuerda en que «encaja perfectamente con las tendencias de otro cariz, el interés por la comida saludable sin variar la dieta mediterránea. Es un gran invento que está favoreciendo la integración de la población joven en la preparación de alimentación saludable sin necesidad de contar con grandes conocimientos culinarios».

La plancha o sartén siguen estando a la cabeza en los métodos de preparación de los alimentos en el hogar, seguidas muy de cerca por la comida fría o sin cocinar. 

Pero no solo cambia el cómo cocinamos, también el qué comemos y cómo lo organizamos en el plato. Uno de cada cuatro hogares señala la practicidad como motivo principal a la hora de preparar comidas y cenas. Esta necesidad se traduce en una clara simplificación del menú diario, con el plato único como solución estrella. Este formato ha crecido un 8,7 % desde el 2019, y lo hace tanto entre semana como durante el fin de semana, desdibujando las diferencias tradicionales entre los días laborables y el tiempo libre. «La tendencia hacia plato único y postre no es nueva, se viene fraguando desde finales del siglo pasado. Y esto no altera ni la concepción de comida mediterránea ni la de comida saludable, que parece sustentar los hábitos de la población española. No obstante, creo que sería interesante saber si se están alterando las cenas hacia una simplificación que implica incorporar comida precocinada industrial», reflexiona Díaz-Méndez. 

Gregorio Varela incide en que el plato único no debería ser un problema, pero tiene que estar bien equilibrado y compensado: «Muchas veces se compone de una especie de yuxtaposición de alimentos sin que pensemos bien en que estos se complementen y que, a lo largo del día, cubramos las necesidades nutricionales». 

Está claro que optamos mayoritariamente por ese plato único, pero ¿qué debería contener? Más allá del famoso Plato de Harvard con sus defensores y detractores, el sentido común manda. Un plato único saludable debe incluir una combinación equilibrada de verduras, proteínas y carbohidratos, completándose con grasas saludables, fruta de postre y agua como bebida. 

OCHO DATOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN DE LOS GALLEGOS

  1. Gasto de cada gallego. En el año 2024, el gasto per cápita en alimentación fue de 1.881 euros, por encima de la media española. Pero aquí resalta otro dato, nunca comimos menos y gastamos más. 648 kg en el 2014 con un gasto de 1.513 euros, frente a los 599 kilos del año pasado por 300 euros más.
  2. Carne y pescado. Son las dos partidas a la cabeza de ese gasto. 338 euros anuales en carne y 235 en pescado.
  3. La fruta más consumida. Plátanos, naranjas y manzanas forman el podio si hablamos de las frutas más consumidas en Galicia. Como curiosidad, los gallegos somos los que más arándanos comemos de toda España.
  4. Del mar al plato. Galicia es la segunda comunidad en consumo de pescado, solo por detrás del País Vasco. En consumo total de marisco somos los primeros.
  5. Para llevar. Los gallegos son los últimos en el consumo de platos preparados. Una media de 12 kilos al año, frente a los 17 de la media nacional. Las tortillas refrigeradas, particularmente, no triunfan en la comunidad.
  6. A nadie le amarga un dulce. Y Galicia es la comunidad que más chocolate consume, eso sí, a la cabeza en chocolate con leche y almendras, pero menos éxito con el negro.
  7. Hortalizas. Tomates, cebollas, pimientos y lechugas son las más consumidas.
  8. Aceite. Galicia tiene el mayor consumo de todo el país. El aceite de oliva (a secas) está a la cabeza.

 Y, aunque desde hace ya tres décadas, se está viendo un retroceso tanto de la dieta mediterránea como de la atlántica, Gregorio Varela recuerda que nuestro país está a la cabeza en algunas buenas costumbres como «el uso fundamental del aceite de oliva como grasa culinaria por excelencia, que es quizás el elemento más diferencial en comparación con los patrones dietéticos de otros países. Por otro lado, aunque el consumo de pescado ha bajado mucho, algo muy preocupante entre los jóvenes, nuestro país sigue estando a la cabeza en cuanto a cantidad de pescado y productos del mar. Ahí Galicia, además, resalta dentro del conjunto de España».